"Ni el Poder ni la Gloria". Blog de Josep Esteve Rico Sogorb

Artículos de opinión e investigación sobre Historia, Lengua, Literatura, Arte, Cultura, Política, Sociedad, etcétera. La mayoría publicados en medios de comunicación en papel y digitales de todo ámbito territorial tanto en España como en el extranjero
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miércoles, 24 de febrero de 2016

La exposición de Sixto Marco

La exposición de Sixto Marco

He visitado en Elche, la Casa de la Festa, donde se muestra la exposición visual “El Fill del Tró”. Una exposición en homenaje a la efeméride que este año se cumple: el centenario del nacimiento de Sixto Marco. La muestra es más cartelística y fotográfica que pictórica, ya que la mayoría de sus elementos son fotos, paneles, displays, carátulas y carteles con algún que otro esporádico dibujo y algún aislado cuadro de este personaje célebre y pintor afamado que fue Sixto Marco.

Me esperaba más y mejor. No es que la exposición esté mal, es que resulta insuficiente, poca cosa. Lo cierto es que causa una pobre y desangelada impresión. Lo más destacado y positivo de la muestra son las fotos de Sixto como San Juan y futbolista, litografiadas sobre displays de cartón a tamaño real, lo que verdaderamente impacta. A la entrada, y ante la escalera, una mesita con folletos explicativos y frente a ella Sixto como Sant Joan, invitando a descubrir el resto de la exposición, si bien un cartel con una flecha indicando que se encuentra en la primera habría sido de agradecer. Lo digo para no estar preguntando constantemente al bueno de Cotes, conserje de la Casa de la Festa y cantor del Misteri.

Cruzado el último peldaño de la escalera en la primera planta, la vista hace un repaso del lugar. Al frente una foto grandísima con imágenes de diversos momentos de Sixto a lo largo de su vida como su boda con la primera esposa. A la derecha junto a la escalera, el gigantesco display de cartón de Sixto futbolista. Al fondo, a la derecha, junto al ascensor, tras un estrecho y corto pasillo, una pared final presenta el cartel de esta exposición titulada “El Fill del Tró”.

En el centro de la primera planta está el recuadro o hueco interior que forma el pasamanos de la escalera. Si giramos la cabeza como un periscopio, la vista detecta en las paredes la presencia de algunas pinturas y algunos dibujos de Sixto entremezclados con cuadros que pertenecen al lugar desde hace años, que son del Misteri, de la Casa de la Festa, y que no tienen nada o poco que ver con Sixto Marco ni con esta exposición; como por ejemplo, el grabado donde se ven la tramoya barroca y la cúpula de Santa María. Es decir, que las escasas obras de Sixto que se han incluido en la exposición, además de ser pocas (Sixto Marco se merece más cantidad de obras, una muestra más completa e integral, como cualquier pintor realiza en cada exposición) siguen un orden desordenado, esporádico, incoherente, discontínuo, a trompicones, a salto de mata. Cuesta descubrir qué obra es de Sixto (de esta exposición) y cual es de la Casa de la Festa, del Misteri. Están todas ellas intercaladas en secuencias ilógicas, y la vista nos da bandazos.

La Casa de la Festa, en su primera planta tiene otra sala donde se han hecho exposiciones de pintores locales. Una sala más adecuada que el rellano de la escalera frente al ascensor y al recuadro o hueco interior. Recuerdo la muestra que sobre el Misteri y la Venida expuso en esta sala la pintora ilicitana Lola Martínez Lorenzo, por citar algún ejemplo. Toda coherente, ordenada, correlativa con sus cuadros en las paredes colocados en un recorrido visual contínuo y seguido, concatenado.

Sixto se merecía algo más, algo así como que esta exposición “El Fill del Tró” en homenaje al centenario de su nacimiento y como repaso a su vida y obra se hubiera instalado en esta sala y no en el rellano de la escalera de la primera planta junto al ascensor. Pero sobre todo, Sixto Marco se merecía una exposición de una numerosa colección completa y variada de su obra artística, no solo de la parte de ella que dedicó al Misteri, sino de todo su extenso y amplio curriculum tanto en pintura y dibujo como en escultura.

Eso sí, disfruté con los enormes displays de Sixto futbolista y cantor. Me gustaron. Y también me agradó la foto grande de su boda. Son los aspectos positivos de la exposición.

Puede que les resultara imposible a los organizadores conseguir para esta muestra muchos más cuadros y de temática más variada o amplia. Si es así, lo entiendo, lo disculpo y me conformo con lo que se ofrece, aunque me parezca poca cosa, pues me quedé con ganas de más. Pero es mejor poco que nada, ¿verdad?

Por Josep Esteve Rico Sogorb
(Publicado en diario elche news)

domingo, 31 de enero de 2016

El siglo de Sixto Marco


Sixto Marco habría cumplido cien años el pasado 25 de enero, y ello habría sido posible dado el aumento de las expectativas de vida pues ya se llega con cierta facilidad al siglo de existencia. De hecho tenemos algunos ilicitanos centenarios y otros rondando esta edad. Pero no fue su caso.

Nuestro personaje, porque lo fue, indudablemente; nació y murió en Elche. Vino al mundo en tal día y tal mes de 1916 y nos dejó el 13 de enero de 2002. Curiosamente ambas cosas, nacimiento y muerte sucedieron en enero. Paradojas de la vida.

Hombre polifacético, artista muy creativo con una variedad de técnicas en pintura y escultura, su obra tiene un mérito muy alto en originalidad.

Sixto recibió homenajes en vida, en su fallecimiento y después de muerto. El actual ayuntamiento realizó un acto en su memoria. Otras entidades como el Patronato del Misteri también mantienen eventos en su honor como una exposición titulada “Sant Joan, el Fill del Tró”, por la efeméride del centenario de su nacimiento. Ahora, en estos días se le recuerda. Su figura, su obra y su personalidad, están de actualidad yendo de boca en boca entre los ilicitanos.

Pero, ¿cómo cabe recordar a Sixto? Cada cual tendrá su particular visión del personaje según la experiencia con él, según la relación que tuviera con él. Habrá opiniones para todos los gustos y puesto que la perfección no existe y Sixto no lo era, evidentemente, tendrá detractores y partidarios tanto en lo personal como en lo artístico, como los tuvo en vida.

Pero la verdad, y hay que reconocerlo, Sixto Marco nunca dejó a nadie indiferente. No pasó desapercibido. Incluso resultó polémico en algunas ocasiones y como muchos artistas fue todo un agitador social, un crítico del sistema, un genio incomprendido, un rebelde con causas o sin ellas, una voz denunciante de injusticias, mitad quijote mitad panza…y sobre todo, fue una persona con un ego muy sobresaliente, con un carácter muy pasional, osado, atrevido, apasionado y temperamental. Hasta sus cabreos fueron célebres.

Sin embargo, su huella personal en sectores como el fútbol y las fiestas locales (como jugador y cantor del Misteri) y su obra artística están ahí, no las podemos olvidar. Nuestro Hijo Predilecto de Elche (título concedido por el Ayuntamiento) estuvo 25 años cantando en el Misterio interpretando mayormente el papel del apóstol San Juan Evangelista, el de la Palma, con su voz de tenor que para algunos era algo ronca. Y para otros, la mejor voz. Y hasta hay quienes dicen que fue el mejor San Juan del Misteri del siglo XX no solo por ser seguramente quien representó más años este papel. Para gustos colores.

Pictóricamente, Sixto Marco, fue quizá, junto a Cañizares, (artista de estilo clásico y conservador pero excelente pintor muy afamado internacionalmente), el pintor ilicitano del siglo XX más destacado y conocido en el resto de España y del extranjero ya que viajó a varios países del mundo (Francia, Holanda, Italia…) debido a la gran repercusión que consiguió gracias a sus obras. Aunque practicó otras disciplinas como el dibujo, la escultura y los murales.

Destacó por su propio estilo, resultado de una constante evolución durante su vida. Fue miembro del colectivo de pintores llamado “Grup d’Elx”, movimiento considerado clave en la renovación plástica valenciana de postguerra.

La primera muestra pictórica de Sixto data de 1956, estrenándose con una exposición en la vecina Alicante compuesta de 30 pinturas al óleo, en su mayoría imágenes de escenas del Misterio de Elche. Por ello, en sus inicios como pintor, Sixto ejerció un estilo clásico sobre temas clásicos como el Misteri, para pasar seguidamente a un surrealismo. El protagonista principal de la obra de Sixto fue la imagen del hombre, su denominación genérica. Su ingrediente más singular fue la existencia de elementos de distorsión como el desplazamiento anatómico. Derivó con la madurez y años de experiencia hacia un estilo renovador, rompedor, transgresor, de trazos irregulares en cuanto a la línea y colores cálidos en los fondos. Así pasó del clasicismo al surrealismo para acabar rozando el límite de lo abstracto.

Yo recuerdo a Sixto, con su figura elevada, larguirucha, enjuta. Recuerdo su mostacho, su calva, sus andares amplios a zancadas, y su expresión apretada o constreñida cuando pasaba de largo. Pero cuando hablabas con él, era tan vivo y tan expresivo que de forma sonora se reía de si mismo y de los demás y hasta se cabreaba contundentemente.

Cien años. Siglo XX, el siglo de Sixto.Un siglo de Sixto Marco. Y sigue siendo “genio y figura” catorce años después de su sepultura. In memoriam.

Por Josep Esteve Rico Sogorb (José Rico)
(Publicado también en diario Elche News)
http://elchenews.es/opinion/el-siglo-de-sixto/