"Ni el Poder ni la Gloria". Blog de Josep Esteve Rico Sogorb

Artículos de opinión e investigación sobre Historia, Lengua, Literatura, Arte, Cultura, Política, Sociedad, etcétera. La mayoría publicados en medios de comunicación en papel y digitales de todo ámbito territorial tanto en España como en el extranjero
Mostrando entradas con la etiqueta españolidad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta españolidad. Mostrar todas las entradas

viernes, 9 de abril de 2021

HISPANIDAD Y ESPAÑOLIDAD



Día 12 de octubre, Fiesta de la Hispanidad. Hispanidad para todos aquellos lugares del mundo donde aún perviven la cultura, la lengua, las costumbres, la huella o permanencia y las raíces de un origen español o un pasado común. Un pasado que desde Américo Vespucio -de quién tomó nombre el continente-, Cristóbal Colón -quien llegó tal señalado día a tierra americana- y otros muchos que les siguieron, está escrito en la Historia con letras de oro cubiertas de gloria y hazañas e igualmente con tristes hechos y mucha sangre derramada.
 
Lugares como los países del continente americano exceptuando Brasil -de origen portugués y que en caso de incluir en el lote deberíamos hablar de Iberoamérica en vez de Hispanoamérica- , algunos de África -como el antiguo protectorado del norte de Marruecos, Guinea Ecuatorial, Fernando Poo- y en menor medida en Filipinas -donde se está perdiendo lo español- .
 
Es importante que el español como idioma disfrute de buena 'salud' con sus más de 500 millones de hablantes y tenga asegurado su futuro. Sea la segunda lengua, la tercera o la cuarta en todo el planeta -según se mire, si contamos con el mandarín de China como el primero y más utilizado y con el inglés, idioma comercial, como el segundo más hablado; nos queda el español en tercer puesto por delante de francés, italiano, alemán o portugués, entre otros- el español es un idioma en auge, un valor en alza.
 
La celebración de la Hispanidad tiene muchas y variadas lecturas, se puede ver desde distintas ópticas. Los movimientos indígenas autoctonistas o nacionalistas aprovechan para reivindicar sus lenguas y culturas propias en peligro de extinción pero también para arremeter contra todo lo español recordando que hace más de 500 años, nuestros antepasados, -desde Colón, Pizarro, Almagro, Aguirre o Cortés, entre otros conquistadores- les sometieron violentamente a cuchilladas y esgrimiendo la cruz. Pero además, los indígenas, auténticos y verdaderos 'dueños' del continente americano, nos recuerdan cada 12 de octubre que los terratenientes y caciques -descendientes de españoles- usurparon sus tierras, les 'esclavizaron' y sometieron amasando copiosas fortunas, perpetuándose en el poder político-militar y manteniendo su supremacía en los negocios y en las finanzas -mayormente de forma ilegal y oscura-.
 
Ambas figuras, inicialmente los conquistadores y posteriormente los  terratenientes, fueron y son para los indígenas, trágicas y negativas. Y no les falta razón. Leyendo el poema 'La Auracana' de Fray Bartolomé Alonso de Ercilla -testigo de las atrocidades cometidas contra los nativos por los conquistadores españoles- se descubre como los indios eran atravesados a espadazos como pinchitos o longanizas de barbacoa, lo cual nos conmueve y estremece el alma. Ignoro si España -que se vanagloria de ser 'Gran Madre Patria o Patria de las patrias' para los países americanos- y su Gobierno Central pidieron disculpas oficiales por aquellas salvajadas. De todas formas, sería conveniente llevar a cabo un acto público de desagravio como el realizado por el Papa Juan Pablo II con los musulmanes y otras confesiones. Acto donde el Jefe del Estado del Vaticano pidió perdón por los pasados desmanes y errores de la Iglesia. Tomemos nota.
 
Existen dos lugares muy especiales en el territorio español. Son Ceuta y Melilla. En el caso de ellas deberíamos hablar de 'Españolidad o Españolismo' en vez de Hispanidad, pues no es lo mismo 'español' que 'hispano'. Españolidad  es lo que les corresponde a estas ciudades que a pesar de estar en otro continente -África- son tan españolas y pertenecen a España y a su Estado tanto como cualesquiera ciudad, provincia o autonomía. Son parte de España, en definitiva, son España.
 
Hispanidad resulta colonial, imperialista, dominadora, conquistadora. Españolidad reafirma un libre sentimiento identitario y de pertenencia sin conquistas ni colonialismos. Aplicando una regla de tres simple, América es a Hispanidad lo que Ceuta y Melilla son a Españolidad. Simplemente porque ni fueron ni son colonias. Y en el caso de Ceuta, el día 12, cuando Cristóbal Colón llegó a América, era ya española. Y con mayor razón porque después, sus habitantes decidieron democráticamente votando a mano alzada seguir perteneciendo a España.
 
Ceutíes y melillenses, deben honrar su españolidad -que no la hispanidad, ésta es para los americanos-  el día 12 de octubre transformando esta celebración en una justa reivindicación de la identidad española que les corre por las venas, eso si, mostrando solidaridad con los americanos, quienes festejan y recuerdan -para bien y/o para mal- la Hispanidad y con los que se comparte el idioma.  
 
Por el 12 de octubre, por las complementarias pero diferenciadas Españolidad e Hispanidad, diferenciadas.

Josep Esteve Rico Sogorb

miércoles, 12 de marzo de 2014



¿Quien le pone el cascabel al gato?

Por desgracia, respecto a Ceuta y Melilla hoy abundan más las crónicas 'negras' que las buenas noticias. Destaca la problemática de la avalancha de los subsaharianos ante la valla fronteriza. Es la crónica 'estrella'. Una situación compleja y difícil de resolver de forma total y definitiva, pues está formada por varios factores en juego: la vertiente diplomática, los derechos humanos, el tema fronterizo, la política inmigratoria, la atención sanitaria, entre otros. Es doloroso ver como la mayoría de subsaharianos, desesperados, intentan cruzar la reja. Es doloroso ver como muchos llegan deshidratados o como algunos mueren en el intento por conseguir una vida mejor. Pero aqui se producen sensaciones opuestas que no están reñidas. Podemos sentir pena, lástima y dolor por las connotaciones humanitarias del problema y a la vez experimentar indignación ante la "invasión" virulenta y forzada de una marabunta de subsaharianos que histéricos, han llegado a deteriorar incluso partes de la metálica reja fronteriza.

Podemos indignarnos e incluso discrepar del uso de pelotas de goma, abusivas en la dictadora, para controlar y dispersar las  avalanchas de subsaharianos. Podemos indignarnos al comprobar que cada dia ellos son más, que cada día  aumentan en número, que cada dia ante la frontera se repite la misma historia, que quienes optan por atravesar a pie la reja ya son mayoria frente a quienes eligen la patera por mar por ser más tranquila y pacífica e igualmente menos agresiva e impactante. Es evidente que, detrás de estos subsaharianos desesperados, debe haber un cúmulo de intereses -intermediarios que se lucran, gobiernos de paises tercermundistas antidemocráticos que permiten y cuando no fomentan que parte de sus ciudadanos huyan e intenten pasar a Europa, entre otros aspectos- que afectan por doquier: a los propios ceutíes y melillenses que ven sus ciudades avasalladas con violencia, a las fuerzas de seguridad del Estado que trabajan por controlar la frontera, al Gobierno Central, a las relaciones exteriores diplomáticas entre países implicados, a la propia imagen tanto de Ceuta como ciudad y de España como Estado...y hasta a la misma Europa, cuyo Parlamento tiene también su parte de responsabilidad en el asunto, sobre todo en cuanto a políticas diplomáticas, inmigratorias y fronterizo-territoriales.

Es cierto, y hasta lícito, que cualquier ser humano busca la prosperidad incluso fuera de su lugar de origen. Emigración e inmigración siempre han existido desde que el Hombre pobló la tierra. El nomadismo y la trashumancia son tipos de emigración. Hoy, nuestros jovenes emigran al extranjero para estudiar, completar su formación y trabajar, a veces en lo que sea. En definitiva, para labrarse un futuro mejor. Nuestros padres y abuelos buscaron lo mismo y emigraron a Alemania, Suiza, Francia, Argentina, México y Cuba. Eso si, nuestros parientes no provocaron avalanchas violentas y sangrientas. Ni siquiera los antiguos 'cayucos' canarios fueron comparables con las numerosas pateras que vienen cruzando el Estrecho desde hace décadas. Y en cuanto a los destinos europeos de nuestros padres y abuelos, ellos se establecieron en Alemania, por citar un ejemplo, en virtud de unos acuerdos bilaterales que condicionaban un número concreto de puestos de trabajo para evitar precisamente las olas inmigratorias abusivas. Mano de obra extranjera, sí, emigración si; pero solo las justas y necesarias con control e impermebilización fronteriza ante avalanchas u oleadas incontroladas.

Dicen que un problema se acaba cuando se erradica de cuajo desde la raíz del mismo. Vulgo dixit "muerto el perro se acabó la rabia". En los casos de las avalanchas fronterizas y oleadas de pateras, ir a la raíz, al origen, será dificultoso. La solución sería muy difícil, por no decir imposible, si detrás de todo esto no existiera lo que existe ni hubiese lo que hay. La solución final no arribará si detrás de tantos subsaharianos continúan estando quienes están. Manos ocultas que los mueven o dirigen hacia aqui, que mueven hilos en la sombra provocando lo que vemos en los telediarios y leemos en los periódicos. Es evidente que los subsaharianos no son los culpables. Más bien son las víctimas. Están siendo manipulados, usados y utilizados con la promesa de un fututo mejor. Vulgarmente, nos los envían aqui. Nos los dejan en la puerta.

Acusar a los gobiernos de ciertos países africanos de favorecer, facilitar, fomentar y permitir tales avalanchas de subsaharianos seguramente sería "dar en el clavo" del origen o raíz del problema. Aunque supondría tensiones diplomáticas. Tal vez por ello, por parte del Gobierno Central y del Parlamento Europeo existan cautela, precaución, tacto, tiento y hasta cierto temor 'a coger el toro por los cuernos' de una vez por todas. A veces la solución final puede ser dolorosa, drástica y conflictiva. Quizá por ello, sea mejor hacer lo que los gallegos: "no meneallo". Y asi estamos. Así nos va. Así seguimos y así continuará el problema, so riesgo de eternizarse ¿hasta cuando?

Si el Gobierno Central y el Parlamento Europeo saben cual es el origen de tales avalanchas y oleadas y conocen qué y quienes son los culpables desde el principio, quizá el problema sea "¿quien le pone el cascabel al gato?".

Por "Jose Sogorb" (Josep Esteve Rico Sogorb)
Ex redactor de los diarios ceutíes El Periódico y El Faro
Blogger en ceuta.com