"Ni el Poder ni la Gloria". Blog de Josep Esteve Rico Sogorb

Artículos de opinión e investigación sobre Historia, Lengua, Literatura, Arte, Cultura, Política, Sociedad, etcétera. La mayoría publicados en medios de comunicación en papel y digitales de todo ámbito territorial tanto en España como en el extranjero
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lunes, 8 de abril de 2024

Más teletextos, por favor. ¡¡ Subtítulos para todos!!

Parece mentira que estemos en un occidental europeo estado democrático de Derecho y Justicia Social y de bienestar tecnológicamente desarrollado como se supone que es España. A mayores I+D, contradictoriamente, mayores desequilibrios y más carencias e injusticias se cometen a diario. El desarrollo tecnológico va cogido de la mano, lamentablemente, de la discriminación social y de un tercermundismo evidente impropio de una sociedad como es la nuestra y que se precia de moderna, avanzada, dotada, justa y solidaria.

Se preguntarán ustedes después de esta entradilla denunciante y protestona a qué me refiero. Se trata de una situación de desamparo y discriminatoria marginación en el medio televisivo hacia el colectivo ciudadano afectado por la sordera y de naturaleza tecnológica sin olvidar otras causas relacionadas como la presupuestaria o económica o la humana.

He comprobado (al menos en mi lugar de residencia, la  Comunitat Valenciana, es claramente demostrable, y ustedes podrán asimismo comprobarlo) que desde que existe la Televisión Digital Terrestre o TDT (y muy a pesar de que ésta nos llega con ‘tropecientos’ canales) hay muchas cadenas televisivas y bastantes programas que carecen de subtitulación de teletexto para sordos. Y no digamos de la interpretación en lengua de signos para sordomudos (lengua que está reconocida oficialmente) que a pesar de que su uso va aumentando, lo hace muy lentamente y sigue siendo minoritaria en televisión.

 Estos hechos, discriminatorios y marginadores con estos colectivos de ciudadanos cada vez más numerosos y en constante aumento en nuestra ruidosa sociedad urbana generadora de pérdida de audición (en España se detectan anualmente miles de nuevos casos de sorderas tanto leves como profundas) y que las autoridades no tienen lo suficientemente en cuenta, paradójicamente se producen en un estado, España, que recientemente aprobó oficialmente la utilización y la traducción públicas de la Lengua de Signos para Sordos/Sordomudos. Uso que, curiosa pero positivamente, va aumentando en las administraciones públicas, partidos, organismos, entidades, colectivos etcétera; pero que contrasta con la discriminación considerable de la ausencia o disminución de subtítulos de teletextos para sordos en muchas emisoras y programaciones televisivas, sobre todo desde que tenemos la TDT y dejó de existir la clásica televisión analógica.

 Antes, con el desaparecido y anterior viejo sistema analógico de señales UHF-VHF y tradicionales antenas de radiales o varillas, curiosamente abundaba bastante el teletexto. Entonces había más cadenas y más programas con subtítulos para sordos que en la actualidad. El ejemplo de esta aseveración es la mismísima Antena 3. Para quienes nacimos con sordera y vivimos con ella, esta cadena fue desde su fundación y durante años, nuestra salvación, por ser (era y fue) la única emisora con casi el cien por cien (rozaba casi la totalidad) de su programación subtitulada para sordos: informativos, reportajes, documentales, partidos, concursos y películas; se mostraban con teletextos. El abanico televisivo fue aumentando creándose nuevas cadenas que, o no ofrecían subtítulos o los presentaban muy escasa o minoritariamente como Tele 5, Sexta, Cuatro u otras. Pero a la vez, Antena 3, mientras se iban creando nuevas emisoras competencia, fue paulatinamente reduciendo el número de programas subtitulados hasta llegar a la actual práctica desaparición de teletexto para sordos.

Y hoy, quienes poseemos sordera sufrimos discriminación y marginación por parte de la citada cadena Antena 3 que ha acabado por suprimir el teletexto (sin dar explicaciones, o al menos no me constan) pasando de un extremo a otro: de usarlo mayoritariamente casi en su totalidad a no utilizarlo. Pero no es Antena 3 la única que nos ignora y no nos ofrece teletexto. Otras cadenas televisivas también pecan de lo mismo: nunca nos ofrecieron subtítulos. No lo hacen hoy. Y dudo mucho que lo hagan en un futuro a corto y medio plazo. Así que, más injusticia, más derechos constitucionales pisoteados y más discriminación y marginación sociales. “¡Más madera!”. Y suma y sigue.

Los sordos necesitamos subtitulación, teletexto, en nuestros televisores. Tenemos derecho a ello (constitucional, sobre todo, y legal como refleja la Ley del Discapacitado sobre la atención y amparo de los poderes públicos en general hacia los colectivos discapacitados). Tenemos derecho a la información (a conocer, saber, enterarnos de las cosas), al disfrute de la televisión, a eliminar barreras y obstáculos, a sentirnos iguales que los demás, a integrarnos en la sociedad. Y la ausencia de teletexto en unas cadenas o la escasez minoritaria de subtítulos en otras, es un impedimento a nuestro desarrollo personal y a nuestra integración social además de vulnerar derechos fundamentales y suponer una humillación personal. Nada es más doloroso para un sordo que estar con un grupo de oyentes viendo una película extranjera doblada y no enterarse de nada ni comprender por no oír y carecer de subtítulos.

No deja de ser un insuficiente alivio que podamos añadir subtítulos con nuestro mando a distancia de forma manual porque la actual tecnología (nuestras teles o pantallas de hoy y el nuevo sistema HD High Definition) lo permitan. Pero sigue pasando:  muchas emisoras, pelis y programas carecen de subtítulos. Y aunque con el mando sintonicemos este servicio, nos sale la frase "no hay subtítulos", a pesar de darle al botoncito "tittle" correspondiente.

 Así pues, en justicia y derecho, por humanidad y solidaridad; en nombre de los sordos y sordomudos de España exijo subtítulos a todas las cadenas televisivas y para todos sus programas. Al cien por cien. Todo subtitulado de forma automática y quien sea oyente y no desee ver los textos debajo alegando que le molestan, que los desactive con su mando a distancia. 

Más teletextos, por favor. ¡¡ Subtítulos para todos!!

Josep Esteve Rico Sogorb


lunes, 2 de abril de 2012

No es lo mismo...

La cadena televisiva 'Antena 3' ha sufrido un 'lapsus' informativo al asegurar que miles de personas cogen el 'ferry' en Ceuta para llegar 'a España' en vez de decir 'peninsula', que sería lo adecuado.

Prefiero pensar, para no sentirme molesto, que ha sido un 'lapsus', una mala pasada de la memoria, así como suena, como lo ven y entre comillas, porque existiera ono alguna intencionalidad oculta, la empresa televisiva debería disculparse y rectificar.

De nuevo, fruto de la ignorancia, del guión informativoo vaya usted a saber por qué -cuesta creer que profesionales titulados y con suficiente formación cometan 'fallos' como éste- la españolidad de Ceuta queda en entredicho, cuestionada o cuanto menos diluida y manipulada.

Supongo que los guionistas del informativo de la cadena de Planeta -empresa editorial que presume de culta- y el locutor-presentador, sabrán dónde está Ceuta, qué es y a quién pertenece. O sea, que supongo que tendrán noticia y conciencia de que Ceuta es España y de que que forma parte del territorio nacional español.

Cuando uno oye estos 'fallos' le queda un mal sabor de boca y ganas de aclararle las ideas a quienes por activa o pasiva los cometen, sean ceporros o supercultos. Y queda mal y aún peor, si los autores son personas tituladas con un elevado nivel formativo como en este caso, que son periodistas.

Seguramente no habrán querido hacer daño ni ofender la sensibilidad y la identidad de los ceutíes pero el hecho resulta marginativo, discriminatorio y subestimante, lamentable y penoso para Ceuta y sus habitantes, que son tan españoles como el resto o incluso más, aunque estén en otro suelo o continente como es África.
A ver si se enteran de que España no es sólo ni lo mismo que la península ibérica, que los ceutíes van a la 'peni' y que franceses, marroquíes y portugueses, vienen a España.

No es lo mismo, no...

Por Josep E. Rico Sogorb

Invisibles

'Invisibles' es un programa de la tercera cadena televisiva nacional que a algunas personas les parecerá un morboso 'reality show' y quizá tenga algo de ello, pero solo un poco. En porcentaje, posee menos carga sensacionalista -la mínima diría yo- que la de otros muchos programas televisivos. Resulta muy acertada la idea o 'leit motiv' de este programa. Era algo que no se había realizado nunca en televisión, al menos de esa manera tan completa, profunda, íntima, íntegra, real y cruda.
Es valiente y humanitario a la vez ofrecer al público cual es y cómo es la pobreza más extrema y llevar a los hogares de la mayoría de españoles la cruda situación de los 'sin techo' a través de la novedosa y dura experiencia desde dentro y en sus propias carnes de un grupo de personajes famosos que cambian su habitual 'modus vivendi' transformándose en otros 'sin techo' y conviviendo en la calle con estas 'víctimas de la sociedad'.

Sí, valiente apuesta de la cadena televisiva en cuestión. Contemplar a la laureada olímpica Blanca Fernández Ochoa llorando de rabia, impotencia, dolor, incomprensión, injusticia o solidaridad con la conmovedora historia de su compañera en la calle o descubrir que el aristocrático empresario y deportista Álvaro de Marichalar no pudo resistir tanto dolor, tanta penuria y miseria, abandonando el reto de seguir y acabar su 'actuación' como personaje 'sin techo'; no es nada agradable sabiendo cómo son y viven cotidianamente estos famosos: lujos, comodidades, confort, dinero...etcétera. Es duro vivir lo que ellos. Vivir por unos días todo lo contrario de lo habitual y más cuando ésto es precisamente negativo: pobreza, mendicidad, falta de higiene o hambre.

Comprobar como la bellísima ex miss, modelo, actriz y presentadora televisiva Sofía Mazagatos lloraba mientras era echada por otros desconfiados y hostiles 'sin techo' de los acostumbrados lugares de mendicidad y descanso nocturno como bancos de parques y cajeros de bancos, nos removió las entrañas. Descubrir que el afamado cocinero Yeyo y el popular periodista del 'corazón' Miguel trapicheaban malvendiendo pañuelos para poder llevarse algo a la boca y que todos ellos como grupo entero dormían con cartones o a la intemperie en bancos de parques en los lugares más increíbles y que por 15 céntimos adquiridos mendigando se duchaban o que no siempre se nutrían en los comedores sociales; nos resulta muy fuerte de digerir y asimilar.

Ésto nos hace preguntarnos cómo estos famosos millonarios, adinerados o cuanto menos confortables y acomodados han sido capaces de realizar y vivir esta cruda experiencia: experimentar pobreza, hambre, necesidad, indigencia, mal trato e insolidaridad sociales y al tiempo 'familiarizarse' tanto con los verdaderos 'sin techo' que aparecen en el programa hasta el punto de hacerse amigos o casi 'hermanos'. No sé si para soportar todo ello les han ofrecido algo a cambio, les han pagado o prometido regalos. No me consta, aunque si es así, se comprendería -no lo criticaría, sería lógico- aguantar la experiencia a pesar del sincero abandono de Marichalar. Sin embargo, ellos dicen que se presentaron voluntarios y altruistamente.

Hay asuntos que desconocemos y en los que no puedo entrar a valorar, criticar o debatir. Habrá quienes todo esto le parezca un montaje, no lo sé. Pero la expresión de Blanca Fernández Ochoa llorosa, comprensiva, compasiva hacia su compañera como una Virgen de Murillo me hace creer hay verdad en el asunto, que ella es sincera y no falsea ni miente. Como el abandono de Marichalar, serio y circunspecto o el rictus sobrio del periodista Miguel cuando su compañero le cuenta su cruda historia. Creo que hay mucha verdad y realidad en el programa a pesar de las mínimas pinceladas sensacionalistas propias de saberse grabados por un cámara.

Lo verdaderamente importante son las problemáticas situaciones e historiales de los auténticos protagonistas 'sin techo' que aparecen en el programa como compañeros de esos famosos cuyas vidas nos ablandan el corazón y encogen el alma, porque no todos son culpables de verse en la calle sin nada. No todos son viciosos drogadictos o alcohólicos. Muchos fueron gentes normales, con trabajo, economía, casa y familia...y lo perdieron todo por crisis económicas o por depredación y opulencia destructiva bancario-financiera, por hipocresía social. Son pues, víctimas de la sociedad del bienestar, del sistema neoliberal capitalista que los engullió o de los fallos que este produce.Y el próximo podría ser cualquiera de nosotros. Usted o yo o algún conocido o familiar. Quien sabe. La vida da muchas vueltas

Pero la experiencia se me asemeja insuficiente o 'coja'. Peca de equilibrada o parcial porque sólo ofrece una realidad: el paso de la riqueza a la pobreza, vivir o sufrir lo contrario, en este caso el lado pobre. Para que sea completa e integradora, instructiva y didáctica, la experiencia debería mostrar la oportunidad a la inversa: ser y vivir por unos días 'Visibles'.

Pasar de la pobreza a la riqueza, bienvivir y disfrutar los 'sin techo' el lado bueno: lujo, fama, confort, comodidad, bienestar, dinero, opulencia, etcétera. Dénles, señores del programa en cuestión, esa oportunidad al revés, a los pobres, sin compasiones y sin manipulaciones o sin aprovecharse de sus penas. Se lo merecen. ¿Para cuando el programa 'Visibles'? Sería muy interesante y atractivo. Lo espero impaciente. ¿Usted no?

No, no me gustaría ahora ser un 'sin techo' ni verme en la calle en plena crisis mendigando y durmiendo entre cartones, ni siquiera en una ficción como estos famosos televisivos. Aunque a este paso, no lo sé. La crisis nos hace rozar el límite de la pobreza extrema. Algunos días no hay para comer y la nevera está vacía o nos tiene alguien que dejar un euro para pan, sea vecino o familiar. Esto nunca habia ocurrido. Ahora sucede a menudo.

A este paso, como los políticos no actuén, acabaremos en la cola de Cáritas y alimentándonos en comedores sociales como los personajes del programa televisivo 'Invisibles'. ¿A usted le gustaría? ¿Le agradaría ser y convertirse como ellos en un 'invisible' para la sociedad? Supongo que jamás. A mi no.

JOSEP ESTEVE RICO SOGORB, 'José Sogorb'