"Ni el Poder ni la Gloria". Blog de Josep Esteve Rico Sogorb

Artículos de opinión e investigación sobre Historia, Lengua, Literatura, Arte, Cultura, Política, Sociedad, etcétera. La mayoría publicados en medios de comunicación en papel y digitales de todo ámbito territorial tanto en España como en el extranjero
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sábado, 10 de abril de 2021

NAZARIO GONZÁLEZ, EL 'SÓCRATES ILICITANO' 

(In memoriam)

Por Josep Esteve Rico Sogorb

                                            (Foto monumento dedicado a Nazario González )

Recuerdo a D. Nazario González Monteagudo, caminando por las calles ilicitanas, cargado de papeles y carpetas en mano, repartiendo sonrisas y saludos apacibles por doquier. Su pequeña pero entrañable y gran figura, grande en nobleza, causaba cierta veneración con respeto y cercanía, llegando a resultar próxima y accesible para cualquiera. Sus intervenciones dialécticas en debates, coloquios, mesas redondas y otros eventos sobre diversos temas, aunque firmes en convicción y leales con sus principios humanistas e ideales republicanos, destacaron siempre por sus tolerancia, moderación, diálogo, respetuosidad, comprensión y análisis reflexivo. El conocimiento y el saber -o sapiencia- que D. Nazario adquirió a lo largo de su vida tanto en formación intelectual como en experiencia, eran más propios de un filósofo universalista que de un localista actor teatral hijo de la ciudad del zapato; aunque equilibradamente reunió ambas facetas superando el negativo chovinismo de ser de 'provincias'.

 Actor, emigrante, exiliado, político, intelectual, pensador. Amante de las libertades y de la paz, esposo ejemplar, defensor de la fraternidad y de la hermandad entre personas, padre modelo y abuelo bondadoso; Nazario González sufrió lo que jamás quiso que sufrieran las generaciones futuras. Quien fuera 'mano derecha' o secretario particular en su juventud, del popular y bien querido médico y diputado ilicitano López Orozco, defendió la legalidad republicana y cuestionó el golpe de estado franquista aunque criticó y denunció hechos lamentables como la quema de iglesias, siendo uno de los personajes ilicitanos que según testimonios y versiones aún vigentes entre el pueblo, se opuso a semejante barbarie, dato que dice mucho acerca de su humanismo. Personalmente, supe del aprecio y de la grata opinión que de D. Nazario tuvieron algunas personalidades ilicitanas de derecha conservadora como el entonces profesor, delegado de Adoración Nocturna Española y secretario de la Junta Local Gestora del Misteri, D. Eloy Espinosa Sánchez. Otro ejemplo, de tantos, de su bondadosa personalidad, ya que no hizo daño alguno ni deseó el mal para nadie de ninguna ideología. Siempre rehusó participar en la guerra civil. Una contienda que consideró injusta y fratricida. Para sortearla y evitar represalias eligió el camino del exilio. Partió con su familia hacia Argelia, en aquel barco tan novelado últimamente, el 'Stan Brook'. En tierra argelina convivió con otros exiliados republicanos españoles, sobre todo con los ilicitanos. Allí fundó con su mujer e hijos una compañía teatral cosechando cierto éxito social. Azañista convencido -se le puede considerar como el 'Azaña' ilicitano por sus notables parecidos con el presidente de la II  República- regresó a su tierra natal y organizó el comité local del partido político Acción Republicana Democrática Española -ARDE- cuya sede se ubicó en la avenida que en las actas aparecía simpáticamente como 'R. Victoria'. Supongo que ya adivinan por qué.

Tras su sentido fallecimiento, familiares, amigos y correligionarios; todos ellos lograron que el Ayuntamiento rebautizara la calle donde vivió -antigua Eloy Gonzalo- con su nombre, colocando una placa que le recuerda. Calle que en cada aniversario de su óbito y en el de la proclamación de la II República, es objeto de un pequeño acto de homenaje mediante el depósito de flores-ofrenda y corona de laurel formando los tres colores republicanos. Hoy, años después del rótulo urbano, Nazario González Monteagudo, el ‘Sócrates Ilicitano’, ya tiene monumento en la calle de su nombre gracias a la subscripción popular. Más de un centenar de personas de todas las edades arroparon el pasado domingo 11 –aniversario de la I República Española– con su presencia, la inauguración de esta escultura en recuerdo y homenaje de tan singular personaje, destacando concejales, dirigentes políticos y directivos de asociaciones ciudadanas. Lo que empezó como un comentario coloquial entre el artista escultor y familiares, es ahora una emotiva realidad. La esencia de Nazario ha quedado acertadamente inmortalizada para la posteridad en esta escultural estructura metálica que refleja con la expresión del perfil de su rostro, los más nobles sentimientos y los más elevados ideales humanistas de un pacífico republicano amante de la paz, de la fraternidad y de la libertad; enemigo de una guerra que siempre condenó y de la que huyó para no participar por considerarla fratricida. El acto inaugural de la escultura a Nazario fue protagonizado por los hijos, Helia González –presidenta del Ateneo Republicano que lleva el nombre de su padre- y Antonio –actor, director y fundador del grupo teatral ‘La Carátula’– así como por compañeros ideológicos y amigos del homenajeado, también ex-presidente de ARDE, cerrando el evento la intervención del alcalde, Diego Maciá. Un viejo luchador republicano colocó visiblemente emocionado una corona de laurel tras descubrirse la escultura, la placa conmemorativa y la altruista inscripción de un intelectual sudamericano íntimo correligionario de Nazario.

La expresiva danza con escenificación teatral de la joven nieta de Nazario González -vestida con la bandera republicana- emocionó tanto a los presentes, que muchos de ellos rompieron a llorar –la misma Helia no pudo contener sus lágrimas- cuando la actriz y bailarina representó el exilio de sus abuelos. Sonrisas de complicidad y solidaridad surgieron cuando en el broche final, la joven artista –en su papel de alegoría de la República, logró en un simbólico gesto participativo, que el público cruzara el umbral de los pilares de la escultura que representan el noble y bondadoso idealismo de Nazario,  en una simbiosis entre el pueblo y homenajeado. Merecido homenaje y brillante acto de exitosa asistencia a la figura de quien sin duda alguna fue un hombre bueno y respetado. Recordémosle como un ejemplo a seguir, por esa tolerancia que demostró en vida. In memoriam 

 Josep Esteve Rico Sogorb (hijo, sobrino y nieto de republicanos)

Grup Cultural Ilicità 'Tonico Sansano'

Escritor, periodista, blogger

Fusilados

Por Josep Esteve Rico Sogorb

Publicado en web-blog-foro de Historia Inmediata:

https://h-debate.com/wp-content/old_debates/Spanish/historia%20inmediata/memoria/51.htm


El pasado 1 de Mayo -Día de los Trabajadores o Fiesta del Trabajo- se celebró en el viejo cementerio de Elche un homenaje a un centenar de jóvenes sindicalistas ilicitanos fusilados en 1939 y 1940 por la dictadura, cuyos cuerpos se enterraron en una fosa común hasta que en los años 60 ésta se destruyó tratándose en parte como basura y lanzándose los restos a un osario sellado con una tapa de alcantarillado.

El acto resultó emotivo y multitudinario. Se llevó a cabo, tras convocatoria del investigador José Antonio Carrasco ­artífice de la propuesta de retirada del título de Hijo Adoptivo a Franco- donde se enterró estos trabajadores republicanos ilicitanos cuyo único ‘delito’ común ­líderes de UGT, militantes del PSOE, PCE y JSE- fue, defender sus ideas desde su juventud, porque la mayoría no sobrepasaba los 38 años.

Más de un centenar de personas honraron a quienes perdieron sus vidas por una buena causa y unos ideales y principios justos, destacando del público, la ‘plana mayor’ del PSOE prácticamente en pleno con sus ediles, varios dirigentes de CC.OO. y UGT ­encabezados por sus secretarios generales locales-, directivos de entidades culturales como el Ateneo Republicano ‘Nazario González’, el ‘Casal Jaume I’ y el Grup Cultural Ilicità ‘Tonico Sansano’, líderes y candidatos de partidos como EU, BNV, ERC-ERPV, MUP e Izquierda Republicana, miembros de Joves Socialistes, artistas, escritores, etcétera.

Entre los símbolos propios del día ­banderas rojas sindicales por ser 1 de Mayo- había banderas republicanas ­lógico, teniendo en cuenta el republicanismo común de los fusilados- e improcedentemente, alguna cuatribarrada, destacando la independentista de los ‘Països Catalans’ con triángulo azul estrellado.

Conmocionó a los presentes el banderín que Carrasco enarboló, obsequio de unos obreros rusos y envejecido por los avatares de la guerra, manchado de sangre de defensores de la libertad. Pero la nota melancólica, nostálgica y triste, la puso el escritor local Eduardo Boix al recitar una poesía dedicada a Miguel Hernández y un poema social en prosa de Gil de Biedma, muy idóneos y apropiados para el momento.

El investigador ilicitano Carrasco Pacheco ofreció un desgarrador y apasionado discurso en perfecto valenciano y de excelente oratoria en el lugar de enterramiento de los fusilados ante la bandera republicana, un arbolito y la tapadera de alcantarillado que les oculta. Hizo una reseña histórica, rindiéndoles homenaje, recalcando la injusticia y la atrocidad que se cometió con ellos.

La suelta de palomas como gesto a la Paz y la Libertad junto a familiares de los fusilados fue acompañada por la ‘Colla de Dolçaina i Tabalet El Caixcabot’ a los sones de ‘La Internacional’, del  ‘Himno de Riego’ y de ‘La Moixaranga’. Acabada ésta se alzaron cuatro gritos aislados por un ‘País Valencià, lliure i republicà’.

Tratándose de un acto republicano-federalista-socialista-sindicalista, sobraban, no procedían signos de apología catalanista-independentista. Porque los fusilados no fueron nada de esto, sino todo lo contrario, ilicitanos y valencianos autoctonistas. Menos mal que los entusiastas gritos republicanos fueron mayoritarios.

Faltaron banderas ilicitanas ­por localismo, por tratarse de Elche, el lugar del acto- y señeras, banderas autonómicas. El carácter izquierdista del acto merecía la señera azulada con estrella roja, -cartel de Dubón, República y Guerra- y la presencia de partidos valencianistas-republicanos como EV, ANV o ENV para demostrar que el tricolor valencianismo autoctonista es también un progresista movimento popular -en la II República y en la contienda civil lo fue- y que la señera es un signo obrero o de lucha reivindicativa -los republicanos la usaron como tal-pues no en vano es la bandera nacional de los valencianos, no solo de una parte de ellos, como la derecha, sino de todos. Menos mal que representando al valencianismo tricolor republicanista y al republicanismo valencianista tricolor estábamos nosotros, los miembros del Grup Cultural Ilicità ‘Tonico Sansano’, entidad que lleva el nombre de este poeta ilicitano republicano y valencianista autoctonista.

Por último, Carrasco emplazó a todos los presentes a continuar celebrando anualmente en fraternidad, cada 1 de Mayo, este homenaje al centenar de jóvenes ilicitanos fusilados con el objeto de mantener viva su memoria, activos sus ideales y fresco su recuerdo como un ejemplo para las actuales y futuras generaciones con el propósito de que jamás se repita una historia fratricida, nunca más.

Por Josep Esteve Rico Sogorb. Escritor, blogger, periodista

Nieto, sobrino e hijo de republicanos represaliados

Grup Cultural Ilicità 'Tonico Sansano' Elche

 

SOBRE LA LEY DE LA MEMORIA HISTORICA

Por Josep Esteve Rico Sogorb

Publicado en web-blog-foro de Historia Inmediata

https://h-debate.com/wp-content/old_debates/Spanish/historia%20inmediata/memoria/51.htm



La Ley de la Memoria Histórica ha salido del trámite parlamentario pero envuelta de polémicas y debates. Es lógica esta situación cuando sus contenidos e intenciones afectan a las personas, a sus vivencias, a sus recuerdos, a sus parientes, a un conflicto bélico-fratricida y a diferentes formas de pensar. Que la idea de esta ley es buena, no lo dudo y hasta la defiendo, aunque tal vez el momento actual y el procedimiento o tratamiento de los partidos son cuestionables. Esta iniciativa legislativa venía demandándose desde años atrás principalmente por un amplio sector progresista comprendido por republicanos, socialistas, comunistas y un largo etcétera, sobre todo por las asociaciones cívicas de familiares de las víctimas del bando a favor del gobierno legítimo republicano tanto en la guerra civil como en la posterior represión de la dictadura franquista.

Cabe destacar o matizar de estas víctimas, que además de militares que murieron en el frente, hubo muchos civiles -niños, ancianos y mujeres, mayormente- que defendieron sus ideales y la legalidad vigente sufriendo penalidades como juicios sumarísimos por 'tribunales' castrenses -qué incongruencia, militares juzgando a civiles aplicando ordenanzas de un ejército golpista en lugar de leyes civiles- procesos irregulares y amañados carentes de garantías jurídicas y de derechos -algunos juicios incluso sin abogado defensor- cárcel, tortura y ejecuciones de muerte. Precisamente, esas irregularidades jurídicas demuestran la falsedad, la falta de transparencia y la actuación fuera de la ley de aquellos juicios. No es posible devolver la vida de las víctimas pero si declarar 'nulos' e 'ilegales' los procesos de los tribunales franquistas y resarcir del olvido a quienes defendieron unos nobles ideales y la legalidad gubernamental del momento. Eso es lo que en mayor medida se pretende con la Ley de la Memoria Histórica. El vencedor bando franquista gozó de suficientes privilegios y reconocimientos. Justo es que ahora el bando de los vencidos tenga su reconocimiento.

Ahora bien, aunque en el preámbulo se alude a víctimas ideológica y religiosamente de derecha católica a manos de los republicanos -más bien anarquistas y algunos comunistas-, la mención textualmente parece insuficiente y demasiado leve o sutil, casi superficial. Al Partido Popular parece no agradarle -tampoco le gusta la ley entera, habría podido si hubiese querido, enmendarla entera con una enmienda a la totalidad- porque cree que no se recoge la casuística de quienes padecieron y murieron por apoyar el golpe de estado franquista, por no ser republicanos, por su fe y devoción confesional o por pertenecer a la Iglesia católica. Igualmente, de forma global, para el PP, la ley de la Memoria Histórica abre viejas heridas y vulnera el espíritu de concordia y de paz de la transición. En este sentido, Rajoy y los suyos se equivocan. La ley no atenta contra los logros de la transición. Es una excusa del PP para no reconocer en público su originario pasado filogenético franquista. Cierran los ‘ppopulares’ los ojos para no ver -como los monos de Gibraltar- desviando la atención con el asunto de la transición y negándose a equilibrar la memoria histórica -que estaba 'coja' a causa de la única aportación del recuerdo de los vencedores- con el reconocimiento a las victimas republicanas. Y no sólo esto, el PP no presentó propuestas para 'enriquecer' el borrador de la ley, ni siquiera negoció con el Gobierno socialista de Zapatero aunque se empeñe en culpar a éste de no ofrecerle la posibilidad de negociar y consensuar el texto.

Si se hubiera deseado cerrar definitivamente cualquiera de las heridas o equilibrar, habrían de estar en el texto las víctimas de ambos bandos, sin excepciones, sin exclusiones. La ley debería asimismo reflejar y reconocer más explícitamente -no sólo en el preámbulo, también en el articulado- a aquellos religiosos y seglares católicos víctimas inocentes de piquetes revolucionarios que sufrieron y murieron únicamente por llevar sotana o hábitos, por pertenecer a una orden religiosa e incluso por tener fe y devoción. Haberlos los hubo. Junto a estas víctimas se pueden contar campesinos minifundistas por el mero hecho de tener un trozo de tierra de su propiedad e ir a misa los domingos. Si la Constitución de 1978 -mejorable y reformable, monárquica si, prefiero una republicana pero es la que existe vigente y hemos de aplicarla- reconoce que nadie debe sufrir discriminación entre otras cosas por razones de ideas, creencias u otros aspectos personales; la citada ley de la Memoria Histórica -que no puede vulnerar la Carta Magna ni sobrepasarla- no ha de discriminar a nadie defendiendo a las víctimas de los dos bandos. Frente a las posturas extremas de PP y PSOE -que apoya reconocer a los terroristas etarras en el texto, lo que no me parece idóneo- habría cabido una tercera solución intermedia o centrada. Para lograrla, el Gobierno tendría que haber, concretado más su posición aceptando claramente a las víctimas religiosas y conservadoras, tendido la mano a la oposición y admitido enmiendas. Y el Partido Popular -a pesar de ceder en 'desderechizar' el Valle de los Caídos- tenía que haber, condenado públicamente el golpe franquista contra el gobierno legítimo republicano, aceptado la legalidad de éste, renunciado a su pasado franquista, presentado enmiendas participando en el texto definitivo de la ley y negociado consensuándola con el Ejecutivo. Tarea de ambos -gobierno y oposición- y demás, que la ley no resulte parcial, porque, era posible una ley para todos. Si el PP hubiera querido, claro...

Por Josep Esteve Rico Sogorb, nieto, sobrino e hijo de republicanos represaliados

Escritor, blogger, periodista

 MEMORIA Y JUSTICIA

Por Josep Esteve Rico Sogorb

Publicado en web-blog-foro de Historia Inmediata:

https://h-debate.com/wp-content/old_debates/Spanish/historia%20inmediata/memoria/51.htm

Casi a mediodía de la víspera del 1 de mayo, un nutrido grupo de ciudadanos de Elche se dio cita en el cementerio viejo donde arropó con su presencia el emotivo acto de inauguración del mural-monumento en homenaje y recuerdo al centenar de jóvenes ilicitanos republicanos fusilados tras las guerra civil sin juicio ni defensa, enterrados en una fosa común sin una digna merecida sepultura y condenados al ostracismo durante la dictadura por el único “delito” de ser trabajadores y pertenecer a partidos de izquierda o a sindicatos obreros.

El evento, convocado por la asociación “Memoria y Justicia”, fue presentado por su presidente fundador, el investigador local y republicano de pro, José Antonio Carrasco Pacheco, quien desde la puerta lateral del camposanto agradeció a los presentes ­especialmente al alcalde, concejales, familiares, dirigentes republicanos, directivos de entidades culturales, autor del mural y secretaria general de UGT- la asistencia y desglosó la epopeya trágica de estas víctimas recordando como fueron llevados al cementerio desde la cárcel del Palacio de Altamira en furgoneta siendo fusilados en la pared lateral, rematados con el tiro de gracia y echados inhumanamente a la fosa común sita en el interior del cementerio. Un proceso que Carrasco calificó como una “especie de Gólgota particular de estos mártires de la libertad”.

Tras esta bienvenida y sentidas palabras, los presentes, con las autoridades y organizadores en cabeza, se trasladaron al interior del camposanto, al lugar donde el pasado año se celebró el primer homenaje a los jóvenes fusilados. Un lugar que hasta la fecha mostraba una tapa de alcantarilla que ocultaba la fosa común y un pequeño árbol, sin más. Ante una gran lona color burdeos y una bandera republicana en el suelo cubriendo lo que se presumía una lápida o placa en el sitio que antes estaba la tapa de alcantarilla, Carrasco ofreció visiblemente emocionado un discurso, flanqueado por las autoridades locales y por el pintor Andreu Castillejos, en el que recordó a los jóvenes fusilados como buenos ilicitanos, trabajadores honrados y altruistas comprometidos con la defensa de las libertades y de los ideales democráticos, esencia del más puro y noble republicanismo. Asimismo, Carrasco consideró el fusilamiento como un grave y triste hecho; injusto, ignominioso, inhumano e inmerecido; e instó a aprender de lo sucedido para que jamás se repita en el futuro.

El alcalde, Alejandro Soler, destapó la bandera republicana y la enorme lona, inaugurando la placa y el mural de Castillejos que no pudo articular palabra embargado por la emoción. Un mural impactante, con fuerte significado, representado con unas expresivas manos gigantescas entrelazadas como en signo de fraternidad, de unión, de solidaridad. Ante varios ramos de flores ­uno de ellos de UGT Comarcal- Soler amplió y matizó aún más las palabras de Carrasco, añadiendo que los jóvenes fusilados son un ejemplo a tener en cuenta, que afortunadamente se cumplió una cuenta pendiente con la Historia, algo que la legalidad y el Gobierno están resarciendo y abogó por continuar defendiendo los valores democráticos para que nadie sea perseguido por sus ideas. La secretaria general de UGT recordó la filiación mayoritaria de los fusilados a su sindicato y aseguró que marcaron el camino a sus sucesores, los actuales sindicalistas, quienes, afirmó, siguen luchando por los mismos derechos que aquellos fusilados.

Especialmente emotivas fueron las palabras de algunos familiares de fusilados que agradecieron al Ayuntamiento y a “Memoria y Justicia” con lágrimas en los ojos la realización de dicho homenaje. Un homenaje que si bien no podrá jamás devolver la vida a los cien jóvenes ilicitanos fusilados, ha conseguido recuperar para ellos la dignidad y el honor inmortalizando para la posteridad su enterramiento y su recuerdo. En su Memoria y por Justicia.

Por Josep Esteve Rico Sogorb, nieto, sobrino e hijo de republicanos represaliados

Escritor, blogger, periodista

 A vueltas con los fusilados de Elche

Por Josep Esteve Rico Sogorb

Publicado el 19 de mayo de 2008 en diario Siglo XXI:

https://www.diariosigloxxi.com/texto-diario/mostrar/34164/a-vueltas-con-los-fusilados-de-elche


El tema de los jóvenes ilicitanos republicanos, fusilados sin un juicio previo ni defensa alguna y enterrados en una fosa común del cementerio viejo de Elche recién terminada la guerra civil, en la dictadura franquista, y por el mero hecho de tener carnet sindical; sigue dando que hablar al menos a nivel interno y privado por el empeño de algunas personas representativas de los dos pensamientos ideológicos herederos de aquellos bandos que lidiaron en la fratricida contienda española de 1936 a 1939.

Enzarzarse en pequeñas discusiones bizantinas sobre la cifra exacta de estos represaliados resulta banal, estéril y nada importante en esta historia que al fin ha tenido su dignificación con honor, por memoria y con justicia, mediante la perpetuidad de su recuerdo inmortalizado con un bello mural y la adecentación del enterramiento –durante años mancillado al ser usado como alcantarilla- honrado con una placa conmemorativa para la posteridad. Si fueron exactamente cien, un poco menos o muchos más, no afecta a la trascendencia del hecho, del leit motiv. No obstante, para los que gustamos de investigar las páginas oscuras de nuestro pasado –en este caso, las de la guerra civil y represión franquista- lo que nos inquieta realmente es, descubrir las identidades, los nombres y apellidos de estos jóvenes ilicitanos fusilados que a tenor de los pocos datos existentes que baraja la asociación local “Memoria y Justicia” -promotora de este reconocimiento y del reciente homenaje dispensado- tales víctimas superarían el centenar en una veintena más.

Al parecer, y conforme avanzan las investigaciones de la asociación citada, se van descubriendo algunos datos o nuevas señas personales que han identificado a 33 de aquel centenar y pico de fusilados, gracias a la colaboración y testimonios de parientes cercanos, herederos, amigos, vecinos y conocidos. Difícil tarea debido al tiempo transcurrido, a la poca o inexistente documentación –fueron asesinados sin proceso, por lo que no existen actas- y a que aún perduran ciertos secretismo, mutismo, miedo a represalias (¡?) y deseos de manipular e intoxicar el recuerdo de este suceso de la memoria histórica ilicitana.

Los entusiastas de la causa republicana, movidos por la emoción del homenaje, quizá podamos haber pecado de exceso de optimismo llevándonos a afirmar que la cantidad podría alcanzar el centenar y medio y que incluso se sabía la mayor parte de la identidad de los fusilados. Es comprensible, después de casi setenta años de espera. Es perdonable este error de cifras. Pero lo más grave es lo que han dicho al respecto algunas voces señeras de la derecha democrática del PP ilicitano al elucubrar manifestando en íntimos corrillos de chascarrillo que “no fueron un centenar ni más de cien los fusilados entre 1939 y 1940 sino ocho nada más, que fueron ejecutados por haber quemado las iglesias y que se saben sus nombres y apellidos”.

Esta opinión, -opinión, sí, porque como verdad no se sustenta, ni siquiera como especulatoria teoría o hipótesis es defendible- se compone de contradicciones y de falsedades que sí son desmontables porque existe documentación de la época para desmentirlas. La principal contradicción y falsedad es la de atribuir a estos cien o cien y tantos ilicitanos la presunta quema de iglesias. Los templos fueron presa de las llamas tres años antes de este fusilamiento, el 20 de febrero de 1936, días después de las elecciones. Quienes prendieron fuego de forma exaltada y descontrolada a estos centros de arte y cultura además de religiosos, no eran de Elche, no fueron trabajadores sindicalistas ilicitanos sino milicianos anarquistas forasteros, sobre todo de Alcoy, Castellón y Valencia, que iban bajando pueblo a pueblo quemando templos desde el norte de la hoy Comunidad Valenciana hasta llegar a Murcia. La prensa local recogió el suceso como noticia coincidiendo con los testimonios de dispares personajes ilicitanos de todas las tendencias e ideologías, testigos de aquella quema, asegurando que eran muchos, -se habló de varios cientos – los anarquistas forasteros que quemaron los templos de Elche y que ningún hijo o vecino de esta ciudad, ningún ilicitano participó en este condenable y salvaje acto. Personalidades de la izquierda y derecha locales como el alcalde socialista Hernández Rizo, el católico presidente de Adoración Nocturna Española y falangista Eloy Espinosa, el diputado republicano radical y masón Lopez Orozco y su secretario Nazario González, el ex alcalde socialista Manuel Rodríguez, el concejal comunista Vicente Alcalde, entre otros, fueron algunos de los importantes personajes ilicitanos viejos conocidos entre sí que salvando las diferencias ideológicas y considerando una aberración la quema, se pusieron en la puerta del principal templo, la Basílica de Santa María, para impedir el paso a aquellos exaltados anarquistas forasteros y evitar que el patrimonio artístico desapareciera para al tiempo garantizar la supervivencia del culto como personas respetuosas con la Iglesia y defensoras del derecho a la libertad religiosa.

A todo esto cabe añadir, el testimonio de familiares y amigos de los fusilados que declaran que ellos fueron trabajadores de las principales y más importantes fábricas de Elche -que entonces contaban con plantillas superiores al centenar de trabajadores -en manos de unos pocos contados industriales caciquiles– tenían contratados a pistoleros a sueldo para dominar a sus delegados sindicales huelguistas y aplicaban tratos vejatorios a sus obreros- como los Ripoll y los Ferrández. Por fortuna, los sucesores, no se parecen nada, son gente moderada y demócrata que no tiene culpa de los excesos de sus padres y abuelos.

A mí me criticaron algunos algunos personajes de la derecha ‘ppera’ ilicitana por hacerme eco “de cosas que no son verdad” en mis recientes artículos sobre los jóvenes fusilados y enterrados en la fosa común. Sin embargo, cuando les pedí a estos personajes que me dieran las identidades de esos supuestos ocho ejecutados, si deseaban que rectificara públicamente o contrastara la información en un nuevo artículo, callaron y se dieron media vuelta alejándose.

Una conducta sospechosa y nada transparente. ¿Hay algo de verdad en lo que estos dirigentes de la derecha local dicen respecto a los fusilados? ¿Esconden estos ‘pperos’ ilicitanos algo sobre este suceso o han hecho una jugada de farol porque intentan tapar y callar todo lo que huela a república y guerra civil? ¿Existen aún supervivientes de aquellos ejecutores, de ilustres familias en la actual derecha ilicitana y por ello semejantes personajes actúan para que no se descubra nada que ponga en evidencia a alguien de los suyos? ¿Temor a represalias o reminiscencias de revanchismo? De todo un poco, digo yo.

Porque, si tanto les irrita que se aireen las fosas comunes de los ejecutados por el franquismo -cuando se supone que el PP oficialmente no tiene nada que ver con aquel aunque aún tenga en sus filas a viejas glorias del anterior régimen- ¿por qué no defienden a las víctimas de la derecha católica, que haberlas las hubieron y que aún no se las ha resarcido, críticas con el franquismo y que éste ejecutó como “traidores” encargándose de silenciarlas históricamente? Como los honrados agricultores y humildes católicos ilicitanos de tendencia conservadora. O los curas vascos que Franco mandó matar. O con algunos líderes catalanes de la derecha católica, algunos republicanos y nacionalistas-catalanistas, también ejecutados por el franquismo. Porque éste no sólo ejecutó a republicanos, sino también a algunos de los llamados "suyos" que se atrevieron a discrepar.

¿A qué esperan el PP y demás partidos derechistas para reivindicarlos? Así, la Ley de la Memoria Histórica jamás será total e íntegra sino parcial.

Ellos se lo pierden.

Pero por favor, que no silencien, intoxiquen y manipulen la Historia.

Josep Esteve Rico Sogorb. Nieto y sobrino de republicanos víctimas del franquismo. Es escritor, blogger y periodista (articulista-columnista).

 Julio María López Orozco y el 28 de Junio de 1931

Por Josep Esteve Rico Sogorb

Publicado en web-blog

https://www.unidadcivicaporlarepublica.es/nuestra%20memoria%20web%202009/julio%20maria%20lopez.htm

Veintiocho de junio. Septuagésimo séptimo aniversario de aquellas elecciones generales a Cortes Constituyentes de la II República en 1931 en las que resultó elegido diputado por la provincia de Alicante el insigne médico ilicitano D. Julio María López Orozco. Un dato y una efemérides casi desapercibidas para la mayoría de la opinión pública, incluso para los republicanos, que suelen recordar otras fechas como el 14 de abril, por ejemplo, proclamación de la II República a consecuencia de las elecciones municipales del 12 de abril, dos días antes.

El hecho reviste su importancia socio-histórica, porque todo un personaje de Elche muy popular y querido como fue D. Julio, obtuvo su acta de diputado no solo en representación de su ciudad natal sino de toda la provincia entera, lo que demuestra el conocimiento que el pueblo alicantino tenía sobre su persona y su actividad pública además de probar el arraigo y la aceptación de las que el médico ilicitano gozó entre el electorado en ámbito provincial. No en vano fue presidente de la Junta Provincial de dicho partido.

Frente a demás candidatos oponentes y adversarios políticos, López Orozco consiguió 67.013 votos, siendo uno de los más votados, presentándose por el Partido Republicano Radical Socialista (partido del que fue presidente de la Junta Provincial de Alicante) y logrando la credencial número 361 del acta de diputado para la primera legislatura republicana que abarcó los años 1931 y 1933. Tomo posesión de su escaño el 12 de julio de 1931 pero juró o prometió el cargo quince días después, el 27 del mismo mes y del mismo año y causó baja como diputado en la disolución de las Cortes del 9 de octubre de 1933.

Hay que atribuirle con totales justicia, razón y méritos su contribución y participación en el logro de conseguir la creación del primer instituto de educación secundaria (entonces llamado de 'segunda enseñanza') en Elche. Sus intervención y colaboración fueron decisivas para tal hito histórico local al formar parte de la comisión representativa que el Ayuntamiento republicano ilicitano envió a primeros de septiembre de 1931 al Ministerio de Educación en Madrid para reclamar al ministro la creación del primer instituto de segunda enseñanza, una vieja aspiración y una necesidad a cubrir en Elche en aquel entonces que por fin fue hecha realidad al abrirse en enero de 1932 e inaugurarse oficialmente el 8 de febrero de 1932 por el alicantino Rodolfo Llopis, director general de Enseñanza Primaria, acompañado por el propio López Orozco y otros dirigentes socialistas y republicanos ilicitanos. Un acto oficial del que existe una foto en la que aparecen López Orozco y Llopis, entre otros.

Cabe destacar, entre otros méritos, que López Orozco formó parte de la Comisión Gestora de la Mancomunidad del Segura. Nacido en Elche en 1885 en el seno de una familia acomodada y burguesa, falleció igualmente en Elche el 7 de abril de 1970, a los 85 años. Hijo del abogado liberal Julio Mª López Martínez y de Herminia Orozco Chacón. Casó con Asunción Manchón Navarro, hija de los acomodados, conservadores, derechistas y religiosos dueños hortelanos del popular 'Huerto de Manchón', que falleció en 1989 a los 87 años. Estos factores y el hecho de que López Orozco tuviera dos hermanas monjas terciarias carmelitas, Herminia y Josefa; influiría posteriormente en su favor junto con su bondad hacia los enfermos para evitar ser ejecutado en el franquismo. Al parecer, D. Julio y Dª Asunción tuvieron dos hijos.

López Orozco, bien joven manifestó hondamente los sentimientos y las ideas republicanas, diferenciándose de sus familiares. Humanista, filántropo e intelectual aunque aburguesado pero sumamente respetuoso con el prójimo sin menospreciar a nadie por cualquier ideal o condición (lo que motivó envidias de ciertos elementos de la misma burguesía ilicitana a la que él, pertenecía) su lema fue “hacer el bien sin mirar a quién” hasta ser reconocido como el “médico de los pobres de Elche “a quienes no cobraba sus servicios a domicilio e incluso daba dinero para medicinas. Ello le granjeó la simpatía y la admiración popular. Era frecuente verle con pajarita y traje, desplazándose en un carruaje tirado por mula o caballo (tartana o cabriolé), semicalvo pero con pocos cabellos negros como entradas laterales.

Su familia poseyó una casona y un bello huerto de palmeras, granados, naranjos y limoneros que él luego heredó y mantuvo hasta su muerte (el de Manchón, rebautizado posteriormente con su nombre); convertido hoy en plaza pública y jardín frente al Museo de la Palma (antes huerto de San Plácido) y cercano al Hotel Huerto del Cura.

Licenciado en Medicina General, fue miembro de la Real Academia de Medicina de Catalunya. Durante la Primera Guerra Mundial fue miembro de la Liga Anti germanófila. López Orozco co-fundó en 1927, junto a los dirigentes republicanos ilicitanos Manuel Lucerga y Manuel Tremiño, el Círculo Republicano de Elche, contando además con el apoyo del periódico local republicanista "Elche". A vez, presidió la Alianza Republicana Ilicitana.

En 1929 fue uno de los fundadores del Partido Republicano Radical Socialista juntamente con Marcelino Domingo, Álvaro de Albornoz y Félix Gordón Ordás. Con motivo de la sublevación de Jaca (que se reprimió con la ejecución de varios fusilamientos) y en memoria de sus fusilados, López Orozco, junto a otros dirigentes, intervino como orador en un acto homenaje dando un emotivo y destacado discurso el domingo de ramos de 1931 en la Plaza de Toros de Elche, por lo que sufrió cárcel breve a los tres meses de dicha sublevación.

Encabezó la manifestación popular de más de 2000 personas por las calles de Elche que reclamaba la instauración de la República en las primeras horas de la mañana del día 15 de diciembre de 1930. Los manifestantes acudieron a su domicilio (en el huerto de su nombre o de Manchón, frente al hoy hotel Huerto del Cura) y sacándole en olor de multitudes le pidieron que fuera al frente, que llegara al Ayuntamiento y que proclamara la República junto a los dirigentes socialistas ilicitanos Juan Hernández Rizo y Manuel Rodríguez Martínez (futuros alcaldes en la República y Guerra Civil).

Esta revuelta resultó sofocada y López Orozco junto a los demás dirigentes, fue detenido y encarcelado en el Palacio de Altamira y posteriormente trasladado a la prisión provincial de Alicante, pasando a disposición judicial militar acusado de sedición.

Ante la presión popular, hubo una amnistía y a finales de febrero de 1931, (tras reabrirse la Casa del Pueblo y el Círculo Republicano, que habían sido clausurados por orden gubernativa a raíz de la revuelta) López Orozco, acompañado de los otros 11detenidos, fue liberado, realizando su entrada apoteósica triunfal en la Plaza del Ayuntamiento ante una multitud de más de 10.000 personas que aclamándole le siguió hasta los juzgados, donde definitivamente se le puso en libertad (al igual que los 11camaradas). Por ello, el día 27 de marzo fue declarado festivo por las sociedades obreras ilicitanas, bautizado como "Fiesta de la Libertad".

El martes 14 de abril de 1931 en Elche, se forma una manifestación popular en la Plaça de Baix frente al Ayuntamiento, durante la cual se coloca la bandera republicana en el balcón principal y es precisamente D. JULIO María López OROZCO quien dirige la palabra en un emotivo discurso desde el balcón al pueblo proclamando la República en la ciudad.

Presidió como miembro de mayor edad y prestigio, el Comité Local de Refugiados de Guerra en Elche compuesto por 7 dirigentes (de CNT, UGT, PCE, PRRS y PSOE) que el Consejo de Ministros de la II República creó por decreto del 6 de noviembre de 1936.

López Orozco se colocó en la puerta principal de la basílica de Santa María junto a otros personajes ilicitanos de diversa ideología (entre otros, el concejal comunista Vicente Alcalde y el derechista jefe de Acción Católica Eloy Espinosa) el 20 de febrero de 1936 para intentar disuadir a los piquetes anarquistas de que no quemarán el templo sin lograrlo ya que el empuje de la multitud le arrolló; hecho éste que demuestra sus humanistas principios.

Cabe destacar que el momento del golpe militar del 18 de julio de 1936 López Orozco era el médico titular municipal de la Casa de Socorro, atendiendo por igual a todos los enfermos, sin mirar ideología ni condición alguna.

A partir del 2 de abril de 1939 cuando las tropas franquistas e italianas entraron en Elche y el Ayuntamiento fue ocupado por los vencedores, López Orozco de nuevo padeció detención.

Los ideales políticos republicanos le llevaron a evolucionar hacia la masonería, por su relación intrínseca y fue iniciado en 1920 en la Logia Constante Alona de Alicante, tomando el nombre simbólico de "Dieulafoy". Durante ese mismo año pasó a formar parte del Triángulo Masón “Illice Constante” de Elche del que fue presidente hasta el año 1924, fecha de la fundación de la Logia Illice Constante nº7 de Elche, de la que fue su Venerable Maestro hasta 1935, reuniéndose en la sala egipcia de la logia, sita en los bajos del palacio de la Calahorra.

Participó también en los Altos Grados, siendo miembro del Capítulo Lucentino donde alcanzó el grado 18º y dentro de las estructuras orgánicas de la masonería española fue Consejero Regional de la Gran Logia Simbólica Regional de Levante. Asistió a la VI asamblea nacional de la Masonería Española, celebrada en Madrid, en 1924, como delegado de la regional de Levante, y a la VII asamblea nacional, en Gijón, en 1928, en la que ocupó la vicepresidencia de la Mesa.

Al destacar por todos estos méritos, el franquista Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y del Comunismo, le condenó según sentencia “a veinticinco años de reclusión mayor” aunque por buena conducta y merced a la presión que hicieron muchos ilicitanos (algunos pocos incluso destacados franquistas) agradecidos por sus buenas obras y su benévola actitud altruista como médico ejemplar, se le rebajó la pena a 12 años.

También sufrió un destierro en Galicia y Asturias y al parecer su corazón se debatió entre el amor a dos mujeres, siendo una de ellas más joven que él, situación por la que el poeta ilicitano Tonico Sansano le dedicó un poema.

Sus restos mortales reposan en un nicho junto a los de su esposa, en un rincón escondido de la vista exterior, en la pared lateral derecha del panteón nº 26 de las familias López y Manchón ubicado en la calle San Sebastián del cementerio viejo de Elche.

D. Julio dejó su huella masónica hasta después de muerto en su propio panteón. El suyo es el único de todo el cementerio que arriba del número en la fachada muestra una inscripción y una imagen sobre losetas de cerámica de simbolismo y significado masónico que representan la muerte terrenal y el tránsito al Mas Allá o resurrección: una calavera con sus tibias cruzadas y una leyenda que más o menos dice 'Al menos dile un requiescat a tu amigo o deudor un día que hoy cubre esta la losa fría...'

López Orozco tiene a su nombre un colegio, un instituto y una plaza con jardín (zona verde) y huerto de palmeras, en Elche, su ciudad natal. En mayo pasado, el Grup Cultural Ilicità donó al Museo de Pusol el cuadro al óleo con el busto de López Orozco pintado por el artista local apellidado Campello que le regaló María Galiano (hija de los ex caseros de aquel y dueña del restaurante San Plácido y del huerto del mismo nombre hoy Museo de la Palma) para su restauración y exposición.

La biografía de este personaje ilicitano, menudo pero grande de corazón, mente y espíritu; no está acabada. Lagunas y escasez de datos escritos (salvo los registrados en el Tribunal contra la Masonería y en el Archivo de Salamanca), lamentablemente sólo se auxilian con la aportación insuficiente aunque elogiable, de datos vox pópuli por aquellos que le conocieron en vida. Quizá algún día se logre enhebrar e hilvanar todos esos retazos con la publicación de una completa biografía.

De momento, el recuerdo al 77 aniversario de las elecciones constituyentes republicanas a las que tanto le debió López Orozco por permitirle representar al pueblo no sólo ilicitano sino también alicantino, sirva como adelanto de esa posible futura biografía completa y cual homenaje a uno de los más importantes personajes de Elche y provincia del siglo XX digno de ser estudiado e investigado puesto que posee aún aspectos inéditos por descubrir. Gracias, 28 de Junio de 1931. In memoriam López Orozco.

27-3-31: "Fiesta de la Libertad"

JOSEP ESTEVE RICO SOGORB

Publicado en NUEVA TRIBUNA: 24 DE MARZO DE 2009

https://nuevatribuna.publico.es/articulo/sociedad/27-3-31-fiesta-de-la-libertad/20090324044650037187.html

Posiblemente no fue ésta la única fiesta de tal índole en la España republicana. Seguramente hubo otros casos similares dignos de investigar, descubrir y contar para dejar Testimonio a las próximas generaciones como digno ejemplo del altruismo idealista y de la censura o mordaza a la libertad de expresión.

Hay fechas que caen en el olvido. Investigando "descubrí" una fiesta local de Elche relacionada con un importante personaje ilicitano y su posterior desaparición. El próximo día 27 de marzo se cumplirían 78 años de la "Fiesta de la Libertad" (desarrollada en la II República y Guerra Civil) y que desapareció con el franquismo. Fue una celebración social, popular, festiva, alegre, obrera, gremial y sindicalista, creada por las sociedades obreras ilicitanas y en la que destacaron conferencias y discursos de los más brillantes oradores locales. Se creó en homenaje al médico, diputado republicano y maestro masón ilicitano D. Julio María López Orozco, de quien no se ha hecho la suficiente justicia en la memoria histórica por reconocerle sus méritos y rehabilitarle de las humillaciones sufridas en el franquismo.

El motivo de la creación de tal festividad resultó ser la puesta en libertad de López Orozco junto a otros 11 detenidos más (dirigentes ilicitanos republicanos, socialistas y sindicalistas, como Juan Hernández Rizo y Manuel Rodríguez, que fueron alcaldes en la República y Guerra Civil, aunque éste último fue el gobernador civil de Alicante cuando las tropas franquistas llegaron) tras unos meses de prisión a raíz de unos discursos públicos en apoyo a los fusilados por la sublevación de Jaca.

Simplemente, por manifestar su opinión y su defensa hacia unas personas y ante unos hechos, con lo que se podía estar o no de acuerdo pero que no justificaba que fueran encarcelados. Orozco, (junto a los otros procesados) fue liberado ante la presión popular. Se decretó una amnistía y a finales de febrero de 1931, (tras reabrirse la Casa del Pueblo y el Círculo Republicano, que habían sido clausurados por orden gubernativa a raíz de una revuelta en diciembre anterior) realizó su entrada apoteósica triunfal en la Plaza del Ayuntamiento ante más de 10.000 personas que aclamándole le siguieron hasta los juzgados, donde definitivamente se le puso en libertad (al igual que a los 11 camaradas).

La revuelta popular (que Gobierno Civil logró sofocar) y que derivó en prisión de López Orozco se debió en origen a una manifestación popular de más de 2000 personas por las calle de Elche que reclamaba la instauración de la República en las primeras horas de la mañana del día 15 de diciembre de 1930. Los manifestantes acudieron al domicilio de López Orozco (en el huerto de su nombre, D. Julio o de Manchón, actualmente una plaza pública en su memoria sita frente al hoy hotel Huerto del Cura) y sacándole en olor de multitudes le pidieron que fuera al frente, que llegara al Ayuntamiento y que proclamara la República junto a los anteriormente citados.

Pero fue detenido y encarcelado (seguido de sus compañeros) en el Palacio de Altamira y posteriormente trasladado a la prisión provincial de Alicante, pasando a disposición judicial militar acusado injusta y paradójicamente de sedición (un supuesto delito militar cuando sus acciones fueron de carácter civil). Por todo ello, el 27 de marzo se declaró festivo por las sociedades obreras republicanas ilicitanas, bautizado como "Fiesta de la Libertad".

Una injusticia a unos idealistas que no se merecieron semejante trato, de los cuales, algunos, posteriormente, incluso intentaron detener a las hordas incendiarias (Orozco, Hernández, Rodríguez, junto al diputado socialista Ganga y al concejal comunista Alcalde, en compañía de varios dirigentes derechistas) en la puerta de la basílica ilicitana de Santa María aquel fatídico 20 de febrero de 1936 cuando la lamentable quema de iglesias. Detalle que años más tarde, a muchos de ellos les honró pero no les sirvió, pues fueron presos y ajusticiados por sus ideas a pesar de que algunos testigos de derechas intervinieron a favor en vano.

Posiblemente no fue ésta la única fiesta de tal índole en la España republicana.

Seguramente hubo otros casos similares dignos de investigar, descubrir y contar para dejar testimonio a las próximas generaciones como digno ejemplo del altruismo idealista y de la censura o mordaza a la libertad de expresión. In memoriam.

Josep Esteve Rico Sogorb es escritor, poeta, blogger, columnista


lunes, 2 de abril de 2012

A Nazario González, el 'Sócrates Ilicitano', in memoriam


Recuerdo a D. Nazario González Monteagudo, caminando por las calles ilicitanas, cargado de papeles y carpetas en mano, repartiendo sonrisas y saludos apacibles por doquier.

Su pequeña pero entrañable y gran figura, grande en nobleza, causaba cierta veneración con respeto y cercanía, llegando a resultar próxima y accesible para cualquiera.

Sus intervenciones dialécticas en debates, coloquios, mesas redondas y otros eventos sobre diversos temas, aunque firmes en convicción y leales con sus principios humanistas e ideales republicanos, destacaron siempre por sus tolerancia, moderación, diálogo, respetuosidad, comprensión y análisis reflexivo.

El conocimiento y el saber -o sapiencia- que D. Nazario adquirió a lo largo de su vida tanto en formación intelectual como en experiencia, eran más propios de un filósofo universalista que de un localista actor teatral hijo de la ciudad del zapato; aunque equilibradamente reunió ambas facetas superando el negativo chovinismo de ser de 'provincias'.

Actor, emigrante, exiliado, político, intelectual, pensador. Amante de las libertades y de la paz, esposo ejemplar, defensor de la fraternidad y de la hermandad entre personas, padre modelo y abuelo bondadoso; Nazario González sufrió lo que jamás quiso que sufrieran las generaciones futuras.

Quien fuera 'mano derecha' o secretario particular en su juventud, del popular y bien querido médico y diputado ilicitano López Orozco, defendió la legalidad republicana y cuestionó el golpe de estado franquista aunque criticó y denunció hechos lamentables como la quema de iglesias, siendo uno de los personajes ilicitanos que según testimonios y versiones aún vigentes entre el pueblo, se opuso a semejante barbarie, dato que dice mucho acerca de su humanismo.

Personalmente, supe del aprecio y de la grata opinión que de D. Nazario tuvieron algunas personalidades ilicitanas de derecha conservadora como el entonces profesor, delegado de Adoración Nocturna Española y secretario de la Junta Local Gestora del Misteri, D. Eloy Espinosa Sánchez. Otro ejemplo, de tantos, de su bondadosa personalidad, ya que no hizo daño alguno ni deseó el mal para nadie de ninguna ideología.
Siempre rehusó participar en la guerra civil. Una contienda que consideró injusta y fraticida. Para sortearla y evitar represalias eligió el camino del exilio. Partió con su familia hacia Argelia, en aquel barco tan novelado ultimamente, el 'Stan Brook'.

En tierra argelina convivió con otros exiliados republicanos españoles, sobre todo con los ilicitanos. Allí fundó con su mujer e hijos una compañía teatral cosechando cierto éxito social.

Azañista convencido -se le puede considerar como el 'Azaña' ilicitano por sus notables parecidos con el presidente de la II República- regresó a su tierra natal y organizó el comité local del partido político Acción Republicana Democrática Española -ARDE- cuya sede se ubicó en la calle que en las actas aparecía simpáticamente como 'R. Victoria'. Supongo que saben por qué.

Tras su sentido fallecimiento, familiares, amigos y correligionarios; todos ellos lograron que el Ayuntamiento rebautizara la calle donde vivió -antigua Eloy Gonzalo- con su nombre, colocando una placa que le recuerda.
Calle que en cada aniversario de su óbito y en el de la proclamación de la II República, es objeto de un pequeño acto de homenaje mediante el depósito de flores-ofrenda y corona de laurel formando los tres colores republicanos.
Hoy, años despues del rótulo urbano, Nazario González Monteagudo, el ‘Sócrates Ilicitano’, ya tiene monumento en la calle de su nombre gracias a la subscripción popular.

Más de un centenar de personas de todas las edades arroparon el pasado domingo 11 de febrero –aniversario de la I República Española– con su presencia, la inauguración de esta escultura en recuerdo y homenaje de tan singular personaje, destacando concejales, dirigentes politicos y directivos de asociaciones ciudadanas.

Lo que empezó como un comentario coloquial entre el artista escultor y familiares, es ahora una emotiva realidad. La esencia de Nazario ha quedado acertadamente inmortalizada para la posteridad en esta escultural estructura metálica que refleja con la expresión del perfil de su rostro, los más nobles sentimientos y los más elevados ideales humanistas de un pacífico republicano amante de la paz, de la fraternidad y de la libertad; enemigo de una guerra que siempre condenó y de la que huyó para no participar por considerarla fraticida.

El acto inaugural de la escultura a Nazario fue protagonizado por los hijos, Helia González –presidenta del Ateneo Republicano que lleva el nombre de su padre- y Antonio –actor, director y fundador del grupo teatral ‘La Carátula’– asi como por compañeros ideológicos y amigos del homenajeado, también ex-presidente de ARDE, cerrando el evento la intervención del alcalde, Diego Maciá.

Un viejo luchador republicano colocó visiblemente emocionado una corona de laurel tras descubrirse la escultura, la placa conmemorativa y la altruista inscripción de un intelectual sudamericano íntimo correligionario de Nazario.

La expresiva danza con escenificación teatral de la jóven nieta de Nazario González -vestida con la bandera republicana- emocionó tanto a los presentes, que muchos de ellos rompieron a llorar –la misma Helia no pudo contener sus lágrimas- cuando la actriz y bailarina representó el exilio de sus abuelos.

Sonrisas de complicidad y solidaridad surgieron cuando en el broche final, la jóven artista –en su papel de alegoría de la República, logró en un simbólico gesto participativo, que el público cruzara el umbral de los pilares de la escultura que representan el noble y bondadoso idealismo de Nazario, en una simbiosis entre el pueblo y homenajeado.

Merecido homenaje y brillante acto de exitosa asistencia a la figura de quien sin duda alguna fue un hombre bueno y respetado. Recordémosle como un ejemplo a seguir, por esa tolerancia que demostró en vida. In memoriam

Por Josep Esteve Rico Sogorb