"Ni el Poder ni la Gloria". Blog de Josep Esteve Rico Sogorb

Artículos de opinión e investigación sobre Historia, Lengua, Literatura, Arte, Cultura, Política, Sociedad, etcétera. La mayoría publicados en medios de comunicación en papel y digitales de todo ámbito territorial tanto en España como en el extranjero

lunes, 29 de abril de 2013

Poesía de Ángela Díaz, Conchita Rivera, JM Sanrodri y Eva Palenzuela; en La Tartana

Los poetas ilicitanos Ángela Díaz, Conchita Rivera, José Manuel Sanrodri y Eva Palenzuela recitaron una selección de sus mejores poemas en la tetería 'La Tartana' de Elche los pasados jueves 18 y 25 abril respectivamente, en el sexto y el séptimo de los recitales poéticos "Entre Versos e Infusiones" del ciclo "Los Jueves de La Tartana" que lleva a cabo la Agrupación

Ángela y Conchita son hija y madre. Ambas comparten la pasión por la poesía y la literatura en general. La primera ya tiene publicados dos poemarios y un libro en prosa poética y la segunda está preparando la edición de su segundo poemario tras agotarse el primer libro de poesía que publicó hace pocos años.

Inició el recital Conchita Rivera, la más veterana, recitando algunos poemas en rima, de los nuevos que saldrán en su próximo segundo libro. Aunque más que recitar, escenificó e interpretó con un destacado vozarrón, haciendo gala de sus dotes como actriz ya que pertenece a un grupo teatral. Tocó principalmente las temáticas del amor, de la familia, de la amistad, aunque también el paisajismo localista cantando a las excelencias de nuestra ciudad, Elche. Terminó su recital con un poema en el que dio consejos a la juventud de cómo ir por la vida. 

A continuación, Ángela Díaz, su hija, recitó principalmente varios poemas de su primer poemario titulado "Disparatemas" y después recitó textos de su último libro "3 cartas a Michel y 12 para mi misma", resultando ser cartas intimistas y de amor impregnadas de mucha dulzura pero estéticamente de aspecto multicolor con imágenes de la pintora ilicitana Laura Guillén.  Por último, concluyó su intervención recitando un poema suyo de los más antiguos, sacado como del baúl de los recuerdos, haciendo un canto a la vida, al amor y la felicidad poniendo énfasis en la necesidad de ser libre. 

Al siguiente jueves, día 25 de abril, les tocó el turno a los poetas ilicitanos José Manuel Sanrodri y Eva Palenzuela. Comenzó el primero recitando poemas inéditos de su ‘cosecha’ más reciente con voz emocionada y trémula. Sorprendió su cambio en el estado de ánimo personal y en la intensidad de los poemas, pues se mostró al público más calmado si cabe, aunque más profundo y reflexivo que hace unos años, cuando se dio a conocer con sus primeros libros de poesías enérgicas, con fuerza y pasión. La mayor parte de las poesías que recitó fueron dedicadas a sus seres queridos que fallecieron, destacando aquella que leyó en homenaje a su abuelo el empresario ilicitano Joaquín Pérez Gómez, muy querido por los ilicitanos y apodado “El Limpia” por su inicial trabajo de niño como limpiabotas. Emocionado y sensible, Sanrodri terminó su recital con el poema que, quizá, le haya hecho más conocido en el mundillo literario local: la poesía dedicada a su hermano tristemente fallecido. Un poema que habla de la huella que éste le ha dejado al poeta, de su recuerdo y de su ausencia. Poema que fue muy aplaudido por el público. 

Eva Palenzuela, por su parte, recitó intercalando o alternando sus poemas de amor, de juventud y algunos sociales, con su compañero Sanrodri. Ambos se intercambiaron recitando a turnos. Incluso improvisaron un juego con el público en un intento de hacerle partícipe y de complicidad, cosa que lograron: implicaron a los presentes a escribir frases sueltas individualmente en un folio de forma espontánea para después hilvanar o encadenar esas frases hasta componer un poema completo que luego fue leído. Un poema que provocó risas y gestos de admiración debido a la proliferación de frases graciosas pero también de frases literarias de suma belleza poética. 

Y eso fue todo. El rato resultó agradable. Hasta la próxima.

Josep Esteve Rico Sogorb

sábado, 13 de abril de 2013

Jesús Zomeño y Miguel Salinas recitaron relatos antibélicos y poemas eróticos en 'La Tartana'

El sobrio antibelicismo narrativo de Jesús Zomeño y el sutil erotismo poético de  Miguel Salinas ‘impregnaron’ el ambiente de la tetería ‘La Tartana’ en el 5º recital del ciclo ‘Entre Versos e Infusiones'.

Los autores recitaron relatos y poemas inéditos el pasado jueves 11 de abril ante una nutrida concurrencia formada mayoritariamente por escritores y poetas locales que les aplaudió efusivamente. Al finalizar el evento, todos posaron en una nutrida foto de familia como recuerdo para la posteridad.

El tercer ciclo anual de recitales de poesía y narrativa ‘Versos e Infusiones’, organizado por la Agrupación y Tertulia Literaria ‘El Picudo Blanco’ con la participación de la tetería ‘La Tartana’ como escenario y con la colaboración del Consulado Comarcal de Poetas del Mundo y del Grup Cultural Ilicità ‘Tonico Sansano’,  avanza exitosamente y ya se acerca a su ecuador.  Estos recitales cada jueves se llevarán a cabo a lo largo de tres meses, hasta mediados de junio. Cada sesión, con dos autores diferentes en estilo y temática, recitando desde las ocho y media de la tarde durante 40 minutos una selección de sus poemas, inédita, publicada o mezcla de ambas.  Tras los anteriores recitales de los pasados jueves 14, 21 y 28 de marzo y 4 de abril a cargo de los poetas Ana Esmeralda, Raimon Gonzálvez, Teresa Vives, Leonor Carmona, Antonio Aniorte, José Oliver, Maria Biloba y Tania Torres;  les tocó el turno este reciente jueves 11 de abril a los poetas ilicitanos Jesús Zomeño y Miguel Salinas. 


Inició el recital el editor, abogado, poeta y escritor Jesús Zomeño. Un autor local, que a sus cuarenta y tantos años ha llegado a la madurez personal y literaria, pues lleva escribiendo y publicando desde su adolescencia en el instituto. Es ya todo un experto y está curtido en lides literarias. Poseedor de una larga y extensa obra tanto en narrativa como en poesía, conocido fuera de Elche, incluso a nivel estatal. Y como editor, es célebre su colección ‘Diarios de Helena’. Como anécdota, cabe destacar su afición a coleccionar cascos militares de la Primera Guerra Mundial, hecho histórico del que es un especialista y sobre el que gira una importante parte de su obra literaria. Su último libro versa sobre el personaje de un soldado belga de aquella ‘Gran Guerra’ de trincheras.

Zomeño desempolvó del olvido, de su particular baúl de los recuerdos, unos relatos inéditos que él mismo escribió hace unos 20 años y que recientemente descubrió de forma casual. Relatos que ni siquiera recordaba haber escrito. Con voz calmada, bien modulada, templada y cálida; fue leyendo una selección de páginas de su libro así como algunos de tales relatos inéditos de la adolescencia. Zomeño presentó el tema de la guerra como una excusa o un motivo para ofrecer con prosa descriptiva y detallista y con un estilo cuidado o pulido de suma sencillez, una honda o profunda reflexión de las pasiones y debilidades humanas, de las dificultades y de los sentimientos críticos hacia el sistema en aquella época de 1914.  Zomeño mostró la guerra de fondo, en segundo plano. Recitó con sobriedad pero a la vez con crudeza lánguida, los avatares de ese soldado belga, sin belicismos, sin militarismos; porque en el fondo lo que recitó no fue un alegato a favor de la guerra (ni siquiera de aquella Primera Guerra Mundial de 1914) sino todo lo contrario: una crítica en contra, sin llegar al esperpento, pero denuncia al fin y al cabo. La descripción detallista de la casa de aquel soldado belga bombardeada por unos y otros contendientes, las palabras de este personaje criticando a tales adversarios (especialmente a los americanos, de quienes comentaba que siempre sonreían y ofrecían tabaco), la pormenorizada explicación del cadáver de su amada con especial hincapié en sus puntiagudos pezones; entre otros aspectos, resultaron originales y algo fuera de lo habitual dentro del ciclo de recitales de ‘La Tartana’. Zomeño, que se ajustó a esos 45 minutos de tiempo, agradó sumamente y fue muy aplaudido.

A continuación, el joven poeta ilicitano Miguel Salinas, revelación y promesa de la actual poesía local y miembro de la Tertulia ‘El Picudo Blanco’ , recitó una selección de sus últimos poemas inéditos que llevaba escritos a máquina en varios folios. Su recital ofreció una muestra poética de su obra basada en una relación amorosa de pareja, pasando por los distintos estadios o etapas de la relación: la inicial o de conquista, la intermedia o de consolidación, la pasional marcada por el sexo, otra posterior de simple cariño y la última, la de ruptura o alejamiento tras el tedio y hasta llegar al recuerdo. Con voz cálida, suave y casi a susurro, fue desgranando cada una de estas situaciones a lo largo de tal relación, con un estilo poético claro y conciso impregnado de sutileza. Versos cortos, no muy largos. Poemas de la pasión y atracción corporal con una bella descripción de la anatomía femenina. Poesías del desenfreno junto a versos del despecho. Poemas de erotismo sutil y de sexo con lujuria regado de borracheras. Amor y odio intrínsecos y entrelazados, cogidos de la mano, concluyendo con unos versos lánguidos, tibios y templados de despedida al amor que no está ya recalcando el aspecto del recuerdo lejano, de la añoranza o de la nostálgica melancolía de aquella relación. Salinas gustó bastante, fue aplaudido y algunos de sus poemas agradaron más que otros. Incluso hubo poemas suyos que gustaron más que los de Zomeño, sin embargo éste agradó en su totalidad.  Quienes conocemos bien a Miguel Salinas y conocemos toda su obra (pasada y actual) nos sorprendimos al acabar su recital. Este joven poeta ha experimentado un evidente cambio evolutivo literario y personal dando un paso hacia la madurez poética y hacia la sensatez. Ha suavizado de su poesía, la contundencia desgarradora y la crudeza de sus inicios revelando un estado de ánimo interior mucho más calmado. Estábamos acostumbrados a aquel Miguel Salinas fuerte, enérgico, duro, sin pelos en la lengua o en la pluma que no dejaba títere (o mujer) sin cabeza. Opiniones las hay de todos los gustos. A unos les gustará su anterior poesía y a otros, la actual. A menudo los poetas experimentan etapas de cambio y evolucionan. Juzguen ustedes.

Al concluir el recital,  Jesús Zomeño y Miguel Salinas se fotografiaron ante la fachada de la tetería ‘La Tartana’ junto a un destacado grupo de escritores, periodistas y poetas ilicitanos como Antonio Zapata, Francisco Gómez, Pere Vicente, Jesús Lozano, José Manuel SanRodri, entre otros; en una instantánea imagen de recuerdo para la posteridad.

El ciclo de recitales continúa. Les esperamos este próximo jueves 18 de abril a las ocho y media en ‘La Tartana’. Recitarán las poetisas locales Ángela Daniela Díaz  y  Conchita Rivera, madre e hija respectivamente. Nos vemos allí. Y gracias.

Por Josep Esteve Rico Sogorb

domingo, 7 de abril de 2013

Antonio Aniorte, José Oliver, Tania Rodríguez y María Biloba; recitaron en ‘La Tartana’ sus últimos poemas inéditos los pasados jueves 28 de marzo y 4 de abril, respectivamente.

Antonio Aniorte, José Oliver, Tania Rodríguez  y  María Biloba; recitaron en ‘La Tartana’ sus últimos poemas inéditos los pasados jueves 28 de marzo y 4 de abril, respectivamente.

Las temáticas y estilos variados abarcaron desde el amor y la sensualidad hasta la rebeldía personal y la crítica antisistema.

Los poetas masculinos destacaron por un joven romanticismo en poemas intimistas y por la madurez irónica de un monólogo en prosa de denuncia social.

Las poetisas, de estilos diferentes, mostraron su sensibilidad femenina con poemas amorosos, sensuales, eróticos e incluso de compromiso social.

El próximo recital será el jueves 11 de abril a cargo de los poetas ilicitanos Jesús Zomeño y Miguel Salinas.

El tercer ciclo anual de recitales de poesía y narrativa ‘Versos e Infusiones’, organizado por la Agrupación y Tertulia Literaria ‘El Picudo Blanco’ con la participación de la tetería ‘La Tartana’ como escenario y con la colaboración del Consulado Comarcal de Poetas del Mundo y del Grup Cultural Ilicità ‘Tonico Sansano’,  avanza exitosamente y ya se acerca a su ecuador.  Estos recitales cada jueves se llevarán a cabo a lo largo de tres meses, hasta mediados de junio. Cada sesión, con dos autores diferentes en estilo y temática, recitando desde las ocho y media de la tarde durante 40 minutos una selección de sus poemas, inédita, publicada o mezcla de ambas.

Tras estos primeros tres recitales que tuvieron lugar los pasados jueves 14 y 21 de marzo, a cargo de los poetas Ana Esmeralda P. Recuenco, Raimón Gonzálvez, Teresa Vives y Leonor Carmona; seguidamente recitaron los días  28 de marzo y 4 de abril  los autores Antonio Aniorte y José Oliver así como las poetisas María Biloba y Tania Rodríguez, respectivamente.

El poeta Antonio Aniorte, músico guitarrista, fue el ‘descubrimiento’ de la velada como ‘joven revelación’ ya que leyó de una libreta, una colección de poemas escritos a mano de su puño y letra, poemas totalmente inéditos y dedicados a su ‘musa’, una mujer presente entre el público y que hasta el último momento no se supo su identidad. Aniorte, aunque empezó algo tímido y ruborizado, se liberó a mitad de recital y con soltura se reveló como un intimista romántico, algo utópico y soñador, con toques místicos y mitológicos por sus referencias a personajes griegos.

Por contra, José Oliver, fue en esta velada poética, la nota sensata, madura, práctica, realista y pragmática por su madurez no solo en edad y experiencias vividas sino por la gran moraleja que nos reveló tras leer un crudo monólogo en prosa de denuncia social contra los políticos y sobre la crisis (utilizando el personaje del presidente del Gobierno, aunque atribuible a cualquiera de los pasados y actual jefe del Ejecutivo)  pero con tono irónico y que en ocasiones fue interrumpido por las risas del público. Si Aniorte gustó por su rebosante y exquisito o refinado romanticismo, inusual en la mayoría de la juventud actual; Oliver hizo las delicias de los asistentes, que disfrutaron con sus jocosas críticas y con unos sonetillos o rimas al estilo de Sabina que sacó del baúl de los recuerdos.

María Biloba y Tania Torres, poetisas afincadas en Elche, recitaron el pasado jueves 4 de abril una selección de sus mejores poemas prácticamente inéditos y desconocidos para el gran público ilicitano. Con diferentes estilos, ellas  tocaron temáticas diversas como el amor, la familia, la amistad, la añoranza a la tierra de origen, la sensualidad, el intimismo, la rebeldía personal, la crítica y el compromiso social o la denuncia antisistema, entre otras cosas. Ambas se intercalaron o alternaron el recital mediante intervalos o turnos, leyendo grupos de poemas durante 15 minutos cada una.

Días antes del recital, María Biloba confesó que escribía para si misma, “por necesidad” interior, que sus textos eran y son muy íntimos, que no había publicado libro aún y que a lo sumo leía sus poesías ante sus amistades o en algún evento como los últimos maratones literarios en La Calahorra.

María Biloba recitó con voz fuerte, enérgica, bien modulada, clara y tajante (aunque algo rápida, por querer leer mucho en tan poco tiempo). El público se sorprendió ante el estilo nítido, directo, sencillo, limpio y natural de una poesía perfectamente comprensible que sonaba fresca y joven pero a la vez sensual, íntima e incluso erótica en algunas frases. Fue muy aplaudida.

Tania Libertad Torres Rodríguez, de origen nicaragüense pero residente en Elche y cuyo nombre literario es ‘Tania Rodríguez’, leyó también de una libreta varios de sus mejores poemas inéditos escritos a mano de su puño y letra. Con voz calmada, mansa, apacible y cálida, casi a susurro y destacando su dulce acento centroamericano hablando muy despacio; mostró sobre todo en los poemas de corte sentimental hacia sus seres queridos y su tierra de origen (Nicaragua) un delicado y sutil estilo aunque con algunos cultismos y por tanto más retórico y cultivado que el estilo de María Biloba.  Tania se inició un tanto tímida y con voz algo apagada que casi no se oía al final de la sala pero a los pocos minutos de empezar, se animó. Cogió fuerzas, velocidad y volumen, lo cual todos los presentes agradecieron, y por tanto fue de menos a más. Acabó muy segura y con pleno dominio o autocontrol.  Quizá se notó menos su evidente compromiso social y cívico con las causas de los oprimidos dada su condición de persona revolucionaria de izquierdas y muy activista. En este recital mostró su lado más sentimental. Tania, al contrario que María, es bien conocida en Elche por su activismo ideológico y por sus crudos poemas de ataque contra las injusticias. De hecho ha participado en muchos recitales de poesía leyendo sus poemas más “cañeros”. Aquí en ‘La Tartana’ demostró que no es tan dura ni enérgica. Demostró que también es una mujer hipersensible, dulce, romántica, y apasionada; que ama y que siente hasta el infinito.

Ambas poetisas fueron muy aplaudidas y agradaron al público.  Cada una en su estilo y en su forma de hacer poesía. Se complementaron. No se trató de un duelo poético, ni compitieron, solo fue una muestra de lo que cada cual escribe. Quizá los aplausos a María Biloba parecieron más largos y efusivos pero Tania se llevó igualmente el reconocimiento de los presentes. Demostraron que las mujeres saben y pueden hacer POESÍA (así, en mayúsculas) tan bien y tanto como los hombres. Por aquel tópico de que curiosamente hay más poetas que poetisas. Son muchas las excepciones que no confirman la regla. Como Tania y María. 

Hay que destacar que fuera de la programación y de forma espontánea, la octogenaria poetisa ilicitana Ángeles Mollá fue la nota simpática de la velada al recitar unos poemas en rima dedicados a Elche.

Les esperamos el próximo jueves 11 de abril a las ocho y media de la tarde en ‘La Tartana’. Recitarán los poetas ilicitanos Jesús Zomeño y Miguel Salinas. Hasta entonces.


Por Josep Esteve Rico Sogorb