"Ni el Poder ni la Gloria". Blog de Josep Esteve Rico Sogorb

Artículos de opinión e investigación sobre Historia, Lengua, Literatura, Arte, Cultura, Política, Sociedad, etcétera. La mayoría publicados en medios de comunicación en papel y digitales de todo ámbito territorial tanto en España como en el extranjero
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viernes, 9 de abril de 2021

 CEUTA, MELILLA Y ANDALUCÍA: TODAS A UNA

Josep Esteve Rico Sogorb







Que el integrismo terrorista islámico reivindique Ceuta, Melilla y Andalucía no es nada nuevo. De acuerdo que el asunto no es para crear una alarma social al estilo del film 'La Guerra de los Mundos' pero si que debe ser motivo de preocupación... y de ocupación. Las amenazas y órdenes o premisas de Bin Laden, del grupo Al Qeda y de la red 'Hawala', han de tenerse muy en cuenta. Tras los mensajes incitantes a 'reconquistar' y 'recuperar' zonas que el integrismo musulmán considera fanática y equivocadamente 'suyas' como la antigua 'Al-Andalus' -hoy, comunidad autónoma, nacionalidad histórica con estatuto y dentro del Estado Español- y las ciudades autónomas Ceuta y Melilla; se esconde un aparato logístico, una compleja estructura organizada con el 'leit motiv' de la 'yihad' o 'guerra santa' contra lo occidental, europeo y por ende, cristiano. Por suerte, todas las amenazas terroristas islámicas no se materializan. Algunas si. Bien porque sólo fueron amenazas, presiones para amedrentar o por descubrirlas los servicios de espionaje y las fuerzas de seguridad y abortarlas. Pero, ¿cómo se distinguen unas de otras? ¿Cómo saber qué amenaza se cumplirá y cuál no? Para mi, los grupos terroristas islámicos siempre hablan en serio, amenacen o ejecuten. Pero no bromean ni frivolizan.

Volviendo al principio, hay que preocuparse o mejor aún, ocuparse del asunto. Con un exhaustivo seguimiento observador y controlador-sobre todo preventivo- y sin relajación, por parte de los gobiernos, los servicios secretos y las fuerzas de seguridad. Y es algo que se está realizando. Tampoco esto supone nada nuevo ni es la receta mágica que acabe definitivamente con el terrorismo islámico, pero es la línea de trabajo adecuada. Cualquier despiste, relajamiento o 'bajada de la guardia' podría tener fatales y trágicas consecuencias. Las administraciones estadounidense y británica, bien lo saben. Aduanas, puertos, estaciones de autobuses, fronteras, estaciones de tren, aeropuertos; son los 'puntos calientes' del terrorismo integrista islámico. 


En tales lugares se ha de redoblar aún más el control de equipajes, de pasaportes y de personas. No es que no se esté haciendo, sino que es necesario aumentar, multiplicar el control, las normas y las restricciones. Esta política de control y seguimiento se viene llevando sobre la población musulmana afincada en España, con y sin papeles.


Efectivamente, no todos los musulmanes residentes son terroristas, pero ante la situación y la duda correspondiente, se ha de investigar aún más y mantener un seguimiento mucho mayor. No es baladí el dato demostrado de que una mínima parte de los establecimientos comerciales musulmanes son 'tapaderas' y encubridores -cuando menos, cómplices y colaboradores, de 'motu propio' o coaccionados- de redes terroristas como la llamada 'Red Hawala'. 


No nos olvidemos que la religión, o mejor dicho, algunos extremos sectores minoritarios y excepcionales dirigentes de la fe islámica en España, también están bajo sospecha y en el 'ojo del huracán'. En torno a unas pocas mezquitas y contados imanes, gira un fanático movimiento radicalizante-extremista. Esos contadísimos centros religiosos y sacerdotes musulmanes, son un caldo de cultivo socio-ideológico -de fuerte carga fanático-pasional- propicio para la formación, generación y gestación terroristas. Y como mínimo, crean 'escuela' de colaboracionistas.


Por supuesto que, frente al sospechoso musulmán fanático se halla la mayoría de pacíficos musulmanes honrados y trabajadores, humildes y serviciales cumplidores de sus preceptos religiosos sin extremismos, respetuosos con los creyentes de las demás religiones y partidarios de un constante diálogo interreligioso e interracial en equilibrio. Son aquellos que, no manipulan el Corán. Musulmanes que no malinterpretan ningún 'sura' y que rechazan el erróneo sentido bélico y violento de la 'yihad', que para ellos significa 'esfuerzo'. 


Esfuerzo para cumplir con los preceptos de los pilares de la fe y personal actitud de lucha diaria, cotidiana, para superar los obstáculos de la vida. Musulmanes de bien son los que componen la inmensa mayoría residente en Ceuta y Melilla. Su cooperación con las fuerzas de seguridad es imprescindible para desmantelar redes terroristas y delincuencias organizadas aunque para ello necesiten protección. Y esa mayoría de bien, en ocasiones, se manifiesta públicamente contra la barbarie y la violencia delatando al culpable. Recordemos la airada respuesta social contra el autor del reciente asesinato a una niña en la barriada ceutí de 'El Príncipe'.


Así pues, tengamos claro que, Ceuta, Melilla y Andalucía no se negocian ni se devuelven y mucho menos dejaremos que nos las invadan 'terroristamente' hablando. No hay justificaciones para tales supuestos ni siquiera el que antaño fueran Sebta, Rusadir y Al-Andalus. Ceuta y Melilla, desgraciadamente, están acostumbradas a las amenazas, al desamparo u olvido gubernamental y a las reivindicaciones marroquinistas. Pero Andalucía no. 


Me duelen las amenazas terroristas de Bin Laden hacia Andalucía -con la que ceutíes y melillenses tienen tantos lazos fraternos y orígenes comunes- y me solidarizo con los andaluces en este sentido e imagino que los habitantes de ambas ciudades españolas norteafricanas también serán solidarios. Resta por pedir a los andaluces, que a la recíproca, se solidaricen y correspondan apoyando a ceutíes y melillenses frente a las amenazas terroristas islámicas de Al-Qeda y Bin Laden. 


No en vano, todos ellos tienen un denominador común: están siendo apuntados como objetivo por el mismo adversario. Y ésto debería unirles. Incluso con más motivo cuando el presidente andaluz es un ceutí, un 'caballa'. Superemos el 'olvido' con que Andalucía ha pagado políticamente a Ceuta y Melilla en varias ocasiones como en la redacción del estatuto de autonomía cuando no se incluyeron estas ciudades. 


Hasta ahora, Andalucía callaba -a nivel institucional- a cada amenaza sobre Ceuta y Melilla. Hoy, ya no debe ni puede seguir callando porque el tema le afecta de lleno, directamente. Es víctima, como las ciudades caballa y melillense, de amenazas terroristas. Eran dos, y ya son tres las víctimas. ¿ A qué esperan para unirse y actuar conjuntamente?


Por la Paz y la Concordia interreligiosas. Contra el fanático terrorismo islámico integrista.


Ceuta, Melilla y Andalucía: Todas a Una.


Josep Esteve Rico Sogorb,   'José Sogorb'

Ex-Redactor de los diarios ceutíes 'El Periódico' y 'El Faro' y del diario 'Area' de Algeciras


Los musulmanes y la red "hawala"
















No se puede ni se debe generalizar.


Tengo amigos de todas las razas y mantengo exquisito trato recíproco con gentes de diversas etnias y nacionalidades. Especialmente, con musulmanes, y cualquier noticia negativa hacia este colectivo, no mella ni dificulta las buenas relaciones y la comunicación mutua con respeto. El hábito no hace al monje; en este caso, sí la raza y la religión. El descubrimiento de la red financiera terrorista islámica "Hawala" en España -por parte de la competente y seria Unidad Central de Inteligencia de la Policía española- es seriamente preocupante. 


Esta estructura cívica de recaudación económica de apoyo a Al Qaeda supone una amenaza para el equilibrio democrático y un peligro para el Estado de Derecho. La red, ilegal al cien por cien, recauda en el total del territorio español millones de euros desde los bolsillos de unos cien mil musulmanes de a pie. Dineros con los que se pagan atentados terroristas. La estructura está compuesta por una telaraña de locutorios telefónicos, carnicerías, tiendas de alimentación y bazares interconectados entre si y coordinados por un célula central. Son decenas, centenares de negocios, en apariencia normales, los que recaudan y dirigen parte de sus ingresos a Al Qaeda.


Estoy convencido -y así lo creo, a tenor de los comentarios de amigos musulmanes- de que no todos aquellos que profesan la fe en Alá son unos terroristas sino tan solo una excepcional mínima parte. Es más, incluso reprueban y condenan - y condenaron en su momento- los atentados de Al Qaeda y el fanatismo religioso exacerbado que los promueve. Imanes de varias mezquitas y asociaciones musulmanas españolas se manifestaron y se declaran contrarios a la inhumana barbarie y la manipulación coránica que excita ciegamente a una minoría a apoyar y fomentar el terrorismo sangriento contra inocentes propios o ajenos. 


Pero, ¿cómo saber que el dueño del bazar de la esquina, que tan amablemente nos vende su te moruno, especias o cualquier artesanía, no es uno de ellos? ¿Cómo descubrir si de nuestro importe abonado el tendero musulmán envía o no parte a Al Qaeda a través de la "Hawala"? ¿Estaríamos pues, sin conocerlo, pagando atentados? ¿Debemos renunciar a comprar en establecimientos musulmanes, por si acaso? Lo más grave de todo esto es, que son unos pocos quienes mediante el miedo, la extorsión, las amenazas, tienen callados a la mayoría de los musulmanes, honrados trabajadores y gentes de buena fe. 


Ese silencio no delator so pena de torturas, ajustes o muerte, se vuelve en contra de la inmensa mayoría musulmana bienhacedora y temerosa. Un silencio que inconsciente e involuntariamente se convierte en aliado y cómplice del terrorismo islámico. Si estas buenas gentes mahometanas tuvieran plenas garantías legales, colaborarían con la Justicia, cooperarían con las Fuerzas de Seguridad sin miedo alguno ayudando a la detección de terroristas y al desmantelamiento y a la desaparición de sus redes o estructuras.


Lamentablemente, el temor a palizas, secuestros y asesinatos por aportar cualquier dato sobre terroristas y colaboradores es fuertemente visceral. Mucho me temo que seguiremos teniendo silencio y atentados. Pueden surgir por doquier cuando y donde menos se espera. Nadie está a salvo, ni los mismos ceutíes y melillenses, a pesar de ser mayoritariamente solidarios como ejemplos de civismo y convivencia étnico-religiosa. Ignoro si en Ceuta y en Melilla existe la red "Hawala", aunque hipotéticamente podría existir algún colaborador esporádico, porque, si los hay en la península, en las dos ciudades autónomas también podría ser. Precisamente, por sus peculiaridades, ubicación geográfico-estratégica e idiosincrasia. Por ello, con más razón, se han de extremar la vigilancia y la investigación policiales en Ceuta y Melilla. La lucha contra el sangriento terrorismo islámico fanático será larga y dura mientras "Hawala" siga existiendo.


 
José Esteban Rico Sogorb
Escritor y periodista
Ex redactor diarios:  Área Campo Gibraltar, El Faro de Ceuta, El Períodico Independiente de Ceuta
Columnista de: Ceuta.com, ParcheDigital.com, NoticiasElche.com, ElcheNews, ValenciaHui, etc...

sábado, 26 de marzo de 2016

YO SOY BELGA


 YO SOY BELGA

Hoy, ahora, estos días; yo soy belga…y europeo. Más que nunca. Y si todos fuimos franceses la anterior vez, y si antes todos fuimos ‘Charlie Hebdo’; ahora no es para menos. Esta ha sido y es por desgracia, otra de las ocasiones en que somos y nos sentimos europeos,  que sentimos que formamos parte del pueblo europeo, que sentimos que Europa existe y que es algo muy grande. Frente al euroescepticismo de carácter monetario-financiero básicamente, hoy, a pocos días de los atentados en el corazón de ese gran estado o estado de naciones que es la UE, prevalece y debe prevalecer, el europeísmo solidario y fraterno con las víctimas y con el pueblo belga, que forma parte del pueblo europeo. El epicentro de Europa, Bruselas, se tiñó de sangre, en un duro golpe al lugar desde donde se nos administra y gobierna, desde donde se nos legisla y desde donde se nos conceden normas o directrices y también subvenciones o ayudas económicas.

            Lamentablemente, muertos y heridos mediante, esta resultó una de las ocasiones en que el europeísmo se ha unido, se ha refuerzado, se ha organizado contra la amenaza del fanatismo y del terror. Los principios sociales universales (originariamente europeos, más concretamente, revolucionarios franceses) de la libertad, la igualdad y la fraternidad, han cobrado estos días más vida y sentido. Principios que se originaron contra el despotismo, la extorsión, la injusticia y la tiranía; han de ser contrapuestos para vencer a otro tipo de despotismo y a otra clase de tiranía: el terrorismo. Pero hay que hacerlo todos unidos en una misma dirección y coordinados: ciudadanos, políticos, militares y policías de toda Europa.  Porque toda Europa sin excepciones está amenazada.

            Pésame sentido y solidario a Bélgica, país con el que tenemos además, lazos históricos y sentimentales. Dolor por el horror. Comprensión, pena, compasión. Deseo de justicia pero sin Ley de Talión, que la violencia genera más violencia, luchar con las herramientas legales al alcance: coordinación política, conjunta actividad policial, uniforme acción judicial, leyes penales o criminales, control fronterizo, rigurosidad administrativa, investigación y seguimiento personalizados,  espionaje, diplomacia…

            Ahora, todos somos europeos…todos somos belgas. Debemos seguir siéndolo y no olvidar. Todos somos belgas.Y yo, el primero. Yo soy belga, ¿y tú?
 
 
Josep Esteve Rico Sogorb
Ciberperiodista, blogger