"Ni el Poder ni la Gloria". Blog de Josep Esteve Rico Sogorb

Artículos de opinión e investigación sobre Historia, Lengua, Literatura, Arte, Cultura, Política, Sociedad, etcétera. La mayoría publicados en medios de comunicación en papel y digitales de todo ámbito territorial tanto en España como en el extranjero
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sábado, 10 de abril de 2021

 

Killilea reconoce el valenciano

por Josep Esteve Rico Sogorb

 

Publicado en el blog de Coalicio Valenciana de Turis (Valencia) 

http://coalicioturis.blogspot.com/2009/03/killilea-reconoce-el-valenciano-per.html



Frente a quienes dicen que Europa no reconoce el valenciano como lengua y se oponen a ello, cabe recordar que la UE reconoce la lengua valenciana desde 1991 tras firmar entonces un convenio con la Generalitat Valenciana en el que se asigna a ésta el “derecho exclusivo” de traducir y publicar el documento europeo "Eurovoc".

Concretamente desde el 13 de mayo de 1991 la Unión Europea reconoce la denominación del idioma valenciano. En esa fecha el ‘Consell’ firmó un convenio con la Oficina de Publicaciones de las Comunidades Europeas para traducir en lengua valenciana la segunda edición del documento "Tesauro Eurovoc", un indizador o indexador plurilingüe de conceptos.

Convenio rubricado por Lucien Emringer como director de esta institución europea u organismo oficial que autoriza las publicaciones en las lenguas oficiales de los Estados y Regiones de la UE y el entonces ‘conseller’ de Administración Pública del Gobierno autonómico socialista Emèrit Bono. Curioso: en Madrid y Valencia gobernaba el PSOE y en Barcelona, Convergència i Unió. Entonces no hubo problema alguno y ahora todo son zancadillas para el valenciano. Esto demuestra la politización y los intereses del tema y de los políticos implicados en la actualidad.

Fruto del convenio, la UE reconoció a la Generalitat Valenciana “la potestad y el derecho exclusivo de traducir y publicar en el mundo entero y en cualquier medio, impreso o no, una versión en lengua valenciana”. En dicho acuerdo no intervino el Gobierno Central y ni siquiera protestó el Govern de Catalunya, al contrario que ahora; lo que demuestra que en el tema de la traducción de la Constitución Europea y sus derivaciones la Generalitat es la única institución que tiene competencias, derecho y potestad por lo que no tienen fundamento ni argumento las injerencias, amenazas y quejas de otra autonomía como es Catalunya. Cinco años después, el convenio fue renovado entre la Generalitat y la Oficina de Publicaciones Oficiales de la UE. En este caso fue el popular José Joaquín Ripoll el encargado de suscribir el acuerdo.

Seguidamente, la lengua valenciana -diferenciada del catalán- se declaró oficial y así está reconocida su denominación en Europa desde el 5 de noviembre de 1992 tras la aprobación de la Carta Europea de Lenguas Minoritarias a la que se adjuntó el informe del comité de expertos de fecha 13 de febrero de 1991 en cuya página 80 se reconoce el catalán y en la 81, totalmente diferenciada,  el valenciano. Asimismo el pleno del Parlamento Europeo aprobó la denominada “Killilea Resolution” en la que en su documento técnico anexo figura reconocida la lengua valenciana (pág. 49) diferenciada del catalán (pág. 21).

Si desde entonces el valenciano es oficial y está reconocido en cuanto a denominación o nombre (normativas aparte), los ‘consellers’ González Pons y Amor erraron al decir que con la actual traducción valenciana de la Constitución Europea se inicia la oficialidad y el reconocimiento de nuestra lengua. Y lo más grave: Maragall, Carod y Zapatero con sus actuaciones se sitúan en contra del informe 13/91, de la resolución "Killilea" y de la Carta Europea de Lenguas Minoritarias como intentos de vulnerar éstos acuerdos aprobados por España y resto de la UE. ¿Será capaz ZP el próximo dia 22 de violar estos acuerdos con la retirada de la traducción valenciana y aceptando como única denominación la de catalana integrando el valenciano? No puede vulnerar lo que como ordenamiento jurídico-legal-legislativo está reconocido y refrendado por la UE ¿Por qué no respetan y admiten todos ellos las legalidades europea, constitucional y autonómica? ¿Hemos de refrescarles la memoria? Nadie cita la “Killilea Resolution”.

De ésta nadie se acuerda ni quiere acordarse o no les interesa. Ni a Maragall & Carod -pues desean aprovechar la polémica para sus pretensiones y aspiraciones políticas con la excusa de una discutible unidad lingüística- ni a Zapatero -quien quiere evitar el ridículo de ser el primer jefe del ejecutivo que no logre aprobar a la primera los presupuestos generales y desea pasar a la posteridad como el presidente que rubricó la Constitución Europea pacífica y consensuadamente- ni a Camps -que seguirá utilizando el objeto de la discordia, el tomo de marras, la traducción "valenciana", como arma contra ambos: derecha contra izquierdas, contra Madrid y Barcelona, versus ZP-Maragall-Carod. O sea, ganan o desean ganar los políticos implicados, por intereses.

En definitiva, pierde la Comunidad Valenciana, pierde la lengua valenciana -reconocida por Killilea y presente en la Carta de Lenguas Minoritarias- y perdemos los valencianos, como siempre, desde la batalla de Almansa en 1707 -297 años perdiendo-. Somos moneda de cambio, juguete caprichoso y objeto del deseo ambicioso de todos ellos. Lamentable.

 

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¡Mamá, quiero ser 'eurodiputao'! 

Por Josep Esteve Rico Sogorb








En esta época de crisis y recesión económica brutales tenemos que apretarnos el cinturón TODOS. Y me refiero a todos: pobres y ricos, obreros y empresarios, artistas y políticos. No esta la economía mundial -y por supuesto, la española- para derroches, malgastos y despilfarros; sino para ahorrar lo que se pueda -si es que se puede, claro, porque no llegamos a fin de mes- aguantar con lo justo necesario y consumir inteligentemente sin excesos caprichosos innecesarios.


Estamos en ‘vacas flacas’ y huelgan las ostentaciones -a pesar de las recomendaciones de los expertos económicos, Gobiernos y Administraciones Públicas- que algunos poderosos siguen mostrando, dando un mal ejemplo a la ciudadanía. Sin ir más lejos, sorprende pero a la vez indigna el hecho de que, precisamente en crisis y cuando cabe gastar menos, congelar sueldazos e incluso reducir éstos, el Parlamento Europeo anuncie que a partir de julio y en virtud de no se qué nuevo estatuto o reforma reglamentaria que entrará en vigor en tal fecha, sus señorías los eurodiputados cobrarán un incremento de más de 4.000 euros unido a los miles similares que ya vienen cobrando, con lo cual resulta ser como doblarse el sueldo.

Me dirán algunos que dicho ‘plus’ está justificado por todo aquello de que en Estrasburgo trabajan mucho -será los portavoces, porque los demás van a apretar el botón y hacer bulto- que la Euro Cámara se halla muy lejos y que por la enorme distancia el viaje sale caro, que se incluyen los nada baratos alojamiento, transporte y alimento, etcétera. Vale, vale, de acuerdo. Pero, tal incremento salarial europarlamentario es más propio y viable en bonanza y ‘vacas gordas’, cuando la economía es boyante, cuando no importa o no nos molesta tanto y no le concedemos mayor importancia, tan solo un simple comentario tipo ‘bah, cosas de políticos, que bien viven, pero mientras a mi no me falte trabajo y bienestar, que más da que se suban el sueldo’.

Así que, en crisis, lo negativo se ve más, mayor y grave. Los que menos poseemos, a sufrir apreturas y reducciones salariales pero la clase dirigente no se priva, todo lo contrario. Pues, muy mal, pues se agrandan el abismo y la desigualdad entre clases sociales: los ricos continúan igual de ricos o lo son todavía más, y los pobres -nosotros, los ‘parias del mundo’- aumentamos en número y somos más pobres.

El Parlamento Europeo debería imitar a gobiernos que aplicaron restricciones y anular el excesivo incremento salarial -bastaba con subir el sueldo mínimamente o congelarlo, que no es moco de pavo- apretándose también el cinturón. El propio Obama en su primer día como presidente congeló jornales a asesores y funcionarios de la Casa Blanca, y molesto porque los agentes de bolsa se han estado lucrando con elevadas primas y comisiones desde que se inició la crisis, ha impuesto normas económicas restrictivas.

Y es que a los insolidarios egoístas poderosos les importa un bledo la penuria de la mayoría y las medidas de los Gobiernos. Van a enriquecerse incluso en crisis, aunque sea ‘por lo bajini’, por qué no. Total, que menudo ejemplo el de la Euro Cámara. No me extrañaría que a partir de ahora los niños, ante la pregunta sobre qué quieren ser de mayor, respondan: ‘¡Mamá, quiero ser eurodiputao!’


Josep Esteve Rico Sogorb

lunes, 2 de abril de 2012

Ceuta y Melilla: aduanas europeas conjuntas

Me congratulo de que los gobiernos autónomos ceutí y melillense proyecten solicitar el ingreso de ambas ciudades en la europea Unión Aduanera. Y me satisface porque supondría fortalecer sus resentidas economías y recibir un tratamiento más considerado a todos los niveles.

Con este ingreso, el principal objetivo -entre otros- sería, convertir Ceuta y Melilla en auténticas fronteras y aduanas comerciales de territorialidad y funcionalidad europeas, actuando intermediariamente entre Marruecos y Bruselas -Unión Europea o UE- de forma conjunta y coordinada.

Pero me alegro además, porque las españolas ciudades norteafricanas 'caballa' y melillense irian de la mano, juntas, como hermanas que son. Tras esa desavenencia infraterna por aquello de las iniciativas de reformas estatutarias autonómicas en que Melilla se desvinculaba de su 'melliza' Ceuta, por fin han imperado el sentido común y la necesidad de aunar esfuerzos - ya se sabe que la unión hace la fuerza y cuatro ojos ven más que dos- en un tema coincidente como es el aduanero.

Ceuta y Melilla se parecen como gotas de agua. Es mucho más lo que las une que lo que las separa. Son mayores las coincidencias que las diferencias. Sus ubicaciones costeras, sus puertos, sus suelos reducidos y aislados rodeados por tierra extranjera y mar, la cultura y las costumbres, así como sus problemáticas y necesidades; todo ello contribuye y las 'condena' eternamente a ayudarse, a cooperar, a actuar conjuntamente como dos buenas hermanas e 'hijas' de España. Así ha de ser.

El ingreso de las ciudades ceutí y melillense en la unión aduanera europea traería abundantes ventajas y apenas contados inconvenientes. Se trataría de equipararse por ejemplo, con Canarias, que tiene el mismo status como aduana de la UE. A las islas les va muy bien comercial y económicamente desde que son aduanas europeas.

Ambos casos, el canario y el ceuti-melillense, serían paralelos. Con el ingreso en la Unión Aduanera, se impulsarían los estatutos autónomos de Ceuta y de Melilla como territorios comunitarios conformándolos oficialmente como fronteras sur de la Unión Europea, se fomentarían nuevos negocios a largo plazo resultando beneficioso al reportar ventajas fiscales, empleos y subvenciones, y sobre todo -aqui está lo importante- eliminaría las dudas acerca de la innegable españolidad y la falsa marroquinidad de Ceuta y de Melilla.

Evidentemente, ésto generaría alguna que otra tensión diplomática con Rabat que volvería a 'cabrearse' y sólo aceptaría con algunas concesiones o compensaciones de tipo económico-mercantil a cambio, pues Marruecos hace años que se desvive porque sus productos arriben a toda Europa, porque la UE los compre -pasando o 'puenteando' por encima de los españoles- y porque se le acepte como estado de la UE alegando que es 'país ribereño mediterráneo' y que Europa también es bañada por el 'Mare Nostrum'. Romances, dicen en mi tierra. 'Que ladren, luego cabalgamos'.

Esta es la única pega, pero vale la pena ingresar en la Unión Aduanera. Vale la pena aguantar dicha pega porque las ventajas son numerosas y gratificantes. Vamos, que 'sarna con gusto no pica'. Ni el Consejo de Ministros de la UE ni la Comisión Europea podrán negar a Ceuta y a Melilla algo que igualmente se le concedió a Canarias en 1991. Con su aprobación e ingreso en la Unión Aduanera, ceutíes y melillenses se sentirán más españoles aún y también europeos. Aunque estén en África. Porque es posible ser y sentirse al unísono español, africano y europeo. ¿Por qué no?

Por Josep Esteve Rico Sogorb, 'José Sogorb'