"Ni el Poder ni la Gloria". Blog de Josep Esteve Rico Sogorb

Artículos de opinión e investigación sobre Historia, Lengua, Literatura, Arte, Cultura, Política, Sociedad, etcétera. La mayoría publicados en medios de comunicación en papel y digitales de todo ámbito territorial tanto en España como en el extranjero
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viernes, 9 de abril de 2021

 DÍAS DE JULIO



Esta reciente semana de julio se cumplieron varios aniversarios de acontecimientos históricos. La mayoría de los medios de comunicación recordaron que hace 40 años, el 16 de aquel mes de julio de 1969, el Hombre pisó la Luna por primera vez, según la versión oficial mayormente aceptada y difundida públicamente. Quizá, este recordatorio de la carrera del espacio haya oscurecido un tanto otras efemérides también importantes aunque dolorosas sobre todo para los españoles.

Julio, además de ser el séptimo mes del calendario, aparte de ser el mes de la llegada al satélite lunar y de los encierros sangrientos de los sanfermines pamploneses -este año sumamente trágicos y cuestionados- es el mes del cruel comienzo de la guerra civil española. Los días 16, 17 y 18 de julio de hace 73 años, resultaron cruciales y determinantes para la Historia, aquí en la ’piel de toro’.

Curiosamente, siete décadas y pico después, coinciden los numerales de esas fechas con los días. Aquel genérico y extensivo 18 de julio de 1936 en España cuando las tropas golpistas se sublevaron en la zona peninsular -instaurado posteriormente como fiesta nacional por la dictadura franquista- cayó sábado, igual que ahora. Aquel 16, inicio en Melilla de la rebelión o golpe militar que sus partidarios llamaron ’alzamiento’, fue jueves, como el de este año 2009. El día 17, cuando fue tomada Ceuta por los rebeldes, resultó viernes, como hoy.

Tres fechas históricas, dolorosas para muchos españoles defensores del régimen entonces establecido o ’vencidos’ y enaltecemente ’gloriosas’ para otros que después fueron los vencedores en el poder más de 40 años si bien de éstos, cada vez van quedando menos protagonistas y nostálgicos partidarios.

Analizar los por qué de la conspiración de una parte de la oficialidad militar en 1936 y de este golpe-alzamiento, resultaría largo y complejo, necesitando gran extensión de páginas.

No obstante, ello no es óbice para que dejemos de recordar la huella de Armstrong en la superficie lunar y nos acordemos -honrando eso si- de esos tres fatídicos días de julio, de aquellos 16,17 y 18 de 1936 con la intención de extraer la lección moral, cívico-social e histórica que nos permita superar el trauma que aquellos hechos aún encierran, curando viejas heridas y haciendo voto promesa o juramento de que jamás se repita algo similar en el futuro de España.

Pero la seria investigación, libre de prejuicios partidistas y el recuerdo de cómo se sucedieron los acontecimientos durante esos días de julio deberían servir para desmitificar aspectos, levantar falsedades y ajustar verdades como las creencias impuestas por el franquismo de que en las zonas protagonistas en aquellos 16, 17 y 18 de julio -Canarias, Melilla, Tetuán, Ceuta- no hubo reacción militar ni contraataque popular -cuando sí que se dieron intentos de rechazo y hasta una intentona fallida de atentado a Franco- contra los sublevados y mucho menos que no existieron represalias.

La quietud en las calles ceutíes, por ejemplo, demuestra que la población estaba atemorizada. Y esas más de 296 víctimas desde julio de 1936 hasta 1944 son la prueba de que las torturas, encarcelamientos, asesinatos, y fusilamientos por los rebeldes contra quienes no secundaron el golpe siendo leales al gobierno legal y legítimo del momento, fueron reales y verdaderas.

Julio me trae el recuerdo de unos días que nunca se han de repetir. Recordar para olvidar después. Recordar para perdonar y cerrar página para siempre. 

No más 16, 17 y 18 de julio. No más militares golpes de estado.

JOSEP ESTEVE RICO SOGORB

Escritor, poeta, blogger, columnista.

 CEUTA, MELILLA Y ANDALUCÍA: TODAS A UNA

Josep Esteve Rico Sogorb







Que el integrismo terrorista islámico reivindique Ceuta, Melilla y Andalucía no es nada nuevo. De acuerdo que el asunto no es para crear una alarma social al estilo del film 'La Guerra de los Mundos' pero si que debe ser motivo de preocupación... y de ocupación. Las amenazas y órdenes o premisas de Bin Laden, del grupo Al Qeda y de la red 'Hawala', han de tenerse muy en cuenta. Tras los mensajes incitantes a 'reconquistar' y 'recuperar' zonas que el integrismo musulmán considera fanática y equivocadamente 'suyas' como la antigua 'Al-Andalus' -hoy, comunidad autónoma, nacionalidad histórica con estatuto y dentro del Estado Español- y las ciudades autónomas Ceuta y Melilla; se esconde un aparato logístico, una compleja estructura organizada con el 'leit motiv' de la 'yihad' o 'guerra santa' contra lo occidental, europeo y por ende, cristiano. Por suerte, todas las amenazas terroristas islámicas no se materializan. Algunas si. Bien porque sólo fueron amenazas, presiones para amedrentar o por descubrirlas los servicios de espionaje y las fuerzas de seguridad y abortarlas. Pero, ¿cómo se distinguen unas de otras? ¿Cómo saber qué amenaza se cumplirá y cuál no? Para mi, los grupos terroristas islámicos siempre hablan en serio, amenacen o ejecuten. Pero no bromean ni frivolizan.

Volviendo al principio, hay que preocuparse o mejor aún, ocuparse del asunto. Con un exhaustivo seguimiento observador y controlador-sobre todo preventivo- y sin relajación, por parte de los gobiernos, los servicios secretos y las fuerzas de seguridad. Y es algo que se está realizando. Tampoco esto supone nada nuevo ni es la receta mágica que acabe definitivamente con el terrorismo islámico, pero es la línea de trabajo adecuada. Cualquier despiste, relajamiento o 'bajada de la guardia' podría tener fatales y trágicas consecuencias. Las administraciones estadounidense y británica, bien lo saben. Aduanas, puertos, estaciones de autobuses, fronteras, estaciones de tren, aeropuertos; son los 'puntos calientes' del terrorismo integrista islámico. 


En tales lugares se ha de redoblar aún más el control de equipajes, de pasaportes y de personas. No es que no se esté haciendo, sino que es necesario aumentar, multiplicar el control, las normas y las restricciones. Esta política de control y seguimiento se viene llevando sobre la población musulmana afincada en España, con y sin papeles.


Efectivamente, no todos los musulmanes residentes son terroristas, pero ante la situación y la duda correspondiente, se ha de investigar aún más y mantener un seguimiento mucho mayor. No es baladí el dato demostrado de que una mínima parte de los establecimientos comerciales musulmanes son 'tapaderas' y encubridores -cuando menos, cómplices y colaboradores, de 'motu propio' o coaccionados- de redes terroristas como la llamada 'Red Hawala'. 


No nos olvidemos que la religión, o mejor dicho, algunos extremos sectores minoritarios y excepcionales dirigentes de la fe islámica en España, también están bajo sospecha y en el 'ojo del huracán'. En torno a unas pocas mezquitas y contados imanes, gira un fanático movimiento radicalizante-extremista. Esos contadísimos centros religiosos y sacerdotes musulmanes, son un caldo de cultivo socio-ideológico -de fuerte carga fanático-pasional- propicio para la formación, generación y gestación terroristas. Y como mínimo, crean 'escuela' de colaboracionistas.


Por supuesto que, frente al sospechoso musulmán fanático se halla la mayoría de pacíficos musulmanes honrados y trabajadores, humildes y serviciales cumplidores de sus preceptos religiosos sin extremismos, respetuosos con los creyentes de las demás religiones y partidarios de un constante diálogo interreligioso e interracial en equilibrio. Son aquellos que, no manipulan el Corán. Musulmanes que no malinterpretan ningún 'sura' y que rechazan el erróneo sentido bélico y violento de la 'yihad', que para ellos significa 'esfuerzo'. 


Esfuerzo para cumplir con los preceptos de los pilares de la fe y personal actitud de lucha diaria, cotidiana, para superar los obstáculos de la vida. Musulmanes de bien son los que componen la inmensa mayoría residente en Ceuta y Melilla. Su cooperación con las fuerzas de seguridad es imprescindible para desmantelar redes terroristas y delincuencias organizadas aunque para ello necesiten protección. Y esa mayoría de bien, en ocasiones, se manifiesta públicamente contra la barbarie y la violencia delatando al culpable. Recordemos la airada respuesta social contra el autor del reciente asesinato a una niña en la barriada ceutí de 'El Príncipe'.


Así pues, tengamos claro que, Ceuta, Melilla y Andalucía no se negocian ni se devuelven y mucho menos dejaremos que nos las invadan 'terroristamente' hablando. No hay justificaciones para tales supuestos ni siquiera el que antaño fueran Sebta, Rusadir y Al-Andalus. Ceuta y Melilla, desgraciadamente, están acostumbradas a las amenazas, al desamparo u olvido gubernamental y a las reivindicaciones marroquinistas. Pero Andalucía no. 


Me duelen las amenazas terroristas de Bin Laden hacia Andalucía -con la que ceutíes y melillenses tienen tantos lazos fraternos y orígenes comunes- y me solidarizo con los andaluces en este sentido e imagino que los habitantes de ambas ciudades españolas norteafricanas también serán solidarios. Resta por pedir a los andaluces, que a la recíproca, se solidaricen y correspondan apoyando a ceutíes y melillenses frente a las amenazas terroristas islámicas de Al-Qeda y Bin Laden. 


No en vano, todos ellos tienen un denominador común: están siendo apuntados como objetivo por el mismo adversario. Y ésto debería unirles. Incluso con más motivo cuando el presidente andaluz es un ceutí, un 'caballa'. Superemos el 'olvido' con que Andalucía ha pagado políticamente a Ceuta y Melilla en varias ocasiones como en la redacción del estatuto de autonomía cuando no se incluyeron estas ciudades. 


Hasta ahora, Andalucía callaba -a nivel institucional- a cada amenaza sobre Ceuta y Melilla. Hoy, ya no debe ni puede seguir callando porque el tema le afecta de lleno, directamente. Es víctima, como las ciudades caballa y melillense, de amenazas terroristas. Eran dos, y ya son tres las víctimas. ¿ A qué esperan para unirse y actuar conjuntamente?


Por la Paz y la Concordia interreligiosas. Contra el fanático terrorismo islámico integrista.


Ceuta, Melilla y Andalucía: Todas a Una.


Josep Esteve Rico Sogorb,   'José Sogorb'

Ex-Redactor de los diarios ceutíes 'El Periódico' y 'El Faro' y del diario 'Area' de Algeciras


Los musulmanes y la red "hawala"
















No se puede ni se debe generalizar.


Tengo amigos de todas las razas y mantengo exquisito trato recíproco con gentes de diversas etnias y nacionalidades. Especialmente, con musulmanes, y cualquier noticia negativa hacia este colectivo, no mella ni dificulta las buenas relaciones y la comunicación mutua con respeto. El hábito no hace al monje; en este caso, sí la raza y la religión. El descubrimiento de la red financiera terrorista islámica "Hawala" en España -por parte de la competente y seria Unidad Central de Inteligencia de la Policía española- es seriamente preocupante. 


Esta estructura cívica de recaudación económica de apoyo a Al Qaeda supone una amenaza para el equilibrio democrático y un peligro para el Estado de Derecho. La red, ilegal al cien por cien, recauda en el total del territorio español millones de euros desde los bolsillos de unos cien mil musulmanes de a pie. Dineros con los que se pagan atentados terroristas. La estructura está compuesta por una telaraña de locutorios telefónicos, carnicerías, tiendas de alimentación y bazares interconectados entre si y coordinados por un célula central. Son decenas, centenares de negocios, en apariencia normales, los que recaudan y dirigen parte de sus ingresos a Al Qaeda.


Estoy convencido -y así lo creo, a tenor de los comentarios de amigos musulmanes- de que no todos aquellos que profesan la fe en Alá son unos terroristas sino tan solo una excepcional mínima parte. Es más, incluso reprueban y condenan - y condenaron en su momento- los atentados de Al Qaeda y el fanatismo religioso exacerbado que los promueve. Imanes de varias mezquitas y asociaciones musulmanas españolas se manifestaron y se declaran contrarios a la inhumana barbarie y la manipulación coránica que excita ciegamente a una minoría a apoyar y fomentar el terrorismo sangriento contra inocentes propios o ajenos. 


Pero, ¿cómo saber que el dueño del bazar de la esquina, que tan amablemente nos vende su te moruno, especias o cualquier artesanía, no es uno de ellos? ¿Cómo descubrir si de nuestro importe abonado el tendero musulmán envía o no parte a Al Qaeda a través de la "Hawala"? ¿Estaríamos pues, sin conocerlo, pagando atentados? ¿Debemos renunciar a comprar en establecimientos musulmanes, por si acaso? Lo más grave de todo esto es, que son unos pocos quienes mediante el miedo, la extorsión, las amenazas, tienen callados a la mayoría de los musulmanes, honrados trabajadores y gentes de buena fe. 


Ese silencio no delator so pena de torturas, ajustes o muerte, se vuelve en contra de la inmensa mayoría musulmana bienhacedora y temerosa. Un silencio que inconsciente e involuntariamente se convierte en aliado y cómplice del terrorismo islámico. Si estas buenas gentes mahometanas tuvieran plenas garantías legales, colaborarían con la Justicia, cooperarían con las Fuerzas de Seguridad sin miedo alguno ayudando a la detección de terroristas y al desmantelamiento y a la desaparición de sus redes o estructuras.


Lamentablemente, el temor a palizas, secuestros y asesinatos por aportar cualquier dato sobre terroristas y colaboradores es fuertemente visceral. Mucho me temo que seguiremos teniendo silencio y atentados. Pueden surgir por doquier cuando y donde menos se espera. Nadie está a salvo, ni los mismos ceutíes y melillenses, a pesar de ser mayoritariamente solidarios como ejemplos de civismo y convivencia étnico-religiosa. Ignoro si en Ceuta y en Melilla existe la red "Hawala", aunque hipotéticamente podría existir algún colaborador esporádico, porque, si los hay en la península, en las dos ciudades autónomas también podría ser. Precisamente, por sus peculiaridades, ubicación geográfico-estratégica e idiosincrasia. Por ello, con más razón, se han de extremar la vigilancia y la investigación policiales en Ceuta y Melilla. La lucha contra el sangriento terrorismo islámico fanático será larga y dura mientras "Hawala" siga existiendo.


 
José Esteban Rico Sogorb
Escritor y periodista
Ex redactor diarios:  Área Campo Gibraltar, El Faro de Ceuta, El Períodico Independiente de Ceuta
Columnista de: Ceuta.com, ParcheDigital.com, NoticiasElche.com, ElcheNews, ValenciaHui, etc...

miércoles, 12 de marzo de 2014



¿Quien le pone el cascabel al gato?

Por desgracia, respecto a Ceuta y Melilla hoy abundan más las crónicas 'negras' que las buenas noticias. Destaca la problemática de la avalancha de los subsaharianos ante la valla fronteriza. Es la crónica 'estrella'. Una situación compleja y difícil de resolver de forma total y definitiva, pues está formada por varios factores en juego: la vertiente diplomática, los derechos humanos, el tema fronterizo, la política inmigratoria, la atención sanitaria, entre otros. Es doloroso ver como la mayoría de subsaharianos, desesperados, intentan cruzar la reja. Es doloroso ver como muchos llegan deshidratados o como algunos mueren en el intento por conseguir una vida mejor. Pero aqui se producen sensaciones opuestas que no están reñidas. Podemos sentir pena, lástima y dolor por las connotaciones humanitarias del problema y a la vez experimentar indignación ante la "invasión" virulenta y forzada de una marabunta de subsaharianos que histéricos, han llegado a deteriorar incluso partes de la metálica reja fronteriza.

Podemos indignarnos e incluso discrepar del uso de pelotas de goma, abusivas en la dictadora, para controlar y dispersar las  avalanchas de subsaharianos. Podemos indignarnos al comprobar que cada dia ellos son más, que cada día  aumentan en número, que cada dia ante la frontera se repite la misma historia, que quienes optan por atravesar a pie la reja ya son mayoria frente a quienes eligen la patera por mar por ser más tranquila y pacífica e igualmente menos agresiva e impactante. Es evidente que, detrás de estos subsaharianos desesperados, debe haber un cúmulo de intereses -intermediarios que se lucran, gobiernos de paises tercermundistas antidemocráticos que permiten y cuando no fomentan que parte de sus ciudadanos huyan e intenten pasar a Europa, entre otros aspectos- que afectan por doquier: a los propios ceutíes y melillenses que ven sus ciudades avasalladas con violencia, a las fuerzas de seguridad del Estado que trabajan por controlar la frontera, al Gobierno Central, a las relaciones exteriores diplomáticas entre países implicados, a la propia imagen tanto de Ceuta como ciudad y de España como Estado...y hasta a la misma Europa, cuyo Parlamento tiene también su parte de responsabilidad en el asunto, sobre todo en cuanto a políticas diplomáticas, inmigratorias y fronterizo-territoriales.

Es cierto, y hasta lícito, que cualquier ser humano busca la prosperidad incluso fuera de su lugar de origen. Emigración e inmigración siempre han existido desde que el Hombre pobló la tierra. El nomadismo y la trashumancia son tipos de emigración. Hoy, nuestros jovenes emigran al extranjero para estudiar, completar su formación y trabajar, a veces en lo que sea. En definitiva, para labrarse un futuro mejor. Nuestros padres y abuelos buscaron lo mismo y emigraron a Alemania, Suiza, Francia, Argentina, México y Cuba. Eso si, nuestros parientes no provocaron avalanchas violentas y sangrientas. Ni siquiera los antiguos 'cayucos' canarios fueron comparables con las numerosas pateras que vienen cruzando el Estrecho desde hace décadas. Y en cuanto a los destinos europeos de nuestros padres y abuelos, ellos se establecieron en Alemania, por citar un ejemplo, en virtud de unos acuerdos bilaterales que condicionaban un número concreto de puestos de trabajo para evitar precisamente las olas inmigratorias abusivas. Mano de obra extranjera, sí, emigración si; pero solo las justas y necesarias con control e impermebilización fronteriza ante avalanchas u oleadas incontroladas.

Dicen que un problema se acaba cuando se erradica de cuajo desde la raíz del mismo. Vulgo dixit "muerto el perro se acabó la rabia". En los casos de las avalanchas fronterizas y oleadas de pateras, ir a la raíz, al origen, será dificultoso. La solución sería muy difícil, por no decir imposible, si detrás de todo esto no existiera lo que existe ni hubiese lo que hay. La solución final no arribará si detrás de tantos subsaharianos continúan estando quienes están. Manos ocultas que los mueven o dirigen hacia aqui, que mueven hilos en la sombra provocando lo que vemos en los telediarios y leemos en los periódicos. Es evidente que los subsaharianos no son los culpables. Más bien son las víctimas. Están siendo manipulados, usados y utilizados con la promesa de un fututo mejor. Vulgarmente, nos los envían aqui. Nos los dejan en la puerta.

Acusar a los gobiernos de ciertos países africanos de favorecer, facilitar, fomentar y permitir tales avalanchas de subsaharianos seguramente sería "dar en el clavo" del origen o raíz del problema. Aunque supondría tensiones diplomáticas. Tal vez por ello, por parte del Gobierno Central y del Parlamento Europeo existan cautela, precaución, tacto, tiento y hasta cierto temor 'a coger el toro por los cuernos' de una vez por todas. A veces la solución final puede ser dolorosa, drástica y conflictiva. Quizá por ello, sea mejor hacer lo que los gallegos: "no meneallo". Y asi estamos. Así nos va. Así seguimos y así continuará el problema, so riesgo de eternizarse ¿hasta cuando?

Si el Gobierno Central y el Parlamento Europeo saben cual es el origen de tales avalanchas y oleadas y conocen qué y quienes son los culpables desde el principio, quizá el problema sea "¿quien le pone el cascabel al gato?".

Por "Jose Sogorb" (Josep Esteve Rico Sogorb)
Ex redactor de los diarios ceutíes El Periódico y El Faro
Blogger en ceuta.com 

lunes, 2 de abril de 2012

A vueltas con 'El Perejil'

'París bien vale una misa'. O 'mi reino por un caballo'. Aunque en este caso sería mejor decir 'El Perejil está emperejilado, el desemperejilador que lo desemperejile, buen desemperejilador será'. Pasando de galimatías, el tema es que ya estamos de nuevo, a vueltas con el asunto del islote de 'El Perejil'.

Si París bien valió una misa, ¿qué vale 'El Perejil' sino para tensar aún más las relaciones entre Marruecos y España? ¿O para utilizarlo desde el reino alauita como objeto de discordia diplomáticamente hablando? ¿O tal vez para convertirse en simbólico lugar de 'peregrinaje' y de concentración popular marroquinista y anti-española?

El senador alauita Yahya ha llamado a la movilización y protesta contra España -como consecuencia de la visita de los Reyes a Ceuta y a Melilla- a la sociedad marroqui convocando una marcha y concentración o 'toma' temporal del islote 'El Perejil' para este lunes 10 de diciembre. Este parlamentario sigue empecinado en armar jaleo, en llamar la atención de la opinión pública, en hacer su propia 'guerra' personal y particular en un momento actual en que el gobierno marroqui se ha moderado tras el inicial 'cabreo' por la visita real a las españolas ciudades norteafricanas y ha aflojado la 'cuerda' diplomática aproximándose un tanto 'amistosamente' al gobierno español.

En esta ocasión, el gobierno de Rabat y hasta la propia Corona alauita, juegan a la ambigüedad o cuanto menos al cinismo político-diplomático. Con doble lenguaje y doble lectura, o así lo interpretamos muchos. A últimos de noviembre y ante la convocatoria del senador Yahya a marchar y 'ocupar' el islote de 'El Perejil', Rabat defendió el derecho del senador a expresarse y a movilizar a sus seguidores y en principio no pareció oponerse a la iniciativa.

Ya en diciembre y a días de la fecha indicada para la protesta convocada por el senador ante el islote, Rabat da un giro diplomático y prohibe la convocatoria bajo la excusa de un problema administrativo en el trámite de la solicitud. El caid o alcalde del ayuntamiento rural de Taghramt, en cuya demarcación Marruecos incluye a 'El Perejil', se negó a tramitar la autorización de manifestación alegando razones técnicas: el no empadronamiento del solicitante, el senador Yahya, en ese municipio, según el Ministerio de Interior en Rabat. Primer obstáculo que el senador solicitante podría salvar si consigue un colaborador censado en Taghramt que le presente la solicitud, si bien será muy dificil o casi imposible que se le admitiera y autorizara la petición.

De todas formas, dado el carácter o perfil impulsivo y polémico del senador Yahya -con varios incidentes en su haber destacando el que provocó ante la ciudad de Melilla durante la visita real- con autorización o sin ella, llevaría a término la protesta en 'El Perejil'.

Estoy seguro que, sin permiso oficial, Yahya y los suyos estarán en el islote. Y Rabat, a pesar de su prohibición administrativa, no moverá un dedo para evitarlo y actuará con su habitual ambiguo doble lenguaje, dando a entender a la diplomacia internacional y a España, que no apoyó ni defendió la protesta, lo que supondría tapada y ocultamente, conceder licencia para que Yahya y los suyos campen a sus anchas.

Asi es, 'ni contigo ni sin ti'. Asi actúa Rabat. Mientras tanto, España ha de actuar con firmeza y sin titubeos. Y este lunes debería vigilar de cerca 'El Perejil' para evitar que se repita una 'ocupación'. Aunque este islote no tenga ninguna utilidad y solo sirva como pelota diplomática en juego. 'El Perejil está emperejilado, el desemperejilador que lo desemperejile, buen desemperejilador será'. Pues eso.

por Jose E. R. Sogorb,
ex-redactor de El Periodico de Ceuta, Area Algeciras y El Faro de Ceuta

Ceuta y Melilla: aduanas europeas conjuntas

Me congratulo de que los gobiernos autónomos ceutí y melillense proyecten solicitar el ingreso de ambas ciudades en la europea Unión Aduanera. Y me satisface porque supondría fortalecer sus resentidas economías y recibir un tratamiento más considerado a todos los niveles.

Con este ingreso, el principal objetivo -entre otros- sería, convertir Ceuta y Melilla en auténticas fronteras y aduanas comerciales de territorialidad y funcionalidad europeas, actuando intermediariamente entre Marruecos y Bruselas -Unión Europea o UE- de forma conjunta y coordinada.

Pero me alegro además, porque las españolas ciudades norteafricanas 'caballa' y melillense irian de la mano, juntas, como hermanas que son. Tras esa desavenencia infraterna por aquello de las iniciativas de reformas estatutarias autonómicas en que Melilla se desvinculaba de su 'melliza' Ceuta, por fin han imperado el sentido común y la necesidad de aunar esfuerzos - ya se sabe que la unión hace la fuerza y cuatro ojos ven más que dos- en un tema coincidente como es el aduanero.

Ceuta y Melilla se parecen como gotas de agua. Es mucho más lo que las une que lo que las separa. Son mayores las coincidencias que las diferencias. Sus ubicaciones costeras, sus puertos, sus suelos reducidos y aislados rodeados por tierra extranjera y mar, la cultura y las costumbres, así como sus problemáticas y necesidades; todo ello contribuye y las 'condena' eternamente a ayudarse, a cooperar, a actuar conjuntamente como dos buenas hermanas e 'hijas' de España. Así ha de ser.

El ingreso de las ciudades ceutí y melillense en la unión aduanera europea traería abundantes ventajas y apenas contados inconvenientes. Se trataría de equipararse por ejemplo, con Canarias, que tiene el mismo status como aduana de la UE. A las islas les va muy bien comercial y económicamente desde que son aduanas europeas.

Ambos casos, el canario y el ceuti-melillense, serían paralelos. Con el ingreso en la Unión Aduanera, se impulsarían los estatutos autónomos de Ceuta y de Melilla como territorios comunitarios conformándolos oficialmente como fronteras sur de la Unión Europea, se fomentarían nuevos negocios a largo plazo resultando beneficioso al reportar ventajas fiscales, empleos y subvenciones, y sobre todo -aqui está lo importante- eliminaría las dudas acerca de la innegable españolidad y la falsa marroquinidad de Ceuta y de Melilla.

Evidentemente, ésto generaría alguna que otra tensión diplomática con Rabat que volvería a 'cabrearse' y sólo aceptaría con algunas concesiones o compensaciones de tipo económico-mercantil a cambio, pues Marruecos hace años que se desvive porque sus productos arriben a toda Europa, porque la UE los compre -pasando o 'puenteando' por encima de los españoles- y porque se le acepte como estado de la UE alegando que es 'país ribereño mediterráneo' y que Europa también es bañada por el 'Mare Nostrum'. Romances, dicen en mi tierra. 'Que ladren, luego cabalgamos'.

Esta es la única pega, pero vale la pena ingresar en la Unión Aduanera. Vale la pena aguantar dicha pega porque las ventajas son numerosas y gratificantes. Vamos, que 'sarna con gusto no pica'. Ni el Consejo de Ministros de la UE ni la Comisión Europea podrán negar a Ceuta y a Melilla algo que igualmente se le concedió a Canarias en 1991. Con su aprobación e ingreso en la Unión Aduanera, ceutíes y melillenses se sentirán más españoles aún y también europeos. Aunque estén en África. Porque es posible ser y sentirse al unísono español, africano y europeo. ¿Por qué no?

Por Josep Esteve Rico Sogorb, 'José Sogorb' 

Un aeropuerto para Ceuta

Hace falta crear la 'PLAMETAM' en Ceuta y Melilla. Es necesario que ambas ciudades vecinas y hermanas se unan para convencer a sus conciudadanos de que pueden tener más -ya se sabe que 'la unión hace la fuerza'- en esa gran 'Plataforma Por la Mejora del Transporte Aéreo y Marítimo' con la participación directa de sus respectivos gobiernos autonómicos, agentes sociales, empresariales y económicos; partidos políticos, organismos oficiales, centrales sindicales, entidades ciudadanas y colectivos de toda índole.
La necesidad de mejorar y potenciar el problemático transporte aeréo-marítimo en Ceuta y Melilla, que anda de capa caída, debe ser objetivo prioritario tanto de sus autoridades y administraciones como de los propios ciudadanos 'caballas' y melillenses como usuarios de los servicios aéreo-heli-portuarios y navieros.

Esta plataforma serviría para muchas cosas. Entre tantas, para coordinar acciones tales como presentación de proyectos y propuestas, ser interlocutora válida entre las administraciones competentes en el tema -llámese ministeriales- encargar informes técnicos a profesionales, movilizar y sensibilizar a las poblaciones ceutí y melillense para la defensa de reclamaciones acerca de necesidades vitales de ambas ciudades en materia aéreo-marítima imprescindibles para la subsistencia, desarrollo sostenible, prosperidad y futuro de Ceuta y Melilla.

¿Y cuáles son esas necesidades en estas españolísimas ciudades norteafricanas? Evidentemente, la imperiosa, urgente y vital ampliación del actual y existente aeropuerto de Melilla junto a la urgente e innovadora creación de un nuevo aeropuerto en Ceuta, entre otras cosas. Ambos proyectos son, hoy por hoy, los más importantes de acometer por priodidad y preferencia, sin olvidar otros aspectos secundarios pero no baladíes, del servicio naviero como la política de tarifas o bonificaciones, tema que se merece un artículo aparte.

En Melilla, se ha quedado insuficiente la pista de aterrizaje. Es preciso dotarla de una ampliación de hasta 1000 metros más, lo que es factible a pesar de la inmediata proximidad con suelo extranjero. La existencia de turismo europeo que arriba a la ciudad melillense y la más que aceptable actividad de vuelos, justifican dicha ampliación, sin que la evidente enorme distancia con la península suponga un impedimento.

Ambas necesidades, creación -Ceuta- y ampliación -Melilla- son necesarias, importantes además de revitalizadoras e interesantes respecto a las situaciones socio-económicas y geo-políticas de las dos ciudades norteafricanas.

Coincido con el piloto melillense de líneas aéreas Javier González -impulsor de la propuesta y autor de varios estudios y artículos- en que incluso el único punto cuestionable -el de la rentabilidad- sería superable y no un obstáculo para su posible ejecución. Cabría aplicar una política que evitara que el aeropuerto lo usaran unos pocos privilegiados, como sucede con el helipuerto, cuyo servicio es carísimo y ante la disminución de pasajeros por la crisis, ha reducido los vuelos.

Reitero que el aeropuerto en Ceuta no es descabellado sino realizable. El reducido territorio no es problema: La minúscula Gibraltar, con tan sólo 1.800 metros de pista de aterrizaje ganados al mar, tiene vuelos directos a Londres, Madrid y Barcelona. Lo cierto es que, si se continúa con el tradicional sentimiento ceutí de conformismo, otro podría arrebatar el proyecto y aplicarlo. Se rumorea que la mismísima vecina Algeciras podría llevarse el gato al agua si los 'caballas' se olvidan del tema, compitiendo con Ceuta. Y supongo que ésto, tocaría la moral y los c...puesto que encima los ceutíes tendrían que coger el avión en la villa algecireña. Al revés no, claro está, por la ubicación geográfica de Ceuta. Un aeropuerto provocaría aumento de turismo y la implantación de nuevos hoteles.

El lugar adecuado para la instalación del aeropuerto en suelo ceutí parece ser, -a juicio de este piloto profesional, Javier González- el terreno ganado al mar en la zona nordeste de la ciudad conocida como 'Punta Almina'. La pista aquí, permitiría ser de entre 2,5 y 3 km, con orientación Este-Oeste para que en las maniobras de aterrizaje y despegue, el viento siempre sea de cara, consiguiendo una menor distancia para las aeronaves que realicen dichas maniobras. Asimismo podría contener una plataforma para albergar de 5 a 8 aviones y un sistema de aproximación que permitiera el aterrizaje en condiciones menos favorables. Un lugar que al parecer, coincide con el que plantea UGT en su reciente propuesta, si bien el sindicato propone realmente un insuficiente mini-aeropuerto, a pequeña escala y de poca envergadura. Punta Almina es quizá, mayoritariamente, el mejor sitio o el menos problemático de los lugares. Sin embargo, otras opiniones aunque minoritarias pero dignas, defienden como idónea la zona de Benzú con tal de evitar que los pasajeros que visiten Ceuta al dirigirse a la pista vean como primera imagen de la ciudad el cementerio de Santa Catalina.

Que no se anteponga la excusa de la rentabilidad -poca, escasa o nula- para poner trabas al proyecto y evitar su ejecución. A lo largo de la historia, existen miles de ejemplos de obras e infraestructuras cuya rentabilidad no fue inmediata sino que se necesitaron además de paciencia, largos años, décadas e incluso un siglo para que llegaran a ser rentables y hoy lo son. El propio puerto marítimo de Ceuta es el mejor exponente de ello: hace 100 años se pensó que la construccion del puerto no sería rentable. Se decía que con el embarcadero para traer las provisiones de la península en pequeños veleros, era suficiente. Hoy, el puerto de Ceuta es uno de los mas fructíferos de España con entrada y salidas de buques de todos los paises y está generando dinero y trabajo para muchas personas.

Pero eso sí, debería ser un aeropuerto sin monopolios explotadores y caros en servicios. No querrían los ceutíes repetir en los aviones la situación abusiva de las terifas navieras. En el caso del aeródromo melillense, si los vuelos fueran realizados por compañías aéreas locales, los billetes abaratarían y los beneficios redundarían en la ciudad cual mayor revulsivo económico. ¿Y en Ceuta...?

No obstante, cabe recordar que la idea de un aeropuerto en Ceuta ya se planteó por la agrupación política GIL en 1999 ante el Ministerio de Fomento como una vía de desarrollo económico para la ciudad. El hecho de un helipuerto en Algeciras es un parche insuficiente que solo permitirá cruzar a otros pocos privilegiados de elevado bolsillo el estrecho por aire, pero no dará solución final a las necesidades de transporte como en mercancías, por ejemplo.

Algunas voces cuestionan la ubicación sugerida por su profundidad y las corrientes marinas, temiendo a los envites de un fuerte temporal. Pero los juicios técnicos consideran que la pista se colocaría contigua al litoral, donde la profundidad es escasa y no hay mar abierto. Tampoco son obstáculos determimantes. Lo mas factible para la construccion de un aeropuerto son los margenes de seguridad en cuanto a pista de aterrizaje y despegue con salida y entrada desde el mar o hacia el mar. Las montañas de Ceuta, no serían problema. Vemos como el aeropuerto Mexico esta rodeado de la ciudad y de las altas montañas que la circundan, y funcionando está. En Ceuta se podría aterrizar desde el estrecho y levantar el vuelo cara al estrecho.

Para los pilotos, las cuestiones técnicas a valorar en la creación del aeropuerto de Ceuta a la hora de aterrizar y despegar, se reducen a la velocidad de un avión al descender, que viene a ser 200 o 250Km/h dependiendo de varios factores. Si por cualquier circunstancia en una aproximacion y a pocos metros de altura un piloto por alguna incidencia aunque sea insignificante -una pequeña ráfaga de viento- decide no aterrizar y hacerlo en un segundo intento, tendría que levantar el vuelo de nuevo sin bastante margen. Por ello es imprescindible tener los dos extremos de la pista abiertos con margen suficiente, necesitándose una zona libre de obstáculos para realizar la aproximación a una pista, ejecutar una aproximación frustrada -abortar el aterrizaje- o incluso para el despegue por la pista contraria, porque se despega y aterriza en contra del viento salvo excepciones, como cuando el aire es ligero, menor de 18km/h. Esto sería erróneo si el aeropuerto estuviera en Benzú o Benítez. Estas zonas no cumplen tales requisitos.

Los criterios profesionales técnicos, como argumenta el piloto Javier González, aconsejan que la orientación de la pista del aeropuerto ceutí debería ser de este a oeste, por los vientos predominantes, para que tanto la carrera de despegue como el aterrizaje sean lo más cortos posible y así sacar el mayor peso de la aeronave. Según González, plantear un aeropuerto cruzado al viento supondría de entrada, limitar operaciones de vuelo para un futuro, como ocurre en Melilla, donde los vientos predominantes, son de levante o poniente y la pista no tiene esa orientación, y a la hora de despegar penaliza en peso al despegue lo que se traduce en tener que dejar algo de pasaje en tierra los dias de fuerte viento cruzado.

El piloto Javier González -e imagino que como él, pensarán la inmensa mayoría de los pilotos españoles, y yo sin serlo, coincido y compruebo que lleva razón- plantea en principio un aeródromo de 2 km como mínimo para que entren aparatos como el B737 o el A320. A tenor del piloto, si sólo entraran los turbihélices, el radio de acción resultaría escaso pues son aeronaves muy limitadas, no arribarían ni a Londres ni a Berlín. Ello, aunque supondría una buena comunicación con Madrid, en base a 1h 30 minutos de trayecto, sería insuficiente para hacer llegar a Ceuta al turismo anglosajón y germano, verdaderas fuentes generadoras de ingresos, siendo quienes realmente convierten en turística una zona.

Existen más cuestiones técnicas aunque secundarias y que han de ser valoradas por una comisión de técnicos expertos y asesores profesionales. Pero la respuesta social y la movilización cívico-popular son las primeras acciones a acometer. Resultarán más quienes estén en favor que los que se opongan. Tal vez a las navieras no les convega. Cuestion de intereses de monopolios. Ya está bien de que las compañías marítimas ostenten tanto poder teniendo la sartén por el mango y quieran seguir siendo los únicos 'amos' del estrecho desde antaño. Ahora, les toca compartir la zona junto a los helicópteros y espero que lo antes posible, con los aviones. Es lamentable que los intereres de tales navieras impidan el desarrollo de otros proyectos benficiosos para Ceuta y el Estrecho. Como pasa con el viejo proyecto del túnel entre ambas orillas, reactivado y paralizado en múltiples ocasiones hasta hoy. Pues que no suceda lo mismo con el aeropuerto. En todo este asunto ha de primar el bien común de los ciudadanos. Ceuta se merece y necesita un aeropuerto y Melilla, ampliar y mejorar el que tiene. Y que mejor que uniéndose ambas ciudades y sendas poblaciones en esa 'Plataforma Por la Mejora del Transporte Aéreo y Marítimo'. Tomen nota las administraciones ceutí y melillense y el Gobierno ZP.Todo sea por Ceuta y Melilla. Y por sus aeropuertos.

Cuando tu ibas, yo ya venía...

Aunque al parecer se haya cerrado la crisis fronteriza del asunto 'mujeres policías versus bloqueo comercial', el tema sigue en candelero. Al menos, aún se continúa hablando en foros periodísticos sobre los motivos que desencadenaron el conflicto y asimismo se analiza toda la situación en sí. Una tensa y problemática situación entre las españolas ciudades autónomas norteafricanas de Ceuta y Melilla y Marruecos, o mejor dicho matizando, con ciertos marroquíes colectivos cívicos, políticos y sindicales de carácter nacionalista pan-marroquinista que mantienen su 'reivindicación' sobre los municipios autonómicos ceutí y melillense.
Tal es la auténtica realidad, la cierta verdad de fondo de todo este asunto. Y la excusa en esta ocasión, cómo y cuánto esas organizaciones marroquíes se han cebado con el colectivo femenino del Cuerpo Nacional de Policía de España en Ceuta y Melilla (mediante mentiras y falsedades intencionadas aludiendo a supuestas torturas y presuntos maltratos)especialmente con las agentes destacadas en los puestos fronterizos de Beni-Enzar y Tarajal, respectivamente.

Y ya se sabe: "una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad" (Goebbels, ministro nazi de Propaganda). Pues eso es lo que pretendían los levantiscos dirigentes de las asociaciones pan-marroquinistas del vecino país alauita: llamar la atención de la opinión internacional y presionar una vez más, de tantas; en el sempiterno 'affaire' de trasfondo que es la hipotética entrega (que no devolución ni recuperación, pues no se puede devolver ni dar a recuperar aquello que jamás se tuvo...) de Ceuta y Melilla a Marruecos y su falsa 'marroquinidad' con el único 'argumento' de la geografía...

Bien. Esta ocasión les ha tocado a las mujeres policías españolas en las fronteras ceutí y melillense con sus irreales maltratos e inexistentes torturas gravemente acusadas por colectivos marroquíes, todo lo cual ha sido excusa para un hostil y férreo bloqueo comercial que lejos de beneficiar a todas las partes implicadas, ha perjudicado considerablemente tanto a ciudadanos marroquíes que se buscan el pan como a consumidores españoles de Ceuta y Melilla que demandan diariamente productos del vecino país en aras del libre comercio fronterizo.
Y esta vez, las mujeres policías españolas en las ciudades autónomas ceutí y melillense han tenido que contrarrestar las falsas acusaciones de los pan-marroquinistas publicitándose con abrazos que transmitían positivismo y cercanía, lidiando un acosador bloqueo comercial. Tuvieron que reaccionar defendiéndose.

Anteriores ocasiones fueron las habituales manifestaciones callejeras o la 'reconquista' del islote Perejil, entre otras crisis. Pero, la próxima vez, ¿qué será?, ¿quienes o cuales colectivos resultarán afectados o se convertirán en blanco de nuevas injurias, acusaciones, mentiras y falsedades? Porque debajo subyace el sempiterno conflicto 'in secula seculorum' entre Marruecos y España estando de fondo Ceuta y Melilla cuales protagonistas de esta lamentable película que ninguna de las partes se atreve a concluir, quizá porque los gobiernos respectivos obtienen más que suficientes réditos beneficiosos en esta larga situación de ambigüedad conjunta.

Que Marruecos sea respecto a España un país vecino, ribereño, limítrofe, fronterizo, mediterráneo y aliado cooperante hasta ser considerado 'amigo' y 'hermano' por sus monarcas (¡vaya 'amistades peligrosas'!) y con el que debemos llevarnos bien (o interese llevarse bien), colaborar y cooperar en temas bilaterales (inmigración ilegal, narcotráfico...); no le da derecho a que cuando le plazca a ciertos dirigentes y colectivos suyos y con las 'vistas gordas' gubernativa y real, ofenda y humille a España creando sucesivos conflictos y tensiones diplomáticas peligrando la paz mútua y causando malestar e inseguridad en Ceuta y Melilla (las más perjudicadas como monedas de cambio...) acerca de su futuro.

Un futuro inseguro e incierto ante el que los ceutíes y melillenses se muestran preocupados e intranquilos al comprobar la tibieza temerosa y la lentitud de reflejos o de reacción del Gobierno de Madrid así como el oportunismo demagógico de la mayoría de la oposición.

Ceuta Melilla se merecen, superiores protección y atención, riguroso mimo político-administrativo y gubernamental, más claridad y firmeza sin ambigüedades; porque es posible trabajar en dos dimensiones: reforzando la amistad y las relaciones con Marruecos y mantener una postura protectora rotunda y tajante sobre la españolidad de Ceuta y Melilla. Una españolidad que desde Madrid se ha de mostrar cien por cien incuestionable, innegociable e indivisible ante Marruecos, la ONU y la CE y donde sea preciso.

Que antes de existir el reino de Marruecos (nacido en 1957 con la instauración de la monarquía alauita) e incluso el medieval reino bereber de Fez, históricamente Ceuta y Melilla ya llevaban siglos siendo españolas, siglos de españolidad, a pesar de su suelo continental geográfico africano.

Así que, querido Marruecos, aplícate el cuento: '...Cuando tu ibas, yo ya venía...'

Por Josep Esteve Rico Sogorb, ('José Sogorb')