"Ni el Poder ni la Gloria". Blog de Josep Esteve Rico Sogorb

Artículos de opinión e investigación sobre Historia, Lengua, Literatura, Arte, Cultura, Política, Sociedad, etcétera. La mayoría publicados en medios de comunicación en papel y digitales de todo ámbito territorial tanto en España como en el extranjero
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sábado, 6 de abril de 2024

EL RIEGO Y LOS TRASVASES EN EL CAMPO ILICITANO

El problema de la escasez de agua, especialmente aquella destinada a regar, es una cuestión de interés común y público que viene de siglos atrás y que aún hoy está por resolver definitivamente, lo que parece un imposible. Que dependamos de las pocas e irregulares lluvias, de las reducidas capacidades de las balsas, de los mermados pantanos, de las desaladoras y de los trasvases; es una situación que en el fondo no satisface plenamente a nadie: ni a los agricultores, ni a técnicos, ni a las autoridades ni a la población en general.

Existen alivios importantes, soluciones parciales que no están exentas de polémicas por intereses políticos-partidistas, intereses territoriales-administrativos y discrepancias de toda clase entre técnicos especialistas en recursos hídricos, climatología y agronomía y autoridades gubernamentales de las administraciones públicas de cualquier ámbito territorial.

Muchas de estas iniciativas llevan retraso, están aplazadas o paralizadas colmando la paciencia de los labradores que ven como sus reclamaciones se esfuman y aumentan o se agravan sus problemáticas y necesidades. Aún hoy, cuando el cambio climático y sus efectos negativos sobre el campo son evidentes y la ciencia además de demostrarlos insiste en tomar medidas urgentes para revertir el deterioro de la Naturaleza, tenemos la necesidad y la exigencia de buscar y hallar aguas en bastante cantidad y que puedan remediar o aliviar las carencias y las problemáticas agrícolas.

Los riegos de los huertos del término municipal ilicitano dependían y dependen históricamente desde la Prehistoria hasta hoy de las fuentes naturales que se nutren de la lluvia (río Vinalopó, río Segura, Hondo, río Tarrafa de Aspe, aguas de Barrenas y Romero, manantiales, acuíferos, embalses del Pantano de Elche y de Villena, entre otros) y de la distribución de sus aguas que llegan aquí mediante un sistema de expansión de caudal hídrico compuesto por canalizaciones, azarbes, presas, compuertas, “trencaors”, partidores, balsas y elevadores (estaciones elevadoras).

La mayor parte del caudal de agua de riego de las tierras agrícolas del término municipal ilicitano provenía antiguamente (y aún proviene actualmente) del río Vinalopó. Nuestro río fue caudaloso, ancho y navegable en barca a lo largo de la historia hasta el siglo XIX. Nuestro río, conocido por los romanos como “sonoro y caudaloso Alebus” durante su existencia no siempre ha contenido ni ha soportado ni ha llevado el mismo caudal.

La necesidad de tener suficiente agua para regar las tierras agrícolas ilicitanas obligó a crear el embalse y presa de la laguna del Pantano y a aprovechar la laguna del Hondo (después de conseguir nuevas tierras agrícolas mediante el drenaje de gran parte de su zona húmeda) para acumular bastante caudal de agua y destinarlo a regar huertos. Esto provocó la transformación morfológica u orográfica del río Vinalopo (que antaño ocupaba los márgenes del cauce en toda su anchura) al actual hilillo que fue canalizado por medio del hormigonado y cimentado en su paso por la ciudad.

Los ilicitanos, históricamente, cuando hemos sufrido escasez hídrica propia y preocupante sequedad, sin disponer de nuestros propios recursos, hemos tenido que traer el agua de otros lugares lejanos. Ejemplos tenemos suficientes: la propuesta de Don Juan Coloma, conde de Elda y Cocentaina en 1535 de “traer agua del río Xúquer y beneficiar así a la huerta y campo de Elche”. En 1668 se construyó un tomador de agua en el Xúquer que por medio de azarbes regó el sur del Reino de Valencia. En el caso nuestro, las aguas del Xúquer bajaron mezclándose con las aguas del Vinalopó, tal y como aseguraba que era posible el vecino de Elda Tomás Bernabéu en ese año de 1668.

En 1803, por medio de la Real Orden del 23 de abril, Su Majestad el Rey Carlos IV de Borbón ordenó que se procediera inmediatamente al vaciado de la laguna de Villena en favor de Elche para que ese caudal pudiese regar debidamente el término ilicitano y paliar así la grave sequía que padecían nuestros cultivos. De tanto “alimentar” a las tierras del sur, la laguna de Villena se secó, desapareció y no existe actualmente. Un histórico recurso menos con el que no contamos.

Pero de nuevo, los ilicitanos volvimos a necesitar agua de fuera, trajimos para el riego de nuestras tierras aguas de lejos, de otros lugares y en 1847 se aprobó efectuar un trasvase y una canalización desde el río Xúquer. Trasvase y canalización que llevaron los sobrantes de allá hasta el campo de Elche. Los costes de financiación fueron sufragados mediante recolecta popular por unos 1114 subscriptores (mayormente hortelanos, agricultores). El arquitecto Peyronet fue el diseñador de este trasvase. Y en 1860 el Gobierno de Madrid, ante las reclamaciones de los ilicitanos por la grave sequía existente, aprobó la desviación del sobrante del Xúquer que regó el campo de Elche aliviando la situación y evitando la pérdida de cultivos y de cosechas.

Nuestros históricos recursos hídricos (Villena, Xúquer y otros…) desaparecieron y otros sufrieron merma o disminución de caudales, por lo que los ilicitanos tuvimos ante la escasez hídrica (pocas lluvias y fuerte sequía) que buscar y hallar nuevas fuentes, nuevos recursos más allá, lejos de nuestro término. Es cuando en 1906 el personaje ilicitano Joaquin Santo Boix presenta un proyecto para traer agua sobrante del río Ebro obteniéndola en las localidades de Pina y Escatrón (Zaragoza) y derivándola, por medio de canalizaciones, de un trasvase en las tierras de Teruel, Valencia y Alicante dividido en tres partes. Fue la primera vez históricamente que se planteó un trasvase de agua del Ebro para riego de la región valenciana y por consiguiente del campo de Elche. Hoy en día aún se reivindica esta solución, se mantiene activa su petición, y son muchas las ocasiones en las que el tema se ha tratado y debatido por técnicos y políticos sin llegar a una solución final y definitiva porque se dan conflictos interterritoriales e intereses entre las autonomías implicadas (sin solidaridad interregional) por las que atraviesa el río Ebro y que se apropian de la titularidad o propiedad del río y de su caudal olvidándose de que el agua es un bien común y público, un bien de todos y no de unos ni de otros. En todo caso es propiedad del planeta, de la Naturaleza.

También hubo en 1912 un proyecto para llevar aguas sobrantes de las Lagunas de Ruidera en Ciudad Real al cauce del Vinalopó con las que regar el campo de Elche. Este proyecto fue presentado por el ingeniero Mira de la Cámara Agrícola de Alicante a expensas del personaje ilicitano Ramos Bascuñana, entusiasta ideólogo y promotor del proyecto.

Y del Ebro pasamos a buscar aguas en un nuevo recurso también lejos: el río Tajo. En 1932, el ingeniero de la Confederación Hidrográfica del Ebro Manuel Lorenzo Pardo presentó un proyecto para traer aguar sobrantes del río Tajo regulándolas en los regadíos del cauce del río Segura y poder así abastecer las huertas y campos de Lorca, Cartagena y las tierras de Elche y Alicante. Este proyecto de trasvase “Tajo-Segura” fue actualizado varias veces para ser añadido a diversos expedientes sobre traídas y trasvases de agua de ríos para el riego agrario de las tierras del sur del Levante. De hecho hoy en día es el recurso principal nuestro y su caudal, autorizado por el Gobierno de Madrid, es el que riega mayormente los huertos ilicitanos.

Se puede comprobar como Elche a lo largo de su historia ha ido sufriendo cambios en sus recursos hídricos. De disponer de recursos propios locales y próximos o cercanos para el riego (como un entonces caudaloso río Vinalopó, un inmenso Pantano, una laguna como el Hondo y la antigua albufera) a pasar a depender de recursos de las cercanías (Aspe, Monforte, Elda, Villena…) hasta utilizar finalmente recursos distantes de fuera cada vez más lejanos (Segura, Xúquer, Ebro y Tajo). Cada vez necesitamos obtener agua más lejos, lo cual es prueba de que no tenemos recursos propios y de la clara desecación de nuestro terreno y de las anormales altas temperaturas que causan una preocupante sequía. Todo agravado y/o provocado por el evidente cambio climático mayormente causado por la acción degradante y negativa del ser humano.

Actualmente, y no es cosa de ahora sino que viene de lejos, de muchos años atrás, tenemos la polémica entre autonomías, entre Castilla-La Mancha y la Comunitat Valenciana. Las dos administraciones no llegan a un acuerdo definitivo satisfactorio para regular el caudal del trasvase Tajo-Segura. Y esta discriminación hídrica desde Castilla-La Mancha hacia la Comunitat Valenciana hace muchos años que existe. Se ha dado en todos los gobiernos autonómicos de las dos regiones tanto de derechas como de izquierdas y continúa dándose. Las dos principales formaciones políticas del bipartidismo cuando han estado en la oposición en ambas regiones han hecho suyas las reclamaciones de trasvase de sobrante a las zonas más necesitadas de agua. Cuando llegaron a gobernar defendieron lo contrario. Todo un ejercicio de hipocresía. Parece que el río Tajo sea propiedad de los castellano manchegos que se niegan a darnos un poquito más de cantidad de los sobrantes de este río para riego a los valencianos, murcianos y almerienses del que hasta ahora se nos ha estado dando en cuentagotas pero a precio desorbitado, carísimo, como denuncian los agricultores de las zonas necesitadas, entre ellos los hortelanos y labradores ilicitanos.

Los agricultores valencianos, ilicitanos incluidos (y también los de Murcia y Almería) han estado pidiendo al Gobierno Central que “abriera el grifo”, que abriera la compuerta para hacer varios riegos de salvación entre temporadas y cosechas pero no siempre el Ejecutivo ha aceptado y ha aprobado todas las reclamaciones. De ellas, que son varias al año, se materializa una por temporada habitualmente como “riego de socorro” cuando la situación de sequía es muy extrema y grave, de riesgo o peligro de subsistencia para los cultivos. Lo que para nuestros labradores resulta insuficiente y es prueba de un deficitario regadío.

Tal vez hace falta, hay que, es necesario un auténtico y efectivo Plan Nacional Hídrico pactado entre el Gobierno Central y las administraciones autonómicas que basado en el principio de solidaridad interregional regule que las regiones ricas en agua den sus sobrantes a las autonomías pobres. No queremos robar caudal a nadie, solo queremos el sobrante que suele perderse. Un claro ejemplo de esto es el caso del río Ebro cuyos sobrantes se pierden yendo a parar al mar y no se aprovechan ni benefician a nadie al no reutilizarse.

Y aunque este mes de marzo del presente año 2024 llovió bastante en España (en unas zonas más que en otras) y el nivel de los pantanos ha mejorado aumentando respecto al año pasado 2023 (algunos embalses han triplicado su caudal), sigue haciendo falta más agua, continua siendo necesario que llueva mucho más todavía. La prueba es que en el litoral mediterráneo (por orden, primeramente en Catalunya y en segundo lugar en la Comunitat Valenciana y parte de Andalucía) la sequía persiste. Las últimas lluvias en el Levante español, además de escasas, solo han resultado un alivio insuficiente.

¡Qué mal repartida está el agua en España! Llueve mucho en el norte donde sus pantanos están casi a tope y llueve poco o casi nada en el Levante donde los embalses están aún al mínimo y la sequía perdura.

Y mientras, nuestros agricultores valencianos, (incluidos los ilicitanos) tan descontentos y preocupados; manifestándose y protestando públicamente llevando incluso hasta Bruselas sus problemáticas, sus necesidades, sus reivindicaciones:  sequía, agua, riego, encarecimiento de precios, competencia desleal de productos del extranjero, etcétera…pero de esto hablaré en otra ocasión.

Por Josep Esteve Rico Sogorb

 Presidente del Grup Cultural Ilicità “Tonico Sansano”

Académico correspondiente del Institut d’Estudis Valencians



domingo, 9 de julio de 2023

 Artículo de opinión publicado en la revista de las fiestas del Patrón de Elche, San Agatángelo, el 2 de febrero de 2023, por encargo del pregonero, J. Payà.  Extracto del libro "El Fondo, el rec i atres aigües",  ensayo de investigación histórica que obtuvo el primer premio del concurso "Historia de Elche" del PHACE. 


EL REC I ELS TRANSVASOS EN EL CAMP ILICITÀ

El problema de l’escassea d’aigua, especialment per al rec, es una qüestio d’interes comu i public que ve de sigles arrere i que encara hui està per resoldre definitivament, lo qual pareix un impossible. Que hi haja que dependre de les poques i irregulars plujes, de les reduides capacitats dels embassaments, de les dessaladores i dels transvasos, es una situacio que en el fondo no satisfà a cap, a ningu: ni agricultors, ni tecnics, ni autoritats ni poblacio en general.

Existixen consols importants, solucions parcials com els transvasos pero que no estan exentes de polemiques per interesos politics-partidistes, interesos territorials-administratius i discrepancies de tota classe fins i tot entre tecnics especialistes en recursos hidrics, climatologia i agronomia.

Moltes d’estes iniciatives porten retardament, queden aplaçades o detingudes caramullant la paciencia dels llauradors que veuen com les seues reclamacions s’ esfumen i aumenten les seues problematiques i necessitats. Encara hui, quan el canvi climatic i els seus efectes negatius sobre el camp son evidents i la ciencia ademes de demostrar-los insistix en prendre medides per a revertir el deterior de la Naturalea, tenim la necessitat i l’exigencia de buscar i trobar aigües en prou quantitat i que puguen remediar o allaugerar les carencies i la problematica agricoles.

Els recs dels horts del terme municipal ilicità depenien i depenen historicament des de la Prehistoria fins hui de les fonts naturals que se nutrixen de la pluja (riu Vinalopó, riu Segura, Fondo, Riu Tarrafa d’Asp, aigües de Barrenas i Romero, manals, aqüifers, embassaments del Pantà i de Villena, entre atres) i de la distribucio de les seues aigües que arriben aci mijant un sistema d’expansio de cabal hidric integrat per canalisacions, assarpes, assuts, preses, trencadors, partidors, basses, i elevadors (estacions elevadores).

La major part del cabal d’ aigua per al rec de les terres agricoles del terme municipal ilicità provenia antigament (i encara prove actualment) del riu Vinalopó. El nostre riu va ser cabalos, ample i navegable en barca ad lo llarc de l’ historia fins al sigle XIX. El nostre riu, conegut pels romans com “Sonoro y caudaloso Alebus” durant la seua existencia no sempre ha contengut ni ha soportat ni ha portat el mateix cabal.

La necessitat de tindre suficient aigua per al rec de les terres agricoles ilicitanes va obligar a crear l’ embassament o presa de la llacuna del Pantà i aprofitar la llacuna del Fondo (despuix de conseguir noves terres agricoles mijant el drenage de gran part de la seua zona humeda)  per ad acumular prou cabal d’ aigua i destinar-lo a regar horts.  Aço va provocar la transformacio morfologica del riu Vinalopo (que abans ocupava els margens del caixer en tota la seua amplaria) a l’actual filet que ademes va ser canalisat per mig del formigonat o cimentat en el seu pas per la ciutat.

Els ilicitans, historicament, quan hem patit escassea hidrica propia i preocupant sequetat, sense dispondre dels nostres propis recursos, hem tengut que portar l’aigua d’ atres llocs lluntans. Eixemples en tenim suficients: la proposta d’En Joan Coloma, comte d’Elda i Cocentaina en 1535 de “portar aigues del riu Xuquer i beneficiar aixi a l’ horta i camp d’ Elig”. En 1668 es va construir un prenedor d’aigua en el Xuquer que per mig d’assarpes va regar el sur del llavors Regne de Valencia. En el cas nostre, les aigües del Xuquer baixaren mesclant-se en les aigües del Vinalopó, tal i com assegurava que era possible el veï d’ Elda Tomás Bernabeu en eixe any de 1668.

En 1803, per mig de la Real Orde del 23 d’ abril Sa Magestat el Rei Carles IV de Borbò manà que es procedira immediatament al desgotament, al buidat de la llacuna de Villena en favor d’Elig per a que eixe cabal puguera regar degudament el terme ilicità i paliar la greu sequetat que amenaçava els nostres cultius.  De tant “alimentar” a les terres del sur, la llacuna de Villena es va secar, desaparegue i no existix actualment. Un historic recurs menys, en el que no contem.

Pero de nou, els ilicitans necessitarem portar per al rec de les nostres terres aigua de fora, de llunt, d’ atres llocs i en 1847 es va aprovar un transvas i una canalisacio des del Xuquer que portà els sobrants d’ allà fins el camp d’Elig. Els costs de financiacio foren sufragats per recolecta popular per uns 1114 subscriptors (majorment hortolans, agricultors). L’ arquitecte Peyronet va ser el dissenyador d’este transvas. I en 1860 el Govern de Madrit, davant de les reclamacions dels ilicitans per la greu sequetat que patien, va aprovar la desviacio de cabal sobrant del Xuquer que va regar el camp d’ Elig consolant la situacio i evitant la perdua de cultius i de collites.

Els nostres historics recursos hidrics (Villena, Xuquer i atres…)  varen desapareixer uns i varen patir perdua de cabal uns atres, per lo qual els ilicitans tinguerem que, davant l’escassea hidrica (poques pluges i forta sequetat) buscar noves fonts, nous recursos mes allà, molt mes llunt. I es quan en 1906 el personage ilicità Joachim Santo Boix presenta un proyecte per a portar aigua sobrant del riu Ebre  obtenint-la en les localitats de Pina i Escatrón (Saragossa) i derivant-la per mig de canalisacio o transvas a les terres de Terol, Valencia i Alacant dividida en tres parts.  Es la primera vegada historicament que es plantejà un transvas d’ aigua de l’Ebre per a rec de la regio valenciana i per tant del camp d’Elig. Hui en dia encara es reivindica esta solucio, es mante activa la seua peticio,  i en son moltes les vegades que el tema s’ ha tractat i debatut per tecnics i politics sense solucio final perque es donen conflictes interterritorials i interesos entre les autonomies (sense solidaritat interregional) per a on passa el riu Ebre i que s’apropien de la titularitat o propietat del riu i del seu cabal oblidant-se de que l’ aigua es un be comu i public, un be de tots i no d’uns ni d’ atres.  En tot cas es propietat del planeta, de la Naturalea.

Tambe hi hague en 1912 un proyecte per a portar aigües sobrants de la llacuna de Ruidera en Ciutat Real al caixer del Vinalopó per a regar el camp d’ Elig presentat per l’ ingenier Mira de la Cambra Agricola d’Alacant a expenses del personage ilicità  Ramos Bascuñana, entusiasta ideolec i promotor del proyecte.

I de l’Ebre passarem a buscar aigües en un nou recurs tambe llunt: el riu Tall. En 1932 l’ ingenier de la Confederacio Hidrografica de l’Ebre Manuel Lorenzo Pardo presentà un proyecte per a portar aigues sobrants del riu Tall regulant-les en els regadius del caixer del riu Segura i poder abastir les hortes i camps de Lorca, Cartagena i les terres d’Elig i Alacant. Este proyecte de transvas “Tajo-Segura” va ser actualisat varies vegades per a ser afegit a varis expedients sobre portades i transvasos d’ aigua de rius per al rec agrari de les terres del sur del Llevant. De fet es hui en dia el recurs principal nostre i el seu cabal, autorisat pel Govern de Madrit, es el que rega majorment els horts ilicitans.

Es pot comprovar com Elig ad lo llarc de la seua historia ha anat patint canvis en els seus recursos hidrics. De dispondre de recursos propis locals i proxims per al rec (com un llavors cabalos riu Vinalopó, un immens Pantà, una llacuna com el Fondo i l’antiga albufera) a passar a dependre de recursos de les rodalies (Asp, Monfort, Elda, Villena…) fins a utilisar  finalment recursos de fora cronologicament cada vegada mes lluntans  (Segura, Xuquer, Ebre i Tall).  Cada vegada necessitem obtindre aigua mes llunt, lo qual es prova de que no en tenim recursos propis i de la clara dessecacio del nostre terreny i de les anormals altes temperatures  que causen una preocupant sequetat. Tot provocat pel canvi climatic majorment produit per l’accio negativa del ser humà.

Actualment, i no es cosa d’ara sino que ve de llunt, de molts anys arrere, tenim la polemica entre autonomies, entre Castella-La Mancha i la Comunitat Valenciana. Les dos administracions no arriben a un acort satisfactori per a regular el cabal del transvas del Tall-Segura. I esta discriminacio hidrica des de Castella-La Mancha cap a la Comunitat Valenciana fa molts anys que existix. S’ha donat en tots els governs autonomics de les dos regions tant de dretes com d’esquerres i continua donant-se. Les dos principals formacions politiques del bipartidisme quan han estat en l’ oposicio en abdos regions han fet seues les reclamacions de transvas de sobrant a les zones mes necessitades d’aigua. Quan han arribat a governar han defes lo contrari. Pareix que el riu Tall siga propietat dels castellamanchecs que es neguen a donar-nos  per al rec als valencians, murcians i almerienses molt mes cabal sobrant d’este riu del que fins ara se nos ha estat donant en contagotes pero a preu desorbitat, carissim, com denuncien els agricultors de les zones necessitades, entre ells els hortolans ilicitans.

Els llauradors valencians, ilicitans inclosos (i tambe els de Murcia i Almeria) demanen al Govern que “obriga l’aixeta”, que obriga la comporta per a fer varis recs de salvacio entre temporades i collites pero no sempre l’Eixecutiu acepta i aprova totes les reclamacions. De totes, que en son varies a l’ any, es materialisa una per temporada habitualment com a rec de socors quan la situacio de sequetat es molt extrema i greu, de risc o perill de subsistencia per als cultius. Lo qual per als nostres llauradors es insuficient i es prova d’un deficitari regadiu.

Tal volta fa falta, cal, es necessari un autentic i efectiu Pla Nacional Hidric pactat entre Govern Central i administracions autonomiques que basat en el principi de solidaritat interregional regule que les autonomies riques en aigua donen els seus sobrants a les autonomies pobres.  No volem furtar cabal a ningu, nomes volem el sobrant, eixe sobrant que sol perdre’s i que per citar un clar eixemple en el cas de l’Ebre es pert anant a parar a la mar i no s’ aprofita.

 

Per Josep Esteve Rico Sogorb

President del Grup Cultural Ilicità “Tonico Sansano”

Membre corresponent de l’ Institut d’Estudis Valencians

(Escrit en valencià autocton en les Normes de la RACV o d’ El Puig. Extracte de l’ obra “El Fondo, el rec i atres aigües” del mateix autor, primer premi del Concurs “Historia de Elche” del PHACE  en 1998 i publicada en 1990) 


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