"Ni el Poder ni la Gloria". Blog de Josep Esteve Rico Sogorb

Artículos de opinión e investigación sobre Historia, Lengua, Literatura, Arte, Cultura, Política, Sociedad, etcétera. La mayoría publicados en medios de comunicación en papel y digitales de todo ámbito territorial tanto en España como en el extranjero
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viernes, 20 de agosto de 2021

 


¿PARA QUÉ QUEREMOS UN MERCADO ELÉCTRICO MAYORISTA?

El mercado eléctrico-energético es mayorista. Además de participar en sus subastas unas 25 empresas comercializadoras privadas españolas que controlan este ‘tinglado’ y que nos cobran el temido recibo de la luz, también participan en tales subastas varias empresas extranjeras de distintos países con diversos porcentajes (entre el 10 % y el 20 %) y cuyos beneficios no se quedan en España sino que se van fuera. Si a todo esto le sumamos otros factores determinantes como:

1) Los elevados sueldos de ex dirigentes políticos como miembros de los consejos de administración de las empresas eléctrico-energéticas (“puertas giratorias”) que participan en ellas muy poco, acuden a las reuniones escasas ocasiones al año pero bien que cobran unos sueldos millonarios por unos cargos que no requieren de excesiva dedicación o esfuerzo. 

2) El hecho de que las compañías quieran amortizar y recuperar los costes judiciales de los procesos por presuntas irregularidades y corrupción en que se han visto implicados sus directivos y que por suerte para ellos y estupor e indignación para los ciudadanos, se han librado de entrar en la cárcel.

3) El vaciado de los embalses y pantanos con sus graves consecuencias climatológico-ambientales-ecológicas y económicas como sequía, falta de riego, peligro de supervivencia para los cultivos,  calor extremo, precios abusivos en el recibo de la luz, etcétera.

4) El cruce de acusaciones por el elevado precio del megavatio/hora entre Gobierno, asociaciones de consumidores, Unión Europea y las propias empresas eléctricas; lo  que nos causa desazón y desamparo a los ciudadanos que no sabemos a quién creer. Mientras, el megavatio/hora sigue por encima de los  cien euros.

5) La subida del IPC de muchos artículos, algunos de primera necesidad. Subida de precios que los productores y establecimientos comerciales intentan justificar argumentando “es que la luz es más cara”, lo que eleva la cuantía de la cesta de la compra y empeora la maltrecha economía de muchas familias.

6) Los tramos de horario diarios con distintos precios de megavatio/hora (baratos, caros e intermedios). Idea que surgió del Gobierno según algunas voces y de las propias empresas eléctricas según otras. Dirimir la autoría de esta idea no es lo más importante. Al consumidor le afectan negativamente tales tramos horarios. Muchas familias usan de madrugada o el fin de semana los aparatos que más gastan como la lavadora, causando molestia al vecindario, quitando horas al descanso y pasando sábado y domingo lavando. Los autónomos de talleres o pequeños fabricantes se sienten ahogados ante el importe abusivo del recibo de la luz. La distribución del consumo eléctrico por tramos horarios es ilógica y carece de sentido común. Algunos  tramos tienen horas insensatas y sus precios son caros. Los tramos más baratos no son los de mayor consumo. O se elimina el sistema de tramos horarios aplicando tarifa plana y se fija un equilibrado precio del megavatio/hora, o se cambian los tramos  ampliando sus coberturas. Incluso podrían añadirse otros tramos que abarquen todas  las variadas casuísticas de los abonados. Debería incentivarse el consumo bajando el precio de los dos tramos  horarios de 8 h a 10 h y de 10 h a 14 h (unificándolo en uno solo), pues son las horas de mayor actividad diaria ya que se conectan a la red fábricas, industrias, oficinas, talleres y la mayoría de hogares. Fines de semana y madrugadas el precio del megavatio debería ser más caro por menor  actividad. Tiene su lógica.

7.-) Las injustas y abusivas  causas del “histórico” incremento del precio del megavatio/hora empeoran la imagen que tenemos de las empresas comercializadoras, de la subida de la luz  y del propio mercado mayorista eléctrico: 

    A) El incremento de los precios de los derechos sobre CO2 y gas. 

   B) El aumento de la demanda de energía por las altas temperaturas en julio y agosto. 

   C) Las propias elevadas e históricas temperaturas causadas por el cambio climático. 

  D) La responsabilidad o ‘culpabilidad’ de la energía hidráulica o hidroeléctrica (según la OCUdel   elevado precio de la luz en agosto. 

  E) La falta de lluvias suficientes junto a la capacidad media de los embalses y pantanos que va en descenso. 

 F) El vaciado de los caudales de embalses y pantanos por las empresas energéticas propietarias y sus nefastas consecuencias económico-medioambientales-agrarias. 

 G) El extraordinario aumento del precio del Gas Natural hasta 5 veces superior al de hace 1 año que ha provocado según AELEC (asociación de empresas eléctricas) que los precios del mercado mayorista de electricidad se sitúen en máximos históricos. 

 H) Que  poner la lavadora ahora en horas punta cueste el doble que hace un año,  siendo  injusto y  abusivo. 

 I) Que FACUA haya reclamado a la CNMC (Comisión Nacional de Mercados y Competencias) que diga y aclare qué empresas energéticas han ‘inflado’ el recibo aprovechándose durante la adaptación de las facturas a los nuevos tramos horarios. 

J) Que FACUA solicite la creación de una comisión parlamentaria de investigación en el Congreso de los Diputados para esclarecer las causas de las injustas y exageradas subidas históricas del precio de la luz. 

K) Que FACUA exija que se apliquen  medidas contra aquellas empresas que perjudicaron a sus abonados con malas praxis y falta de transparencia como posibles delitos ya que según la CNMC algunas de ellas cobraron hasta un 30 % de más a sus clientes.  

L) Que la propia CNMC inste a las comercializadoras a compensar mediante devoluciones, indemnizaciones o bonificaciones a clientes perjudicados y que en caso contrario se iniciarán acciones legales contra ellas. 

LL) Las subidas de tarifas sin previo aviso al abonado, los cambios de contrato a clientes fallecidos, la combinación de compañías a un consumidor sin su autorización, la formalización de contratos de electricidad y gas sin permiso del abonado, cambios ‘opacos’ de tarifas de luz y gas, el cambio de suministro a un cliente sin informarle previamente de que con ello ya no podría acogerse al bono social, el hecho de comercializar puerta a puerta a pesar de estar prohibido desde 2018; etcétera. Hay más injusticias, pero estas son las más importantes.

Por todo esto, a uno de le queda cara de circunstancia y se pregunta ¿Para qué queremos un mercado eléctrico mayorista? ¿Para qué se enriquezcan unos pocos y nos empobrezcamos la mayoría? ¿Para que sigan ganando y haciéndose más ricos cada día, los mismos, los de siempre, las poderosas élites privilegiadas que “mueven los hilos” de la luz, de nuestra luz, a base de subastar en pujanza a carísimo precio el sufrido y vital megavatio/hora?

¿Para qué queremos un mercado eléctrico mayorista que nos oprime, nos estruja el bolsillo, nos empobrece energéticamente, nos engaña, abusa de nosotros, con una parte importante de sus beneficios que se van fuera? 

 Saquen ustedes conclusiones.  Lo mejor sería nacionalizar la luz y el gas.

 Por Josep Esteve Rico Sogorb

Community Manager, escritor, blogger, ciberperiodista ciudadano y poeta


domingo, 15 de agosto de 2021

 




La subasta de la luz (megavatios a más de 100 euros)

A pesar de la rebaja del IVA en el importe del recibo de la luz, el precio del megavatio/hora ha vuelto a batir otro record histórico tras varios días de subidas. Más de cien euros resulta extremo, exagerado, abusivo, elevado y demasiado caro. Tal subida es un robo, una rapiña, un saqueo, un atraco, un asalto (legal, claro) a los bolsillos de muchos ciudadanos, especialmente de aquellos que sufren ‘pobreza energética’. Pero también es una puñalada para las familias de la cada vez más reducida y deficitaria clase media. Se agradece ese 10 % de IVA que nos ha ‘regalado’ el Gobierno, pero es insuficiente.

El precio del megavatio/hora se decide en ‘subasta’, así está regulado y montado el sistema o ‘chiringuito’. Un sistema que se aprovecha de la ignorancia de la mayoría de los consumidores acerca de cómo funcionan las subastas eléctricas y las empresas energéticas privadas y que se desarrolla como un ‘tinglado pseudogansteril’ o como un zoco-bazar de ‘mercado persa’ en el que el megavatio/hora y su precio se ’juegan’  subastándose al ‘mejor postor’ con sus pujas, alzas, vaivenes, tiras y aflojas.

Coinciden la subasta energética y la de la Bolsa en cuanto al procedimiento de pujas pero se diferencian en que la primera se juega algo intangible e inmaterial como la electricidad (corriente eléctrica) y la segunda se juega cosas materiales como dinero (billetes, bitcoins, cryptomonedas) y acciones-valores-participaciones en empresas y servicios. Una se juega la LUZ, la otra se juega el DINERO. Dos conceptos diferentes y necesarios, aunque prioritariamente la luz sea más VITAL. El mercado bursátil busca enriquecer a quienes participan, y se benefician de ello muchas personas y empresas, organismos e instituciones. El mercado energético es mas elitista y endogámico: solo se enriquecen las propias empresas privadas eléctricas y de gas así como sus altos ejecutivos (algunos, lamentablemente, se vieron envueltos en procesos judiciales por presuntas irregularidades).  Es una especie de ‘cosa nostra’ entre un grupito de jerifaltes de consejos de administración.

Los dirigentes de las compañías eléctricas privadas  que manejan los hilos en las subastas energéticas se comportan como si fueran ‘brokers’ de Bolsa o ‘Lobos de Wall Street’ cuando no lo son.  Esa voracidad depredadora es clara: megavatios/hora a más de cien euros. Suma y sigue. Pero señores, ¡qué estamos hablando de energía, de un bien común de primerísima necesidad, de utilidad pública prioritaria, vital e imprescindible!  Más imprescindible que el dinero, porque sin luz, sin corriente, sin electricidad, no podríamos trabajar ni comer ni producir/generar dinero. Tampoco podríamos estudiar, investigar, crear, en definitiva: no podríamos VIVIR. Incluso para generar riqueza productiva, para hacer dinero, para crear economía;  hace falta luz.

Por ello, este sistema de subasta eléctrica de carísimos precios, en la actual situación de pobreza energética, precariedad económica y crisis financiera, todo esto agravado por la pandemia; resulta humillante, ofensivo, discriminatorio, abusivo, depredador, agresivo, hostil, caciquil, marginativo, supremacista, dominante, impositivo, dictatorial…para el españolito de a pie. ¿Quieren más calificativos?

La subasta energética convierte al megavatio/hora en  ‘moneda de cambio’, en objeto ‘fetiche’, en una pelota que las compañías y sus directivos se pasan entre si. Que se subasten obras de arte como artículos de lujo para unos pocos privilegiados mediante carísimas pujas, es lógico. Pero que nuestro vital megavatio se subaste como si fuera un artículo de lujo cuando debería ser tratado modesta y humildemente como lo que es (un bien común de primera necesidad y de prioritaria utilidad pública); no es de lógica, no es de recibo y es un atropello.

La luz  debería ser como la Sanidad y la Educación: PÚBLICA, estatal, nacionalizada. Precisamente para evitar tanta especulación, irregularidades y precios abusivos, para aliviar las maltrechas economías de tantos consumidores y para acabar con la pobreza energética. Gobiernos de izquierdas y de derechas de varios países (se trata de gestión, las ideologías o los regímenes están al margen)  tienen nacionalizada la luz fijando un precio justo, equilibrado,  aceptable, asequible y accesible a todos y para todos los bolsillos que además controlan y regulan evitando subidas de precio astronómicas.

La nacionalización de la luz (es lo mejor) será difícil, me consta. Demasiados intereses. Las empresas privadas energéticas ya presionarían al Gobierno para evitarla. Y de momento, mientras esperamos esta casi utópica nacionalización de la luz, el Gobierno debería coger el toro por los cuernos, hacer caso de los demás (porque en este tema de las elevadas subidas de precio del megavatio/hora tiene en contra no solo a la oposición de centro-derecha, derecha y ultraderecha sino también a sus socios de izquierda de Podemos)  y de una vez por todas acabar con esta injusticia fijando un precio exacto y razonable, más bajo que el actual, un precio justo e intermedio (ni muy bajo para que las compañías no pierdan beneficios ni demasiado caro para que el consumidor pueda subsistir) .

Ya está bien. Nos están sangrando económicamente con el recibo de la luz. Los directivos de las compañías eléctricas viven como reyes y los demás como mendigos. Vergonzoso.


Por Josep Esteve Rico Sogorb

lunes, 2 de abril de 2012

Huelga de consumo eléctrico

No sé ustedes, pero yo voy a hacer 'huelga'. Huelga, o mejor dicho, 'protesta' por algo que considero un abuso pues resulta necesario que el malestar y el descontento de los ciudadanos llegue a las más altas instancias. Ya venía siendo hora de que se emprendieran públicas acciones colectivas enérgicas. Al parecer no ha sido suficiente con las privadas quejas individuales y por escrito. Imagino que en cualquier rincón del Estado no es diferente la situación respecto al restante del territorio español por lo que al tratarse de un problema generalizado y común, cualquier ciudadano afectado se movilizará tras entender o captar la gravedad del asunto y sentirse aludido como cualesquiera de los demás españoles 'víctimas' del tema.
Se prepara una huelga de consumo eléctrico para el próximo jueves día 30 de abril. Si, un 'apagón' global doméstico, de cada hogar, como protesta por los elevados importes de las facturas de las compañias eléctricas y el engañoso amén de abusivo sistema de cobro mensual. El problema suma y sigue. No bastaron las quejas y reclamaciones de miles de ciudadanos ante sus compañías suministradoras de electricidad. Tampoco sirvieron para mucho las devoluciones a usuarios, de las diferencias pagadas de más, en miles de recibos, a pesar de reconocer tales compañías los errores e irregularidades bajo promesas de no repetirse y de volver al anterior y más justo o equilibrado modo bimensual de pago-cobro. Este acto de protesta en cada casa será de 15 minutos iniciándose a las 10 de la noche en punto y concluyendo a las diez y cuarto. Hay que desconectar tu diferencial, tu 'llave' general de la instalación de la vivienda (vulgarmente 'plomos') durante esos 15 minutos. Pero tranquilos, porque la corriente eléctrica no se puede almacenar con lo que no se consume. Y por tan escasa porción de tiempo de desconexión no padezcan, que no se estropeará nada que esté en el congelador.

¿Se imaginan en sólo quince minutos si millones de hogares españoles desconectan la corriente el enorme bajón o inexistencia de consumo que supone? Las empresas eléctricas no se arruinarán por este corto lapsus temporal pero tomarán conciencia del malestar cívico. Este apagón es una protesta ante lo que muchos ciudadanos -cada vez más- consideramos un tremendo 'timo': la tarificación por mes. Y además, ¿de qué sirve ahorrar kilowatios apagando luces, guardando las estufas o instalando lámparas de bajo consumo si encima aumenta desorbitadamente la factura del mes en curso -comparada con la del anterior- a pesar de todas las medidas de ahorro que apliquemos en nuestro hogar? Pues, absolutamente, de nada. Estamos a la merced de las compañías eléctricas que abusan de nuestros sufridos bolsillos

Y digo yo, si nos unimos entonces a los recientes apagones analógicos por aquello del cambio climático del planeta, con mayor razón ahora para efectúar nuestro particular 'apagón' contra el abuso en las tarifas mensuales eléctricas que nos perjudica el bolsillo . Así que, a la huelga tocan.

Por Josep Esteve Rico Sogorb