No se ustedes pero yo estoy harto y cansado de las trifulcas
dialécticas de nuestros políticos. En una situación actual de extrema
gravedad por la cruda y cruel crisis económica, los principales líderes
parlamentarios de España deberían dejarse de polémicas estériles y como
los de FuenteOvejuna ponerse 'todos a una' a salvar la ruinosa o
destrozada economía del país y de los españolitos con un verdadero y
constructivo espíritu de consenso. En estos días han surgido algunas
voces reclamando concentración nacional, consenso, unidad de acción y
salvación nacional como 'medicinas' urgentes que nuestros políticos
-gobierno y oposición, ambos al unísono- deberían aplicar 'ipso facto'
por bien de la ciudadanía, de la economía e incluso de ellos mismos
porque se juegan la credibilidad o la confianza de la Sociedad y los
resultados electorales.
Ver en las televisiones los toma y daca de Zapatero versus Rajoy y
viceversa o desayunarnos los diarios matutinos con ataques y
contraataques verbales entre ellos resulta cansino. Mucha palabrería,
excesiva teoría, bailes de cifras estadísticas, demasiadas
autojustificaciones, acusaciones mútuas, réplicas y contrarréplicas,
alusiones personales despectivas, interminables discusiones bizantinas
parlamentarias camuflan la desgarradora realidad: más de cuatro millones
de parados, gente ayudada por Cáritas y otras ONGs, mendicidad,
morosidad, endeudamiento, emprobrecimiento, carencias, escasez, personas
rebuscando en la basura, cierres masivos de empresas y comercios,
etcétera. Mientras nos hundimos más aún en el pozo negro de la crisis o
no acabamos de salir del fondo -según se mire- nuestros principales
líderes políticos parlamentarios y 'padres' de la Patria, el psoeista
Zapatero y el ppopular Rajoy continúan erre que erre -permítanme que
parafrasee con símiles cinematográficos- con su 'duelo de tintanes'
aunque dada la esterilidad de los contenidos de sus debates más bien
ofrecen una lamentable imagen propia de 'dos tontos muy tontos' mediante
un patético 'diálogo de besugos'.
Pierden el tiempo. En términos futbolísticos, ambos líderes, ZP y
Rajoy -con sus respectivos partidos, PSOE y PP- se hallan en empate
técnico agotando el tiempo añadido y a pocos minutos del final de
partido. No están en disposición de autoexigencias mútuas sino de
demostrar humildad y ganas de trabajar por el país unidos y cogidos de
la mano, pero se presentan prepotentes y empecinados cada cual con su
razón y verdad. Lo cierto es que si vemos el enfrentamiento ZP-Rajoy con
ojos y rasero de jueces imparciales o neutrales, ambos tienen su parte
de razón y verdad pero ninguno las posee de forma total, única o
absoluta. Digamos que con parte de las opiniones de uno y otro -o con
algunas ideas de ambos- podriamos construir un consensuador discurso
integrador, 'curativo' y salvador de la Patria. Y eliminar cuales
impurezas, las negativas expresiones o actuaciones de los dos que tanto
daño hacen a la Democracia y que se usan como armas arrojadizas.
Una de cal y otra de arena para Gobierno y Oposición. Tanto monta y
monta tanto. En fallos andaron sobrados. Zapatero erró al crear una
insuficiente comisión anticrisis de 4 personas con la ausencia inicial
del ministro de Trabajo porque la crisis no se encara con una simple
comisión parlamentaria cual grupito de amiguetes. Hace falta un pacto de
Estado o varios pactos de Estado -al estilo inspirador de aquellos
'Pactos de la Moncloa' de Suárez- entre el Consejo de Ministros y la
Oposición contando con los 350 congresistas y los 300 senadores. En
cuanto a Rajoy, éste se equivocó al pedir a los diputados socialistas
que traicionaran a su jefe de filas, algo que evidentemente no harán.
Sin embargo, las dos partes tuvieron aciertos, ideas positivas y buenas
intenciones. Zapatero reconoció públicamente por fin con humildad y
contrición, que necesita a la Oposición y su líder Mariano Rajoy. El
afamado notario gallego y cabeza del partido de la gaviota acertó al
detectar que el Gobierno está 'enfermo' del virus de la improvisación en
materia económica y dió el visto bueno a la necesidad con urgencia de
una profunda y global reforma laboral aceptando -o al menos no
oponiéndose- algunos de los puntos de la propuesta del Gobierno.
A Zapatero se le acaban las ideas y le faltan imaginación y
creatividad en su acción de gobierno -por eso necesita 'socio', pide que
participe la oposición- pero a Rajoy se le notan demasiado las ganas y
las prisas por gobernar, no ceja de repetir que está preparado para ello
y se a niega a colaborar con el Gobierno rechazando su petición de
ayuda. Como cuando a un pretendiente la chica le da calabazas. La
postura inmovilista y no cooperante del lider ppopular le perjudica.
España necesita en este momento a todos, a ambos, a ZP con su PSOE y a
Rajoy con su PP unidos sumando y no restando, porque los dos se
complementan como mitades de una naranja que es España. Unos destacan en
su acción social apoyando a los más desfavorecidos para evitar su
empobrecimiento o al menos para mantenerlos y los otros tienen su plato
fuerte en la economía mediante la ayuda a las empresas para crear
riqueza productiva.
La solución está en aplicar ambas 'medicinas': la social y la
económico-empresarial pero Rajoy no quiere ser 'cómplice' de los errores
del gobierno y egoístamente se aparta dejando que el Ejecutivo y
Zapatero se quemen y desgasten mayormente empeorando España. Anhela
Rajoy que el gobierno se estrelle y fracase. Pero para entonces sería
tarde en resucitar y reactivar el país aunque sin moción de censura y
agotando la legislatura el PP ganara las elecciones y accediera al
Gobierno pues se encontraría una situación empeorada y más difícil de
superar. Así pues, Rajoy y su PP serían también 'cómplices' indirectos
por pasiva -aunque cómplices al fin y al cabo- a causa de su negativa de
auxilio a la llamada de petición de ayuda y de 'socorro' del Gobierno
ZP. Como cuando se elude u obstruye a la Justicia o se huye en un
accidente sin socorrer a la víctima. Y estas actitudes, que son punibles
y nada éticas, afean al PP y a su líder Rajoy. Craso error. La
oposición no está solo para fiscalizar, criticar y oponerse o rebatir a
un gobierno. En caso de extrema gravedad, desastre nacional o peligro
para la democracia -y la crisis es todo ello- la oposición ha de tender
la mano a quien gobierna por mal que lo haga y colaborar participando
dando ideas que le falten al Gobierno y evitando que éste se equivoque. Y
con más razón cuando el Ejecutivo admite sus errores y limitaciones
alegando que necesita a la oposición y la invita a participar.
Al PSOE y al PP los necesitamos 'casados' para salvar el país aunque
sea temporal y momentáneamente por un pacto de Estado entre caballeros o
un 'matrimonio de conveniencia' aunque guarden las apariencias. España
lo necesita y les necesita juntos, unidos y bien avenidos. Así que,
menos debates y 'diálogos de besugos' porque ninguno llega a la altura
de la genialidad de los protagonistas de 'Duelo de Titanes' ni dan la
nota mínima del 5 aprobado por los pelos en las encuestas.
JOSEP ESTEVE RICO SOGORB ('José Sogorb')