Más teletextos, por favor. ¡¡ Subtítulos para todos!!
Parece mentira que estemos en un
occidental europeo estado democrático de Derecho y Justicia Social y de
bienestar tecnológicamente desarrollado como se supone que es España. A mayores
I+D, contradictoriamente, mayores desequilibrios y más carencias e injusticias
se cometen a diario. El desarrollo tecnológico va cogido de la mano,
lamentablemente, de la discriminación social y de un tercermundismo evidente
impropio de una sociedad como es la nuestra y que se precia de moderna, avanzada,
dotada, justa y solidaria.
Se preguntarán ustedes después de
esta entradilla denunciante y protestona a qué me refiero. Se trata de una
situación de desamparo y discriminatoria marginación en el medio televisivo
hacia el colectivo ciudadano afectado por la sordera y de naturaleza
tecnológica sin olvidar otras causas relacionadas como la presupuestaria o
económica o la humana.
He comprobado (al menos en mi
lugar de residencia, la Comunitat Valenciana,
es claramente demostrable, y ustedes podrán asimismo comprobarlo) que desde que
existe la Televisión Digital
Terrestre o TDT (y muy a pesar de que ésta nos llega con ‘tropecientos’ canales)
hay muchas cadenas televisivas y bastantes programas que carecen de subtitulación de teletexto para sordos. Y no digamos de la interpretación en lengua de signos para sordomudos (lengua que está reconocida oficialmente) que a pesar de que su uso va aumentando, lo hace muy lentamente y sigue siendo minoritaria en televisión.
Estos hechos, discriminatorios y
marginadores con estos colectivos de ciudadanos cada vez más numerosos y en
constante aumento en nuestra ruidosa sociedad urbana generadora de pérdida de
audición (en España se detectan anualmente miles de nuevos casos de sorderas
tanto leves como profundas) y que las autoridades no tienen lo suficientemente
en cuenta, paradójicamente se producen en un estado, España, que recientemente
aprobó oficialmente la utilización y la traducción públicas de la Lengua de Signos para
Sordos/Sordomudos. Uso que, curiosa pero positivamente, va aumentando en las
administraciones públicas, partidos, organismos, entidades, colectivos etcétera; pero que contrasta
con la discriminación considerable de la ausencia o disminución de subtítulos
de teletextos para sordos en muchas emisoras y programaciones televisivas,
sobre todo desde que tenemos la
TDT y dejó de existir la clásica televisión analógica.
Antes, con el desaparecido y
anterior viejo sistema analógico de señales UHF-VHF y tradicionales antenas de
radiales o varillas, curiosamente abundaba bastante el teletexto. Entonces
había más cadenas y más programas con subtítulos para sordos que en la
actualidad. El ejemplo de esta aseveración es la mismísima Antena 3. Para
quienes nacimos con sordera y vivimos con ella, esta cadena fue desde su
fundación y durante años, nuestra salvación, por ser (era y fue) la única
emisora con casi el cien por cien (rozaba casi la totalidad) de su programación
subtitulada para sordos: informativos, reportajes, documentales, partidos,
concursos y películas; se mostraban con teletextos. El abanico televisivo fue
aumentando creándose nuevas cadenas que, o no ofrecían subtítulos o los
presentaban muy escasa o minoritariamente como Tele 5, Sexta, Cuatro u otras. Pero a
la vez, Antena 3, mientras se iban creando nuevas emisoras competencia, fue
paulatinamente reduciendo el número de programas subtitulados hasta llegar a la
actual práctica desaparición de teletexto para sordos.
Y hoy, quienes poseemos sordera
sufrimos discriminación y marginación por parte de la citada cadena Antena 3
que ha acabado por suprimir el teletexto (sin dar explicaciones, o al menos no
me constan) pasando de un extremo a otro: de usarlo mayoritariamente casi en su
totalidad a no utilizarlo. Pero no es Antena 3 la única que nos ignora y no nos
ofrece teletexto. Otras cadenas televisivas también pecan de lo mismo: nunca
nos ofrecieron subtítulos. No lo hacen hoy. Y dudo mucho que lo hagan en un
futuro a corto y medio plazo. Así que, más injusticia, más derechos
constitucionales pisoteados y más discriminación y marginación sociales. “¡Más
madera!”. Y suma y sigue.
Los sordos necesitamos
subtitulación, teletexto, en nuestros televisores. Tenemos derecho a ello (constitucional,
sobre todo, y legal como refleja la
Ley del Discapacitado sobre la atención y amparo de los poderes
públicos en general hacia los colectivos discapacitados). Tenemos derecho a la información (a conocer,
saber, enterarnos de las cosas), al disfrute de la televisión, a eliminar
barreras y obstáculos, a sentirnos iguales que los demás, a integrarnos en la
sociedad. Y la ausencia de teletexto en unas cadenas o la escasez minoritaria
de subtítulos en otras, es un impedimento a nuestro desarrollo personal y a nuestra
integración social además de vulnerar derechos fundamentales y suponer una
humillación personal. Nada es más doloroso para un sordo que estar con un grupo
de oyentes viendo una película extranjera doblada y no enterarse de nada ni
comprender por no oír y carecer de subtítulos.
No deja de ser un insuficiente alivio que podamos añadir subtítulos con nuestro mando a distancia de forma manual porque la actual tecnología (nuestras teles o pantallas de hoy y el nuevo sistema HD High Definition) lo permitan. Pero sigue pasando: muchas emisoras, pelis y programas carecen de subtítulos. Y aunque con el mando sintonicemos este servicio, nos sale la frase "no hay subtítulos", a pesar de darle al botoncito "tittle" correspondiente.
Así pues, en justicia y derecho,
por humanidad y solidaridad; en nombre de los sordos y sordomudos de España exijo subtítulos a todas
las cadenas televisivas y para todos sus programas. Al cien por cien. Todo subtitulado de forma automática y quien sea oyente y no desee ver los textos debajo alegando que le molestan, que los desactive con su mando a distancia.
Más teletextos, por favor. ¡¡ Subtítulos para todos!!
Josep Esteve Rico Sogorb