Domingo de Ramos en Elche, símbolo de ilicitanismo
Después de unas ‘Palmas Doradas’ -premios del Grup Cultural Ilicità ‘Tonico Sansano’ del pasado 25 de marzo- vienen otras. A siete días de diferencia.Se trata de las espigadas palmas amarillas, -blancas, doradas- y los artesanales ramos trenzados a mano, de los mismos colores y que el Domingo de Ramos llenan las calles de la ciudades de la Cristiandad con la celebración de la entrada triunfante de Jesés en Jerusalén.
El premio ‘Palma Dorada’ -concedido al pueblo de Elche y a su Ayuntamiento como representación popular y que recogió el concejal de Cultura- tomó su nombre y su aspecto de la mismísima palma de domingo de ramos.
La larga palma y el ramo artesanal procesionales que la gente lleva acompañando a la imagen de Cristo montado en una burrita, se realizan en Elche.
La localidad ilicitana posee en torno a la palma una artesanía única en el mundo y por tanto 'sui géneris' como autóctona y local ‘denominación de origen’ gracias a la milenaria actividad de las familias hortelanas ilicitanas, tradicionalmente, de generación en generación.
La espigada palma se logra por el ocultamiento al sol de las hojas de la palmera y por eso se dora, quedando blanca o amarilla, mediante ‘encaperusament’, capucha o funda de plástico principalmente, conteniendo el cogollo y que se ata con cuerdas.
El ramo artesanal se confecciona trenzando, enlazando las hojitas de palma y rizándolas –parecido a hacer cuerda de esparto -, dándole formas geométricas, ornamentales y simbólicas, destacando la figura de la Patrona de los ilicitanos, la Virgen de la Asunción.
Mención merecen los espectaculares ramos que compiten en concurso y aquellos que se envian a diversas personalidades como jefes de Estado y presidentes de Gobierno.
El Domingo de Ramos de Elche, -procesión y artesanía- como celebración popular es también único en el mundo. Miles de ilicitanos damos comienzo a la Semana Santa llenando las céntricas calles y ofreciendo así un precioso mosaico dorado.
Los turistas extranjeros se hartan a hacer fotos, se maravillan de las excelencias de la ciudad -gracias a la promoción desarrollada desde la declaración de Fiesta de Interés Turistico Internacional- y se empapan de ilicitanismo.
Por ello, el Domingo de Ramos de Elche es signo de identidad cien por cien propio, auténtico y puramente ilicitano. Cojamos la palma o el ramo y demostremos en la calle nuestra ilicitanía.