"Ni el Poder ni la Gloria". Blog de Josep Esteve Rico Sogorb

Artículos de opinión e investigación sobre Historia, Lengua, Literatura, Arte, Cultura, Política, Sociedad, etcétera. La mayoría publicados en medios de comunicación en papel y digitales de todo ámbito territorial tanto en España como en el extranjero
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lunes, 2 de abril de 2012

Ceuta y Melilla: aduanas europeas conjuntas

Me congratulo de que los gobiernos autónomos ceutí y melillense proyecten solicitar el ingreso de ambas ciudades en la europea Unión Aduanera. Y me satisface porque supondría fortalecer sus resentidas economías y recibir un tratamiento más considerado a todos los niveles.

Con este ingreso, el principal objetivo -entre otros- sería, convertir Ceuta y Melilla en auténticas fronteras y aduanas comerciales de territorialidad y funcionalidad europeas, actuando intermediariamente entre Marruecos y Bruselas -Unión Europea o UE- de forma conjunta y coordinada.

Pero me alegro además, porque las españolas ciudades norteafricanas 'caballa' y melillense irian de la mano, juntas, como hermanas que son. Tras esa desavenencia infraterna por aquello de las iniciativas de reformas estatutarias autonómicas en que Melilla se desvinculaba de su 'melliza' Ceuta, por fin han imperado el sentido común y la necesidad de aunar esfuerzos - ya se sabe que la unión hace la fuerza y cuatro ojos ven más que dos- en un tema coincidente como es el aduanero.

Ceuta y Melilla se parecen como gotas de agua. Es mucho más lo que las une que lo que las separa. Son mayores las coincidencias que las diferencias. Sus ubicaciones costeras, sus puertos, sus suelos reducidos y aislados rodeados por tierra extranjera y mar, la cultura y las costumbres, así como sus problemáticas y necesidades; todo ello contribuye y las 'condena' eternamente a ayudarse, a cooperar, a actuar conjuntamente como dos buenas hermanas e 'hijas' de España. Así ha de ser.

El ingreso de las ciudades ceutí y melillense en la unión aduanera europea traería abundantes ventajas y apenas contados inconvenientes. Se trataría de equipararse por ejemplo, con Canarias, que tiene el mismo status como aduana de la UE. A las islas les va muy bien comercial y económicamente desde que son aduanas europeas.

Ambos casos, el canario y el ceuti-melillense, serían paralelos. Con el ingreso en la Unión Aduanera, se impulsarían los estatutos autónomos de Ceuta y de Melilla como territorios comunitarios conformándolos oficialmente como fronteras sur de la Unión Europea, se fomentarían nuevos negocios a largo plazo resultando beneficioso al reportar ventajas fiscales, empleos y subvenciones, y sobre todo -aqui está lo importante- eliminaría las dudas acerca de la innegable españolidad y la falsa marroquinidad de Ceuta y de Melilla.

Evidentemente, ésto generaría alguna que otra tensión diplomática con Rabat que volvería a 'cabrearse' y sólo aceptaría con algunas concesiones o compensaciones de tipo económico-mercantil a cambio, pues Marruecos hace años que se desvive porque sus productos arriben a toda Europa, porque la UE los compre -pasando o 'puenteando' por encima de los españoles- y porque se le acepte como estado de la UE alegando que es 'país ribereño mediterráneo' y que Europa también es bañada por el 'Mare Nostrum'. Romances, dicen en mi tierra. 'Que ladren, luego cabalgamos'.

Esta es la única pega, pero vale la pena ingresar en la Unión Aduanera. Vale la pena aguantar dicha pega porque las ventajas son numerosas y gratificantes. Vamos, que 'sarna con gusto no pica'. Ni el Consejo de Ministros de la UE ni la Comisión Europea podrán negar a Ceuta y a Melilla algo que igualmente se le concedió a Canarias en 1991. Con su aprobación e ingreso en la Unión Aduanera, ceutíes y melillenses se sentirán más españoles aún y también europeos. Aunque estén en África. Porque es posible ser y sentirse al unísono español, africano y europeo. ¿Por qué no?

Por Josep Esteve Rico Sogorb, 'José Sogorb' 

Cuando tu ibas, yo ya venía...

Aunque al parecer se haya cerrado la crisis fronteriza del asunto 'mujeres policías versus bloqueo comercial', el tema sigue en candelero. Al menos, aún se continúa hablando en foros periodísticos sobre los motivos que desencadenaron el conflicto y asimismo se analiza toda la situación en sí. Una tensa y problemática situación entre las españolas ciudades autónomas norteafricanas de Ceuta y Melilla y Marruecos, o mejor dicho matizando, con ciertos marroquíes colectivos cívicos, políticos y sindicales de carácter nacionalista pan-marroquinista que mantienen su 'reivindicación' sobre los municipios autonómicos ceutí y melillense.
Tal es la auténtica realidad, la cierta verdad de fondo de todo este asunto. Y la excusa en esta ocasión, cómo y cuánto esas organizaciones marroquíes se han cebado con el colectivo femenino del Cuerpo Nacional de Policía de España en Ceuta y Melilla (mediante mentiras y falsedades intencionadas aludiendo a supuestas torturas y presuntos maltratos)especialmente con las agentes destacadas en los puestos fronterizos de Beni-Enzar y Tarajal, respectivamente.

Y ya se sabe: "una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad" (Goebbels, ministro nazi de Propaganda). Pues eso es lo que pretendían los levantiscos dirigentes de las asociaciones pan-marroquinistas del vecino país alauita: llamar la atención de la opinión internacional y presionar una vez más, de tantas; en el sempiterno 'affaire' de trasfondo que es la hipotética entrega (que no devolución ni recuperación, pues no se puede devolver ni dar a recuperar aquello que jamás se tuvo...) de Ceuta y Melilla a Marruecos y su falsa 'marroquinidad' con el único 'argumento' de la geografía...

Bien. Esta ocasión les ha tocado a las mujeres policías españolas en las fronteras ceutí y melillense con sus irreales maltratos e inexistentes torturas gravemente acusadas por colectivos marroquíes, todo lo cual ha sido excusa para un hostil y férreo bloqueo comercial que lejos de beneficiar a todas las partes implicadas, ha perjudicado considerablemente tanto a ciudadanos marroquíes que se buscan el pan como a consumidores españoles de Ceuta y Melilla que demandan diariamente productos del vecino país en aras del libre comercio fronterizo.
Y esta vez, las mujeres policías españolas en las ciudades autónomas ceutí y melillense han tenido que contrarrestar las falsas acusaciones de los pan-marroquinistas publicitándose con abrazos que transmitían positivismo y cercanía, lidiando un acosador bloqueo comercial. Tuvieron que reaccionar defendiéndose.

Anteriores ocasiones fueron las habituales manifestaciones callejeras o la 'reconquista' del islote Perejil, entre otras crisis. Pero, la próxima vez, ¿qué será?, ¿quienes o cuales colectivos resultarán afectados o se convertirán en blanco de nuevas injurias, acusaciones, mentiras y falsedades? Porque debajo subyace el sempiterno conflicto 'in secula seculorum' entre Marruecos y España estando de fondo Ceuta y Melilla cuales protagonistas de esta lamentable película que ninguna de las partes se atreve a concluir, quizá porque los gobiernos respectivos obtienen más que suficientes réditos beneficiosos en esta larga situación de ambigüedad conjunta.

Que Marruecos sea respecto a España un país vecino, ribereño, limítrofe, fronterizo, mediterráneo y aliado cooperante hasta ser considerado 'amigo' y 'hermano' por sus monarcas (¡vaya 'amistades peligrosas'!) y con el que debemos llevarnos bien (o interese llevarse bien), colaborar y cooperar en temas bilaterales (inmigración ilegal, narcotráfico...); no le da derecho a que cuando le plazca a ciertos dirigentes y colectivos suyos y con las 'vistas gordas' gubernativa y real, ofenda y humille a España creando sucesivos conflictos y tensiones diplomáticas peligrando la paz mútua y causando malestar e inseguridad en Ceuta y Melilla (las más perjudicadas como monedas de cambio...) acerca de su futuro.

Un futuro inseguro e incierto ante el que los ceutíes y melillenses se muestran preocupados e intranquilos al comprobar la tibieza temerosa y la lentitud de reflejos o de reacción del Gobierno de Madrid así como el oportunismo demagógico de la mayoría de la oposición.

Ceuta Melilla se merecen, superiores protección y atención, riguroso mimo político-administrativo y gubernamental, más claridad y firmeza sin ambigüedades; porque es posible trabajar en dos dimensiones: reforzando la amistad y las relaciones con Marruecos y mantener una postura protectora rotunda y tajante sobre la españolidad de Ceuta y Melilla. Una españolidad que desde Madrid se ha de mostrar cien por cien incuestionable, innegociable e indivisible ante Marruecos, la ONU y la CE y donde sea preciso.

Que antes de existir el reino de Marruecos (nacido en 1957 con la instauración de la monarquía alauita) e incluso el medieval reino bereber de Fez, históricamente Ceuta y Melilla ya llevaban siglos siendo españolas, siglos de españolidad, a pesar de su suelo continental geográfico africano.

Así que, querido Marruecos, aplícate el cuento: '...Cuando tu ibas, yo ya venía...'

Por Josep Esteve Rico Sogorb, ('José Sogorb')