“Lo maravilloso de cada despertar es el poder de elección que poseemos”
Con esta frase empieza el libro como introducción a un
prólogo que no es tal, que no es un prólogo a la tradicional usanza
literaria sino toda una declaración de intenciones que la autora llama
“PROVEEDORES DE FELICIDAD” y que dedica a sus seres queridos recalcando
que con ellos no hace falta dar las gracias ni pedir perdón porque ambas
cosas van implícitas en sus actos.
Tania Miralles, autora, dedica este libro, de entre sus seres
queridos, a las personas más influyentes en su joven e intensa vida:
principalmente, a su madre, a su hermana y a su amiga de la infancia y
en segundo lugar, a una serie de personas que Tania ha conocido allá
donde ha estado por todo el mundo, sobre todo a gentes del campamento de
Nepal y a unos ciudadanos judíos que tanto le marcaron durante su
estancia en Israel. Sin embargo cabe destacar entre las dedicatorias de
la autora, las dirigidas a las verdaderas y reales personas que
inspiraron esta novela representadas en los personajes de Noah y Marcos,
aunque estos nombres sean ficticios o seudónimos, de quienes Tania
espera que se hayan visto identificados en la novela.
La obra contiene un anexo al final donde se detallan y se explican
diferentes leyes como la Constitución española, el Código Penal y la Ley
de Enjuiciamiento Criminal, relacionadas con el contenido del libro,
con el propósito de que el lector pueda valorar por sí mismo la
progresión de la historia, entender algún término o tecnicismo jurídico
legal o si el concepto ‘justicia’ acorde a las leyes es llevado a cabo o
no durante la sucesión de los hechos narrados en la novela, entre otros
elementos. El anexo está incluido con el fin de agregar información,
con lo cual no es imprescindible pero sí resulta interesante poder
acudir a las leyes que rigen nuestro sistema y comparar la novelesca
ficción con la realidad cotidiana.
La novela ha sido escrita en un total de cinco meses con muchos
descansos, viajes y exploraciones personales durante el proyecto.
“Basado en hechos reales. Cualquier parecido con algún personaje
vivo o muerto es mera coincidencia…” Obviamente es importante remarcar
que este libro está basado no sólo en hechos reales sino que a pesar de
que la imaginación de la autora ha jugado un papel importante, esta no
queda lejos de la cruda y maravillosa realidad, según las
circunstancias.
Tania como autora, busca en el libro, que el lector sintonice con
alguno de los personajes, que traspase las barreras del espacio-tiempo y
que de algún modo tatúe el libro en su mente de forma duradera. Si eso
ocurre con usted, amigo lector, es que el trabajo de Tania algo bueno
tiene, pero si alguien se siente ofendido tras leer el libro, por favor,
que ponga los pies en la tierra: la novela ¡no está hablando de él, no
está hablando del lector! La obra no busca ser políticamente correcta ni
coquetear o adular al sistema, aunque yéndonos al otro extremo tampoco
es un libro anti-sistema pues carece de odio o rencor; sino que es
sencillamente realista, pero tampoco pasa nada, que nadie se escandalice
porque la acción de la novela sucede por desgracia a menudo aunque sea
excepcionalmente dentro de la regla.
Con un lenguaje sencillo pero claro y directo, de actualidad, de
fácil entendimiento, con palabras coloquiales (excepto en las
transcripciones de textos legales y jurídicos, lógicamente) pero sin ser
enfarragoso ni pedante; Tania Miralles ha escrito este libro.
La acción se inicia en pleno centro de Alicante. El principal
personaje masculino, Noah, inicia la historia hablando en primera
persona y narrando su quehacer diario cotidiano y justo cuando temprano
se dirige a coger su coche acompañado de un compañero de trabajo para ir
a la oficina es detenido junto a su socio por un policía bajo la
acusación de supuesto tráfico de armas y drogas.
Marcos, socio de Noah, es el siguiente personaje que la autora pone
también en primera persona y que asimismo va narrando su detención.
Ambos piensan el uno del otro y de si mismos, que cada cual está limpio,
que cada cual es un pedazo de pan, que las acusaciones son falsas, que
nunca han estado involucrados en ningún problema, que es imposible que
esto vaya con ellos, que deben estar soñando; pero por desgracia todo es
real. Tras un registro de domicilio acaban en comisaría detenidos o
retenidos, según se mire…
Curiosamente, en otro capitulo, la propia autora, Tania Miralles,
aparece como un personaje más, interpretándose a si misma (detalle
autobiográfico) como una joven escritora inmersa en un proyecto
literario (que es precisamente lo que ha hecho)y que a través de un
amigo común conoce la situación de Marcos y Noah. Ellos le piden que les
ayude publicando un libro con la historia, pues quieren hacer llegar a
la gente la injusta situación que les tocó vivir. Tania, tras no pocas
dudas, desconfianzas e inseguridades hacia ellos e incluso acerca de sus
presuntas inocencias; accede a escribir la historia del sufrimiento por
la detención. Se entrevista en el restaurante-barra El Pernil de Elche
(lo que convierte a este emblemático y céntrico lugar ilicitano en
escenario real y verídico de algunas escenas y páginas del libro) con
los jóvenes afectados. Se da cuenta de que Noah es un chico dulce que
jamás ha probado las drogas, que incluso no fuma tabaco y de que Marcos
tiene un punto atractivo singular, de atleta, con su larga melena y
obsesionado solo por su trabajo: la venta de coches. Así pues, a la
escritora le cuesta imaginar a estas dos buenas y sanas personas entre
rejas.
Marcos y Noah van relatando a Tania con exactitud y detalle la
historia y las vicisitudes de su detención, matizando que durante la
permanencia en la comisaría junto a delincuentes comunes, putas y
yonquis; el trato policial dejaba de desear destacando las expresiones
irónicas por parte de los policías. Lo peor fue que directamente les
encarcelaron tras exigirles que se deshicieran de sus pertenencias y de
los cordones de los zapatos.
A continuación se describe el cuadro psicológico-anímico:
desesperación, angustia, ansiedad, desamparo, inquietud, nerviosismo,
inseguridad y miedo de Noah y Marcos ante los interrogatorios policiales
y sus encarcelamientos, ante el desconocimiento e incertidumbre de
cuándo saldrán libres. Destaca la escena del cacheo e inspección anal
que dentro de su descripción trágica se permite una ironía de las que
suceden en situaciones extremas tensas.
Cuando Noah entra empujado violentamente por un guardia en su
calabozo junto a las celdas de delincuentes de otras nacionalidades,
entra en estado de shock. Describe angustiosa y claustrofóbicamente como
es su celda. En ella conoce a su compañero, Carlos, ex alcohólico,
suicida frustrado y pirómano, que además de contarle por qué está entre
rejas, le explica como funcionan las cosas allí debido a su experiencia
reincidente y le da ánimos diciéndole que pronto saldrá libre.
Marcos y Noah mantienen conversaciones a voces ya que sus celdas
están próximas entre si. En sus diálogos Marcos, el más fuerte, consuela
a su socio, que está apenado y hundido, llorando a rabiar, y al tiempo
conoce la historia de su compañero de celda, un ladronzuelo colombiano
llamado Fernando.
A partir de ese instante los protagonistas van describiendo todo lo
que les ocurre: cómo les dejan la bandeja de comida, cómo tienen que
hacer sus necesidades ante la mirada del guardia obligados a tener la
puerta abierta, cómo duermen con una pésima colchoneta, cómo conviven
hasta seis personas en la misma celda. ¡Qué les pase a ellos que son
unos ejecutivos de clase media alta!
Comprueban que allí dentro, todo cambia de color, nada es lo que
parece, hasta el yonqui más capullo puede ser la compañía más agradable.
Si en la calle te apartas de esta gente y vale poco juzgar por las
apariencias, a pesar de que no dejamos de hacerlo, en la cárcel pierde
su sentido.
Una agente le aconseja a Noah que no vaya con ciertos tipos de
personas en caso de que esté limpio y le informa que se está cociendo
algo y saben perfectamente quién es traficante, quién está en cada
nivel; por lo que le exige que no intente engañarse a si mismo ni
engañar al sistema judicial mientras le desea suerte. Noah llora y no
puede dormir aunque lo desea y queda afligido anhelando a sus seres
queridos, deseando que todo sea una pesadilla de la que despertar. Pero
no lo es, es real.
Se produce un salto en el argumento. El cuarto capitulo es el
segundo encuentro o la segunda entrevista entre Tania, la escritora
-testigo y cronista- y los jóvenes protagonistas Noah y Marcos una vez
ya libres, reinsertados en la sociedad, tiempo después de toda la
historia de la detención y cárcel. En esta segunda entrevista, los
afectados explican las cosas que han aprendido, la moraleja o lección,
acusados injustamente, detenidos, encarcelados; causándoles un evidente
daño moral y psicológico.
Noah y Marcos admiten que en las celdas compartieron un sentimiento:
“Represión, no podemos salir de aquí”, lo que evidenció que tenían con
los demás presos algo en común, que los objetivos o sentimientos comunes
siempre unen. Ambos se sintieron coartados al no poseer el más valioso
de los derechos: la Libertad. Marcos habla con seguridad y pasión de sus
ideas, ideas que denotan la crítica imperdonable con la que acusa al
sistema judicial, a quién y de qué manera benefician las leyes.
Hay mucho de la autora ilicitana, de la verdadera y auténtica Tania
Miralles en este capitulo y en todo el libro. Una novela cuyos capítulos
son alternadamente interpretados por los tres personajes principales:
Marcos, Noah y la propia escritora.
En cada capítulo su personaje narra en primera persona todas sus
vicisitudes y refleja sus pensamientos. Los capítulos novelados, que
siendo ficción están basados en hechos reales, son los de los afectados
pero los capítulos de Tania son periodísticos (lo que muestra la vena de
reportera y el espíritu aventurero que posee en la vida real dados sus
estudios de Periodismo y sus viajes por el mundo) cuales reportajes y
entrevistas que ella hace a Marcos y Noah, juntos o por separado.
Así pues, el libro es variopinto y se compone de distintas partes:
novela o ficción, lenguaje jurídico legal, periodismo (reportaje,
investigación, entrevistas) y realidad histórica.
Tania se autodescribe tal y como es, con su toque bohemio, citando
los lugares que ha conocido. En este capítulo el personaje Tania
escritora presenta a Noah y Marcos el borrador del libro que narra su
historia y ellos le relatan cronológicamente con detalle lo que pasó:
1.- Mañana de su segundo día en el calabozo. 2.- Ingreso en la prisión
alicantina de Fontcalent. 3.- Larga estancia en este penitenciario con
el día a día de las relaciones humanas y la comunicación con los demás
presos.
Se suceden las entrevistas de Tania intercaladas entre los capítulos
personales de los personajes hasta llegar al final de la historia. Una
historia cuyo fin no voy a desvelar, pues no tendría gracia, y porque la
ha de descubrir el lector comprando y leyendo el libro.
Estamos ante un libro que a pesar de ser una crítica a una acción de
la Justicia nos demuestra una gran lección de la vida, una moraleja
totalmente positiva sin odios y sin rencores conminándonos a que, por si
acaso, vivamos la vida intentando ser felices, eligiendo el camino de
la bondad, eludiendo el Mal, evitando los riesgos al vislumbrar
problemas, como si la vida estuviera en su último instante: mañana
cualquiera de nosotros, honrados ciudadanos, podríamos ser Noah o
Marcos.
“Lo maravilloso de cada despertar es el poder de elección que poseemos”.
Elige el libro de Tania Miralles “¿LA INJUSTICIA DE LA JUSTICIA?”. Y sé feliz.
Por Josep Esteve Rico Sogorb