"Ni el Poder ni la Gloria". Blog de Josep Esteve Rico Sogorb

Artículos de opinión e investigación sobre Historia, Lengua, Literatura, Arte, Cultura, Política, Sociedad, etcétera. La mayoría publicados en medios de comunicación en papel y digitales de todo ámbito territorial tanto en España como en el extranjero

lunes, 2 de abril de 2012

Con mi voto no se juega, Señorías

La tecnología me ha jugado una mala pasada durante tres semanas en que he estado desconectado de internet y de la línea telefónica por el cambio o portabilidad entre operadoras. Mucho 'ha llovido' desde entonces. Finales de Liga, Champions y Copa del Rey -enhorabuena y felicidades a todos los 'culés' por ese 'triplete' merecido- asi como una campaña electoral movidita para los candidatos pero sin interés para la mayoría de los ciudadanos.
Y hablando de temas electorales. O de elecciones. El caso es que unos pocos 'afortunados' y de aquellos partidos y coaliciones que sobrepasen el mínimo de votos que exige la ley electoral, serán eurodiputados. Hasta aqui, nada que objetar o bien poco y casi nada a criticar, excepto que la normativa vigente necesita una reforma a fondo pues se ha quedado corta, apretadamente ceñida y obsoleta -listas abiertas, ¡ya!- como muchos analistas afirman. Pero ahora viene lo grave y serio.

Los eurodiputados que concluyeron esta pasada legislatura hace algo más de un mes venian cobrando unos tres mil cien euros al mes como asignación base. Muchos de ellos no renovarán escaño, otros serán elegidos por vez primera estrenando sillón y los menos, volverán a ser elegidos continuando en su escaño.

El Parlamento europeo aprobó una modificación 'salarial' en su reglamento interno para sus diputados a primeros de año. Asi, superficialmente, apenas llama la atención e incluso simula ser lógico, porque, si todo sube -nivel de vida, inflación, precios, sueldos, etcétera- como no va a sufrir un incremento el 'jornal' de sus euroseñorías. Y lo normal sería que tal subida fuera acorde con el porcentaje de aumento del índice de precios al consumo o IPC, que es la vara de medir que marca la pauta a seguir en la aplicación de las políticas salariales que también 'afectan' a los eurodiputados.

Pero si les digo que el incremento de la asignación mensual de los nuevos parlamentarios europeos surgidos de las urnas de este 7 de junio superará astronómica y exageradamente la friolera porcentual del 250 por cien, la cosa cambia y se pasa de castaño oscuro, sonando a tomadura de pelo y desfachatez o jeta en plena crisis económica con largas colas de parados y hambrientos en las sedes de Cáritas por ejemplo. Mucho morro, veo yo. Total, que gracias a nuestro voto, los 'elegidos' se embolsarán a partir de junio 7.765 euros al mes de sueldo base mínimo en vez de los 3.100 que cobraban hace dos meses los antecesores de la última legislatura parlamentaria europea.

Y hay más. Estos siete mil y pico euros son 'pelaos', el importe básico, mínimo. Si a ello unimos, portavocías, pluses y otros conceptos; la cantidad se eleva hasta los 13.000 euros mensuales, que algunos casos, por privilegios varios, pudrán llegar a los 17.000 euros al mes, o sea cada 30 ó 31 días, exceptuando febrero, pero aqui no se quitarían ningún piquito por tener 28 días. ¡Qué cara!
Así que, ¿crisis, para quien? Para ellos no. El Parlamento Europeo ya no se conforma con que sus diputados cobren menos y más razonable. Ni siquiera como en el Congreso y Senado de España, donde la mensualidad base es de 2.915 euros aproxidamente para los simples parlamentarios sin competencias ni portavocías. ¡Y eso que tales casi tres mil euros de las Cámaras españolas nos parecen excesivos! Pues comparando, son poca cosa, respecto al nuevo sueldazo de los eurodiputados. ¿Y quien se aprieta el cinturón? Ustedes y yo, amigos lectores. Pero ellos, qué va.
Parece que sólo servimos o únicamente les valemos para votar. Necesitan nuestros millones de votos para cobrarla individualmente esos mas de siete mil euros mensuales y mantener como mínimo el alto tren de vida ostentoso, la mayoría de ellos. Y sin embargo, al pueblo que le den...¡Con las criaturas que hay pasando hambre, necesidades y dificultades, no sólo en España sino en toda Europa, y sus euroseñorías no se privan, todo lo contrario! ¿Dónde está la justicia social?

Dan ganas de que los 50 millones de ciudadanos se 'planten' y digan ¡basta, hasta aqui hemos llegado! Dan ganas de una 'huelga ciudadana' contra el sistema, no contra unos politicos sino contra todos, pues todos, todos padecen esa 'enfermedad' llamada 'corrupción'. Un poco más de ética, por favor... Quisiera que los eurodiputados no se enriquezcan a costa de mi voto y del de millones de 'euroescépticos'. No, con mi voto no se juega.

Josep Esteve Rico Sogorb, 'José Sogorb'

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