"Ni el Poder ni la Gloria". Blog de Josep Esteve Rico Sogorb

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sábado, 10 de abril de 2021

Fusilados

Por Josep Esteve Rico Sogorb

Publicado en web-blog-foro de Historia Inmediata:

https://h-debate.com/wp-content/old_debates/Spanish/historia%20inmediata/memoria/51.htm


El pasado 1 de Mayo -Día de los Trabajadores o Fiesta del Trabajo- se celebró en el viejo cementerio de Elche un homenaje a un centenar de jóvenes sindicalistas ilicitanos fusilados en 1939 y 1940 por la dictadura, cuyos cuerpos se enterraron en una fosa común hasta que en los años 60 ésta se destruyó tratándose en parte como basura y lanzándose los restos a un osario sellado con una tapa de alcantarillado.

El acto resultó emotivo y multitudinario. Se llevó a cabo, tras convocatoria del investigador José Antonio Carrasco ­artífice de la propuesta de retirada del título de Hijo Adoptivo a Franco- donde se enterró estos trabajadores republicanos ilicitanos cuyo único ‘delito’ común ­líderes de UGT, militantes del PSOE, PCE y JSE- fue, defender sus ideas desde su juventud, porque la mayoría no sobrepasaba los 38 años.

Más de un centenar de personas honraron a quienes perdieron sus vidas por una buena causa y unos ideales y principios justos, destacando del público, la ‘plana mayor’ del PSOE prácticamente en pleno con sus ediles, varios dirigentes de CC.OO. y UGT ­encabezados por sus secretarios generales locales-, directivos de entidades culturales como el Ateneo Republicano ‘Nazario González’, el ‘Casal Jaume I’ y el Grup Cultural Ilicità ‘Tonico Sansano’, líderes y candidatos de partidos como EU, BNV, ERC-ERPV, MUP e Izquierda Republicana, miembros de Joves Socialistes, artistas, escritores, etcétera.

Entre los símbolos propios del día ­banderas rojas sindicales por ser 1 de Mayo- había banderas republicanas ­lógico, teniendo en cuenta el republicanismo común de los fusilados- e improcedentemente, alguna cuatribarrada, destacando la independentista de los ‘Països Catalans’ con triángulo azul estrellado.

Conmocionó a los presentes el banderín que Carrasco enarboló, obsequio de unos obreros rusos y envejecido por los avatares de la guerra, manchado de sangre de defensores de la libertad. Pero la nota melancólica, nostálgica y triste, la puso el escritor local Eduardo Boix al recitar una poesía dedicada a Miguel Hernández y un poema social en prosa de Gil de Biedma, muy idóneos y apropiados para el momento.

El investigador ilicitano Carrasco Pacheco ofreció un desgarrador y apasionado discurso en perfecto valenciano y de excelente oratoria en el lugar de enterramiento de los fusilados ante la bandera republicana, un arbolito y la tapadera de alcantarillado que les oculta. Hizo una reseña histórica, rindiéndoles homenaje, recalcando la injusticia y la atrocidad que se cometió con ellos.

La suelta de palomas como gesto a la Paz y la Libertad junto a familiares de los fusilados fue acompañada por la ‘Colla de Dolçaina i Tabalet El Caixcabot’ a los sones de ‘La Internacional’, del  ‘Himno de Riego’ y de ‘La Moixaranga’. Acabada ésta se alzaron cuatro gritos aislados por un ‘País Valencià, lliure i republicà’.

Tratándose de un acto republicano-federalista-socialista-sindicalista, sobraban, no procedían signos de apología catalanista-independentista. Porque los fusilados no fueron nada de esto, sino todo lo contrario, ilicitanos y valencianos autoctonistas. Menos mal que los entusiastas gritos republicanos fueron mayoritarios.

Faltaron banderas ilicitanas ­por localismo, por tratarse de Elche, el lugar del acto- y señeras, banderas autonómicas. El carácter izquierdista del acto merecía la señera azulada con estrella roja, -cartel de Dubón, República y Guerra- y la presencia de partidos valencianistas-republicanos como EV, ANV o ENV para demostrar que el tricolor valencianismo autoctonista es también un progresista movimento popular -en la II República y en la contienda civil lo fue- y que la señera es un signo obrero o de lucha reivindicativa -los republicanos la usaron como tal-pues no en vano es la bandera nacional de los valencianos, no solo de una parte de ellos, como la derecha, sino de todos. Menos mal que representando al valencianismo tricolor republicanista y al republicanismo valencianista tricolor estábamos nosotros, los miembros del Grup Cultural Ilicità ‘Tonico Sansano’, entidad que lleva el nombre de este poeta ilicitano republicano y valencianista autoctonista.

Por último, Carrasco emplazó a todos los presentes a continuar celebrando anualmente en fraternidad, cada 1 de Mayo, este homenaje al centenar de jóvenes ilicitanos fusilados con el objeto de mantener viva su memoria, activos sus ideales y fresco su recuerdo como un ejemplo para las actuales y futuras generaciones con el propósito de que jamás se repita una historia fratricida, nunca más.

Por Josep Esteve Rico Sogorb. Escritor, blogger, periodista

Nieto, sobrino e hijo de republicanos represaliados

Grup Cultural Ilicità 'Tonico Sansano' Elche

 A vueltas con los fusilados de Elche

Por Josep Esteve Rico Sogorb

Publicado el 19 de mayo de 2008 en diario Siglo XXI:

https://www.diariosigloxxi.com/texto-diario/mostrar/34164/a-vueltas-con-los-fusilados-de-elche


El tema de los jóvenes ilicitanos republicanos, fusilados sin un juicio previo ni defensa alguna y enterrados en una fosa común del cementerio viejo de Elche recién terminada la guerra civil, en la dictadura franquista, y por el mero hecho de tener carnet sindical; sigue dando que hablar al menos a nivel interno y privado por el empeño de algunas personas representativas de los dos pensamientos ideológicos herederos de aquellos bandos que lidiaron en la fratricida contienda española de 1936 a 1939.

Enzarzarse en pequeñas discusiones bizantinas sobre la cifra exacta de estos represaliados resulta banal, estéril y nada importante en esta historia que al fin ha tenido su dignificación con honor, por memoria y con justicia, mediante la perpetuidad de su recuerdo inmortalizado con un bello mural y la adecentación del enterramiento –durante años mancillado al ser usado como alcantarilla- honrado con una placa conmemorativa para la posteridad. Si fueron exactamente cien, un poco menos o muchos más, no afecta a la trascendencia del hecho, del leit motiv. No obstante, para los que gustamos de investigar las páginas oscuras de nuestro pasado –en este caso, las de la guerra civil y represión franquista- lo que nos inquieta realmente es, descubrir las identidades, los nombres y apellidos de estos jóvenes ilicitanos fusilados que a tenor de los pocos datos existentes que baraja la asociación local “Memoria y Justicia” -promotora de este reconocimiento y del reciente homenaje dispensado- tales víctimas superarían el centenar en una veintena más.

Al parecer, y conforme avanzan las investigaciones de la asociación citada, se van descubriendo algunos datos o nuevas señas personales que han identificado a 33 de aquel centenar y pico de fusilados, gracias a la colaboración y testimonios de parientes cercanos, herederos, amigos, vecinos y conocidos. Difícil tarea debido al tiempo transcurrido, a la poca o inexistente documentación –fueron asesinados sin proceso, por lo que no existen actas- y a que aún perduran ciertos secretismo, mutismo, miedo a represalias (¡?) y deseos de manipular e intoxicar el recuerdo de este suceso de la memoria histórica ilicitana.

Los entusiastas de la causa republicana, movidos por la emoción del homenaje, quizá podamos haber pecado de exceso de optimismo llevándonos a afirmar que la cantidad podría alcanzar el centenar y medio y que incluso se sabía la mayor parte de la identidad de los fusilados. Es comprensible, después de casi setenta años de espera. Es perdonable este error de cifras. Pero lo más grave es lo que han dicho al respecto algunas voces señeras de la derecha democrática del PP ilicitano al elucubrar manifestando en íntimos corrillos de chascarrillo que “no fueron un centenar ni más de cien los fusilados entre 1939 y 1940 sino ocho nada más, que fueron ejecutados por haber quemado las iglesias y que se saben sus nombres y apellidos”.

Esta opinión, -opinión, sí, porque como verdad no se sustenta, ni siquiera como especulatoria teoría o hipótesis es defendible- se compone de contradicciones y de falsedades que sí son desmontables porque existe documentación de la época para desmentirlas. La principal contradicción y falsedad es la de atribuir a estos cien o cien y tantos ilicitanos la presunta quema de iglesias. Los templos fueron presa de las llamas tres años antes de este fusilamiento, el 20 de febrero de 1936, días después de las elecciones. Quienes prendieron fuego de forma exaltada y descontrolada a estos centros de arte y cultura además de religiosos, no eran de Elche, no fueron trabajadores sindicalistas ilicitanos sino milicianos anarquistas forasteros, sobre todo de Alcoy, Castellón y Valencia, que iban bajando pueblo a pueblo quemando templos desde el norte de la hoy Comunidad Valenciana hasta llegar a Murcia. La prensa local recogió el suceso como noticia coincidiendo con los testimonios de dispares personajes ilicitanos de todas las tendencias e ideologías, testigos de aquella quema, asegurando que eran muchos, -se habló de varios cientos – los anarquistas forasteros que quemaron los templos de Elche y que ningún hijo o vecino de esta ciudad, ningún ilicitano participó en este condenable y salvaje acto. Personalidades de la izquierda y derecha locales como el alcalde socialista Hernández Rizo, el católico presidente de Adoración Nocturna Española y falangista Eloy Espinosa, el diputado republicano radical y masón Lopez Orozco y su secretario Nazario González, el ex alcalde socialista Manuel Rodríguez, el concejal comunista Vicente Alcalde, entre otros, fueron algunos de los importantes personajes ilicitanos viejos conocidos entre sí que salvando las diferencias ideológicas y considerando una aberración la quema, se pusieron en la puerta del principal templo, la Basílica de Santa María, para impedir el paso a aquellos exaltados anarquistas forasteros y evitar que el patrimonio artístico desapareciera para al tiempo garantizar la supervivencia del culto como personas respetuosas con la Iglesia y defensoras del derecho a la libertad religiosa.

A todo esto cabe añadir, el testimonio de familiares y amigos de los fusilados que declaran que ellos fueron trabajadores de las principales y más importantes fábricas de Elche -que entonces contaban con plantillas superiores al centenar de trabajadores -en manos de unos pocos contados industriales caciquiles– tenían contratados a pistoleros a sueldo para dominar a sus delegados sindicales huelguistas y aplicaban tratos vejatorios a sus obreros- como los Ripoll y los Ferrández. Por fortuna, los sucesores, no se parecen nada, son gente moderada y demócrata que no tiene culpa de los excesos de sus padres y abuelos.

A mí me criticaron algunos algunos personajes de la derecha ‘ppera’ ilicitana por hacerme eco “de cosas que no son verdad” en mis recientes artículos sobre los jóvenes fusilados y enterrados en la fosa común. Sin embargo, cuando les pedí a estos personajes que me dieran las identidades de esos supuestos ocho ejecutados, si deseaban que rectificara públicamente o contrastara la información en un nuevo artículo, callaron y se dieron media vuelta alejándose.

Una conducta sospechosa y nada transparente. ¿Hay algo de verdad en lo que estos dirigentes de la derecha local dicen respecto a los fusilados? ¿Esconden estos ‘pperos’ ilicitanos algo sobre este suceso o han hecho una jugada de farol porque intentan tapar y callar todo lo que huela a república y guerra civil? ¿Existen aún supervivientes de aquellos ejecutores, de ilustres familias en la actual derecha ilicitana y por ello semejantes personajes actúan para que no se descubra nada que ponga en evidencia a alguien de los suyos? ¿Temor a represalias o reminiscencias de revanchismo? De todo un poco, digo yo.

Porque, si tanto les irrita que se aireen las fosas comunes de los ejecutados por el franquismo -cuando se supone que el PP oficialmente no tiene nada que ver con aquel aunque aún tenga en sus filas a viejas glorias del anterior régimen- ¿por qué no defienden a las víctimas de la derecha católica, que haberlas las hubieron y que aún no se las ha resarcido, críticas con el franquismo y que éste ejecutó como “traidores” encargándose de silenciarlas históricamente? Como los honrados agricultores y humildes católicos ilicitanos de tendencia conservadora. O los curas vascos que Franco mandó matar. O con algunos líderes catalanes de la derecha católica, algunos republicanos y nacionalistas-catalanistas, también ejecutados por el franquismo. Porque éste no sólo ejecutó a republicanos, sino también a algunos de los llamados "suyos" que se atrevieron a discrepar.

¿A qué esperan el PP y demás partidos derechistas para reivindicarlos? Así, la Ley de la Memoria Histórica jamás será total e íntegra sino parcial.

Ellos se lo pierden.

Pero por favor, que no silencien, intoxiquen y manipulen la Historia.

Josep Esteve Rico Sogorb. Nieto y sobrino de republicanos víctimas del franquismo. Es escritor, blogger y periodista (articulista-columnista).