"Ni el Poder ni la Gloria". Blog de Josep Esteve Rico Sogorb

Artículos de opinión e investigación sobre Historia, Lengua, Literatura, Arte, Cultura, Política, Sociedad, etcétera. La mayoría publicados en medios de comunicación en papel y digitales de todo ámbito territorial tanto en España como en el extranjero

viernes, 9 de abril de 2021

UN TIRANO EN CASA

 
Al igual que en el resto del Estado Español, cada día se suceden en la Comunidad Valenciana un mínimo de tres casos de violencia sexista doméstica -la mal llamada de género y/o de géneros- abrumadora y mayormente contra las mujeres. Un mínimo de seis víctimas diarias -cinco son mujeres frente a un caso masculino- sufren agresiones físicas de su cónyuge dentro del hogar. Pero lo más grave es que las denuncias de padres contra hijos por maltrato, amenazas y violencias verbal, física y psicológica; se multiplicaron por término medio y en general en todo el Estado hasta 8 veces más en sólo 4 años. La Comunidad Valenciana ha batido récord. El porcentaje se multiplicó hasta catorce veces más respecto a la media estatal. Algo preocupante, grave y muy serio.  Un dato escalofriante indicador de que está fallando todo el sistema. Fallan la sociedad, la colectividad y el individuo.
 
Las tensiones familiares -cada vez mayores y más virulentas- junto a una mayor ineptitud de los padres respecto a épocas anteriores al estar obligados a afrontar más dificultades a la hora de conciliar la vida familiar y laboral -sobre todo en el caso de la mujer-, el incremento de rupturas de familias por separaciones y divorcios -más bien por el desamparo y depresiones de los hijos- y la ausencia de culpa o de conciencia de la mayoría de jóvenes; parecen ser las principales causas de la violencia doméstica entre hijos y padres y el motivo del denominado 'síndrome del emperador' que muchos adolescentes padecen y bajo cuyos síntomas actúan insultando y golpeando a sus padres, comportándose como auténticos déspotas y tiranos, al igual que lo fueron con sus súbditos, los césares o emperadores de la Historia.  Para la psicología actual, de este síndrome o perturbadora conducta de los jóvenes solo se conoce una reducida parte, por lo que se está en la punta del iceberg de un complejo, extenso, profundo y vasto problema. De ahí que hayan múltiples causas de la existencia del 'síndrome del emperador' como: la necesidad de invertir más tiempo en la actualización profesional, el absentismo escolar, el fracaso en los estudios, la crisis de valores y de principios, la excesiva comodidad y confort del estado del bienestar que provoca exagerado materialismo dañino, etcétera.
 
Lo más grave es que el 'síndrome del emperador' no sólo afecta a niños y adolescentes de familias pobres, incultas y problemáticas, -caldos de cultivo idóneos- sino también a aquellos en cuyos hogares contrariamente hay economía, cultura y formación y no se dan episodios de violencia -ni entre la pareja ni de ésta contra los hijos- Esto es, entre un 10 y un 20 por ciento de la casuística general. Y los padres de este porcentaje son padres modelo o correctos a los que no se les puede acusar de fomentar la violencia, por poco extraordinarios o corrientes que puedan ser, o por muy tolerantes y consentidores que sean. Son más de 5.500 los padres que interpusieron denuncias contra sus hijos por maltrato y violencia en el hogar ante los juzgados entre enero y septiembre de 2005. Padres e hijos de todas las edades. No solo adultos contra adolescentes. Incluso padres ancianos contra hijos ya más que adultos. Tal como está la cosa, por buenos padres que seamos, de repente se nos puede volver 'rana' u 'oveja negra' nuestro mejor hijo. Y es que cualquiera podría tener un tirano en casa. Acojonante.

Josep Esteve Rico Sogorb
Escritor y periodista

TODOS LOS MUERTOS

Se acerca el día de Todos los Santos. Una fecha para los recuerdos. Recuerdos de personas que nos dejaron y que los vivos honramos visitando cementerios. Es una celebración que, a unos les parecerá triste pero como una obligación familiar, la llevan a cabo depositando flores, tocando y besando fotos de los difuntos y llorándoles. A otros, tal vez los menos, este día 1 de noviembre, como cada año, les resulta tan doloroso que prefieren no ir al camposanto y recuerdan en su memoria a sus seres queridos en casa. Hay quien considera que muchos de los vivos visitantes frivolizan con hipocresía ante lápidas, tumbas, panteones y nichos pésames y besos por doquier, con algunas lágrimas de cocodrilo y frases típicas del estilo: '¡qué lástima, tan joven y mira...!' , '¡pero que hijo de p...ahí está y sonriendo, el muy canalla, hay que ver el por c...que dio hasta que se murió...!'  Imagínense un cementerio masificado de gente y la mayoría tras sus quehaceres obligados -adecentar lápidas y poner flores - cotilleando y frivolizando en vez  de dedicarse a la introspección respetuosa con sus difuntos. Patético.


También hay casos que nos tocan los c...como cuando las personas 'cotillas' y curiosonas tras cumplir con sus difuntos se pasean por el cementerio recorriéndolo entero -a modo de divertimento para matar el aburrimiento, como si no tuvieran nada más importante que hacer- entreteniéndose en descubrir a conocidos: '¡anda, pero si es fulanito, mira que no invitarme al entierro..!'. Estas mismas personas 'criticonas, curiosonas y cotillas' a veces, muestran su humanidad mediante compasión, pena, lástima y tristeza hasta llorando de verdad cuando oteando lápidas y nichos descubren la foto de un bebé o de un niño pequeño fallecido presentado como un querubín. Y es que en tales casos cualquiera se conmueve.


En todos los cementerios se registran miles de visitas, no sólo de los residentes en la ciudad sino de aquellos ausentes que viven fuera de ella y que en ciertas ocasiones al año acuden para visitar a sus familiares y amigos. Todos los Santos es una de ellas junto a Navidad, Semana Santa y Fiestas Locales. En los camposantos españoles hay enterrados y reposando sus restos, muchas personas propias del lugar, de nacimiento o de adopción y algunos personajes ilustres de todas las tendencias, costumbres, caracteres, ideas e ideologías.  No son pocos los cementerios que poseen algún mausoleo y/o alguna inscripción en honor al bando de los vencedores de la guerra civil. Y otros, aún tienen alguna fosa común donde están enterrados los represaliados, los vencidos, sin sus nombres; lo que supone agravio histórico y un injusto olvido a este bando que también se merece un monumento que le recuerde debidamente. Monumento que además, cierre heridas reconociendo a ambas partes y reconciliándolas fraternalmente para la eternidad. Porque la contienda civil fue una guerra entre hermanos que jamás deberá repetirse. 


Los luchadores de ambos bandos, los soldados muertos de las dos partes, los civiles de unos y otros; todos ellos se merecen nuestro reconocimiento y homenaje cada 1 de noviembre cuando visitamos los cementerios por Todos los Santos. Con católicas oraciones o con flores bien rojas -rosas y claveles-, que elija cada cual, pero seriamente y sin frivolidad. Honremos a todos nuestros muertos.


Josep Esteve Rico Sogorb

 TANTO TIENEN, TANTO VALEN


En general, está desapareciendo la clase media, otrora, motor impulsor de la economía e industria y que ante la actual recesión y presentes cambios, va a menos. No es una excepción. Y además, disminuyen los altruismos desinteresados o entregados al arte, a la ciencia y a la cultura. Nuestro actual depredador y hostil sistema, fuertemente competitivo y estresante, nos obliga, nos conmina o conduce inevitablemente al consumismo y al materialismo más recalcitrantes. Todo lo miramos y valoramos por, para, a través, del dinero; porque, 'la pela es la pela'. Los menos, se conforman con billetes. Los más, -o VIPS- se mueven entre maletines y golpes de talonario. Pero la mayoría de la sociedad antepone lo material y económico, frente a sentimientos, principios y valores practicando por doquier aquello de 'tanto tienes, tanto vales'.

Por desgracia y lamentablemente, quienes sufrieron alguna vez en sus carnes los efectos devastadores de la mala suerte y del infortunio; saben que se siente y como se vive o malvive. Sin quererlo ni comerlo, sin desearlo, por el capricho de la Diosa Fortuna que pasó de largo y por causas ajenas a la propia voluntad; se vieron de repente sumidos en una situación de precariedad y carencia económicas, de ausencia de empleo, de pérdida de patrimonio. Alguien,  allegado y querido, les 'engañó', consciente o inconscientemente. Voluntaria o involuntariamente. Por activa o por pasiva. Y fueron perdedores. Y se esfumaron en el aire los 'castillos' que habían alzado con esfuerzo, dedicación y espíritu ahorrativo. Conocieron la pérdida de viviendas, tierras, negocios, dinero y demás bienes. Sintieron el azote de los embargos judiciales. Y supieron el verdadero y amargo sabor de la derrota en la hora aciaga del antihéroe. Experimentaron el dolor de las 'traiciones' de un ex-socio, de un antiguo amigo , de un familiar o de un entonces cónyuge. Y el mal, a través de éstos, les fue transmitido.

Hoy, muchos están 'tocados', tal vez para siempre, tal vez para el resto de sus vidas con algunas 'cruces' a la espalda. Continúan realizando titánicos esfuerzos casi agónicos para salir a flote, pero no cunden. Es, como si una 'mano negra' se interpusiera evitando que 'resuciten', que salgan del pozo y se recuperen. Y así, pueden estar años. Mientras esto sucede, quienes antes, en los buenos tiempos, les demostraban su apoyo y ayuda a su lado; ahora, alejados, les obvian, subestiman y  marginan. Miran de reojo y por encima del hombro. Les manifiestan su lástima y les critican despectiva y peyorativamente como si aquellos, los perdedores, fueran parias o unos 'don nadie' e incluso les niegan el saludo y se burlan. 

O sea que, como ya no tienen nada, no son nada ni nadie. Ni siquiera les sirve el recuerdo de lo que los sufridores fueron y del esplendor que tuvieron. Sobre todo, si destacaron antaño en 'cosas para soñadores que no dan de comer' como el arte y la cultura más que en lo económico. Esto les impide formar parte de instituciones de prestigio social, de 'alto standing', donde brillan el poder, el renombre, la economía, lo material; en detrimento de lo sentimental, de la sensibilidad, de la cultura, de la formación, de la ética...que deberían ser los criterios lógicos y naturales de la Sociedad. 

Visto lo visto, y con el alma por los suelos, hundidos y decepcionados; muchos perdedores se rendirían ante la evidencia convirtiéndose en seres materialistas y despiadados para no dejar títere con cabeza. Y la culpa sería de la hostil sociedad que les obliga a ello. Pero en el fondo no quieren...no quieren...

Josep Esteve Rico Sogorb
Escritor y periodista

POR UNOS PLURALES E INTEGRALES CONSELLS LOCALS DE LA JOVENTUT

Sin ánimo de ofender -entiéndase como crítica constructiva- mi modesta opinión acerca de la autoexclusión de los jóvenes del PP de Elche del recién elegido CLJ -Consejo Local de la Juventud- es que ello me parece un error, una equivocación. Puedo entender pero no compartir, el que NN.GG. de Elche decidiera no presentar candidatura ni asistir a la asamblea por sentirse tal vez incómodos o aisladamente en minoría frente a la aplastante mayoría progresista e izquierdista en la composición del CLJ. Posiblemente pensarían los jóvenes ilicitanos del PP  -sin contar con que estuvieran molestos- que no valdría la pena formar parte del Consell Local de la Joventut, no sé si por abandonamiento, decepción o por considerar supuestamente prepotente hacia ellos esa mayoría izquierdista del CLJ.  

Digo que lo entiendo, porque el reparto de sus miembros está desequilibrado -debería haber en el CLJ más elementos de ideas centrista y conservadora- pero no es culpa de quienes dirigieron el organismo juvenil hasta hoy ni de los nuevos directivos electos en la reciente asamblea, sino de ellos mismos por autoexcluirse con su ausencia. Esto significa moralmente, callar y otorgar; darle la razón a los demás quedando deslegitimado para la crítica. Como decimos vulgarmente: si te apartas, no sales en la foto. Y si algo no te gusta, luego no te quejes; haber participado en su momento. Si no te agradan las cosas, métete dentro y lucha para mejorarlas. Pero si te alejas, calla para siempre.
 
El CLJ es un órgano plural y abierto a toda asociación juvenil de cualquier índole legalmente constituida e inscrita en los registros municipales. Lo sé, porque fui miembro del primer CLJ de Elche en la transición, hace más de 20 años. En aquel inicio de andadura hubo miembros de todas ideologías, incluyendo NN.GG. Si bien la composición era más equilibrada que ahora. No fue tanta la diferencia entre progresistas y conservadores. En muchos temas hubo consenso y coincidencias. Por encima de todo, éramos jóvenes, uniéndonos idénticas necesidades y problemáticas y los mismos derechos. 

Así que, 'Habemus CLJ',  aunque sea sin la participación de la juventud conservadora. Es una lástima que el principal partido de la oposición y aspirante al poder municipal se autoexcluyera de pertenecer al CLJ, porque podría presentar propuestas positivas para la Juventud y ser co-partícipe de los logros en Política Juvenil que el Ayuntamiento de Elche, cual modelo a seguir para otros ayuntamientos, ha realizado, en cooperación con el CLJ. Sus frutos: red de centros juveniles, PIJ, Espai, actividades alternativas, Bus Marcha, convenios, concursos, actuaciones, exposiciones, campañas, etc. 

Cada día mejoran y aumentan el apoyo y la dedicación municipales a la juventud ilicitana. Como el recién integral  Plan Juvenil, de presupuesto millonario. Queda aún por hacer. Y todo, por bastante, es poco. Creo que se está en línea. Han de redoblarse esfuerzos y actuaciones municipales en política juvenil. Y hay que evitar casos como éste en otros municipios. En algunos consejos locales de juventud, faltan NN.GG., JJ.SS. ú otros, dependiendo de quién gobierne el ayuntamiento. Los CLJ deben ser plurales y equilibradamente integrales. Sin exclusiones.

PATADAS EN LA BARRIGA

Casi a diario ocurren hechos que claman el cielo. Son el colmo de los colmos, hasta el extremo que, conocerlos, sienta como una patada en el estómago. La noticia en la sección de sucesos de varios medios de que un individuo propinó, valga la redundancia, varias patadas o 'coces' sobre la barriga de una mujer -su esposa o ex-cónyuge, que a tanto no llega mi memoria-  en una céntrica calle de la ciudad de Elche, hizo indigestárseme el desayuno.

No es manera correcta ni aceptable el hecho de ir por ahí pateando a gente y menos aún a la actual o a la anterior compañera sentimental. Hay que ser muy despiadado, bruto y bestia para actuar tan descerebradamente. Además de ser una actitud delictiva, se trata de una actuación totalmente incivilizada e irracional, impropia de un ser humano, movida por bajos instintos.


En plena calle céntrica y sin piedad alguna, sin cortarse ni un pelo y sin que nadie pudiera impedirlo, el susodicho individuo se ensañó a patadones con el vientre de la mujer. Borracho o no, drogado o no, perturbado o no; el caso es que el tipo se pasó más de cuatro pueblos a coz limpia y haciendo caso omiso se paseó por el forro de la entrepierna todas las normas cívicas habidas y por haber: el respeto, la educación , la tolerancia y la moralidad.


No me extraña que con hechos como éste aumente tanto y tan rápido la violencia de géneros. Otrora  y hasta bien poco se daban hechos violentos en los hogares que apenas trascendían socialmente. Hoy, cada vez más, proliferan las sonoras y agresivas palizas y los insultos a grito pelado, en público, a plena luz, al exterior. Sin pudor ni timidez. Sin cohibirse ni  esconderse. Claramente, a la entrada de locales públicos y comercios.


La violencia urbana es de asfalto y aceras. Aceras, que lamentablemente suelen mancharse de sangre de aquellas personas agredidas. Los hechos se producen ante la mirada atónita de transeúntes y conductores que no se atreven a intervenir en defensa de la víctima por miedo a sufrir agresión física y verbal -e incluso de arma blanca- por quien maltrata violentamente. A ver quién se atreve, so pena de recibir un navajazo o una lluvia de palos, pues los improperios son más leves y llevaderos.


Pero la palabra con sangre NO entra. Haz el AMOR, -así, en mayúsculas- y no la VIOLENCIA. Por una sociedad sin patadas en la barriga.


Josep Esteve Rico Sogorb (Elche, Comdad. Valenciana, España)

Escritor y periodista

NO SOMOS NADIE... SIN LAS MÁQUINAS

No, no somos nadie...sin las máquinas. A veces, desgraciadamente sucede lo que llamamos en el argot coloquial informático ’caída de servidores’. Si ésta se prolonga o perdura, más que caída corta parece un largo descenso abismal y nos hallamos ’incomunicados’ con el exterior. Grave situación en un mundo tecnológico donde no sabemos vivir sin las máquinas ni podemos prescindir de ellas. Si nos dejan tirados, aunque sea por unos minutos, nos producen coraje y agobio. Por eso, cuando recuerdo que a la hora de comunicarse las personas de lugares distintos tardaban semanas en recibir las cartas postales, me tranquilizo al saber que nuestras demoras son mínimas, comparativamente hablando. Que un correo tardara a caballo quince días en arribar a su destino en el siglo XIX se consideraba excesivo y era motivo de crítica y de quejas. Hoy, más de cien años después, que los servidores de internet nos dejen ’colgados’ unos minutos, unas horas o un fin de semana a lo sumo, nos enfada. Mal de muchos, consuelo de tontos. Si comparamos tecnológicamente el siglo XIX con el actual siglo XXI, reconoceremos que se ha avanzado bastante, que se ha mejorado considerablemente y los fallos y atrasos son esporádicos. Pero, ¡qué carajo! Nosotros vivimos en un nuevo milenio, en plena era espacial, en la edad del plástico, de los robots, de los microcomputadores y de los chips -prodigiosos o no- y cada vez nos aproximamos mejor y más a la supuesta perfección tecnológica.

Así que, no nos podemos permitir el ’lujo’ de demasiados errores como ’caídas’ de servidor, cortes de línea telefónica, ’picos’ o subidas de tensión eléctrica, entre otros casos. Si somos tan casi perfectos, ¿porqué se producen tantos fallos? ¿Alguien saca ’tajada’ o beneficio de ellos? Pues al parecer si. Los fabricantes de ordenadores, maquinarias, vehículos y electrodomésticos se suman a las operadoras de telefonías y a los suministradores de energías -y viceversa- para que los objetos receptores de los consumidores usuarios se estropeen. De vez en cuando, un apagón, una caída, un corte; con la excusa -aunque fuera cierta- de acometer mejoras y reparar desperfectos en las redes y sistemas. Miles de ordenadores inutilizados que deberán ser arreglados o sustituidos por otros nuevos. O pagas medio sueldo mensual en reparar el PC o te toca fundir la tarjeta bancaria comprando nuevo equipo. Negocio redondo para los técnicos y los fabricantes. Y como siempre el sufrido consumidor es quien sale afectado. Eso sin contar la cantidad de virus destructivos que no les interesa eliminar a las grandes multinacionales informáticas ni a los talleres de reparación y que según expertos internautas gran parte de estos archivos dañinos son creados y enviados a propósito por los fabricantes para provocar una ’pandemia’ informática cuyos efectos produzcan un aumento del consumo y de las ventas.
Dicen algunos que antes todo duraba más y se fabricaba con mayor conciencia y precisión pensando en una larga vida para los objetos; fueran éstos máquinas, coches o electrodomésticos. Mi primera lavadora automática duró dos décadas. La última no ha llegado al lustro. No interesa, no interesa. Me cachis en la mar...¡si no fuera porque no somos nadie sin las máquinas!

Por Josep Esteve Rico Sogorb

 NADIE ES PROFETA EN SU TIERRA

Cualquier ciudad es sitio de contrastes. Frente a la belleza paisajístico-urbanística de las ciudades y los pueblos, se contraponen connotaciones negativas, evidentemente, mejorables o eliminables. Es por ello que resulta contradictorio y sorprendente que todas las culturales e históricas urbes tengan un mínimo lamentable 'chovinismo' generador de indiferencia e ignorancia, de pasividad y desprecio o de desagradecimiento y olvido, cuanto menos, de envidia -tan común y española-. Estas connotaciones, aunque mínímas, se suelen prodigar entre la ciudadanía y la administración municipal, existiendo casos de marginación y discriminación -quiero creer que inconscientes e involuntarios, por simple inercia- hacia esa parte minoritaria de la población que lucha por abrirse camino en diversas artes como: música, pintura, escultura, literatura, cine, etcétera.
 
Me resisto a aceptar que aquello de 'nadie es profeta en su tierra', cual dogma inamovible, no pueda ser erradicado. Es un tópico dañino y perjudicial para cualquier sociedad, especialmente la urbana. Siglos con sambenito a cuestas, al que muchos se resignan y que cuesta superar. La administración falla a veces menguando su apoyo a jóvenes 'revelación' y a maduros artistas, salvando excepciones afines, obviando la existencia de verdaderos genios ideológicamente diferentes, neutrales, imparciales, independientes y 'políticamente correctos'.
 
Es una pena que se paralicen subvenciones 'por falta de presupuesto municipal'. Es una lástima que se acumulen las promesas 'in voce'. El artista revive en sus adentros -mente, corazón y ánima -el notarse paria o desheredado, descastado o marginado hasta sentirse escritor mediocre y poetucho arruinado cuando la autoestima desciende. El sufrido creador malvive, perjurando para llegar a final de mes mientras casi nadie compra sus obras y las palmaditas hipócritas en la espalda duelen como puñales. Al igual que Baudelaire criticaba la incomprensión del público hacia su obra literaria en su poema al lindo chucho, el artista localista se siente incomprendido y desamparado por la sociedad y la administración urbana. Ante esto, conozco algunos artistas que se encuentran psicológicamente hundidos, anímicamente enojados o emocionalmente decepcionados con el poder municipal y sin  saber cuándo acabará esta injusta situación. Aún es poco e insuficiente el apoyo de los ayuntamientos a los artistas locales. Han de volcarse mucho más, plenamente y a tope, pero con todos. Sin distinciones. Aunque me temo que proseguirá el inmovilismo.
 
Y es que, lamentablemente, 'nadie es profeta en su tierra'.
 
Josep Esteve Rico Sogorb
Escritor y periodista